Los yernos de Sarah Ferguson, a examen: del polémico Edo al discreto Jack

Parece que Beatriz de York y Edo Mapelli empiezan a normalizar su situación sentimental, y hemos vuelto a ver fotografías de los dos juntos, algo que hasta ahora había sido imposible de conseguir, teniendo en cuenta las artimañas de la pareja para no dejarse fotografiar, especialmente en las primeras semanas de relación. Y es que su recién estrenado noviazgo no ha estado exento de polémica. Semanas después de la boda de Eugenia de York, Beatriz presentaba al italiano como su nuevo novio en una fiesta en Londres. Y los problemas no tardaron en surgir: aunque al principio se afirmaba que Edo era una persona divorciada, más tarde se supo que aún vivía con su pareja, Dara Huang, cuando comenzó su relación con la nieta de la reina Isabel II.

El italiano se ha convertido en el protagonista de un 'culebrón' en el que han participado incluso sus exsuegros, sorprendidos por el engaño de Edo con Beatriz de York, ya que tanto Sarah Ferguson como sus hijas mantenían una estrecha relación con la pareja. Tal era la cercanía que la duquesa de York regaló al único hijo de la pareja un traje para el día del bautizo. Además, según afirman algunas publicaciones, Dara se enteró de la relación de Beatriz y Edo por la prensa, sin que él hubiera dado ninguna pista de que lo suyo con él estaba mal. Desde luego, con todos estos elementos, no parece que Edo vaya a convertirse en el yerno favorito del príncipe Andrés, a pesar del supuesto cariño que hasta hace unos meses existía entre las dos familias.

En el extremo opuesto encontramos a Jack Brooksbank, el marido de Eugenia de York. La prensa más crítica con los miembros de la familia real británica se frotaba las manos al conocer que trabajaba de camarero, pero lo cierto es que Jack no ha dado demasiados motivos para ser protagonista de las portadas más amarillas del país. Además, aunque él se dedica a la hostelería, proviene de una familia de buen nombre y es descendiente directo de Stamp Brooksbank, gobernador del Banco de Inglaterra en el siglo XVIII. Unos antecedentes del gusto de la familia de Eugenia, muy conformes con el matrimonio de la pareja.

Discreto y centrado en su trabajo como exitoso empresario de hostelería, se alza, de momento, como el yerno perfecto, sin dar nada que hablar y sin mostrar ambición alguna por los reales privilegios de su esposa. De hecho, no se le ha otorgado ningún título nobiliario tras su boda, algo que no parece haberle influido en absoluto. Desde que anunciaran su compromiso, tanto Sarah Ferguson como el príncipe Andrés tuvieron las mejores palabras sobre su yerno, algo que de momento parece muy lejano en el caso de Edo Mapelli, que no ha entrado con muy buen pie en la familia real.