Justin Trudeau, contra las cuerdas por culpa de Meghan Markle y Harry

Meghan Markle y el príncipe Harry siguen dando quebraderos de cabeza en Canadá, a pesar de que hace casi tres meses que abandonaron el que fue su hogar en Vancouver; primero, cuando se tomaron un descanso de sus funciones institucionales, después, cuando anunciaron su salida definitiva de la Casa Real británica. Y el debate es, de nuevo, a cuenta de los gastos de seguridad de la pareja, que tantos problemas provocó en su momento, después de que el primer ministro, Justin Trudeau, se ofreciera a sufragar la mitad del coste.

La oferta de Trudeau fue rechazada de pleno, no solo por el ministro de Economía, sino también por la opinión pública, llegando incluso a reunirse más de 80.000 firmas en contra de que se costearan los 600.000 dólares anuales que se calculaba que supondría su seguridad, especialmente una vez que los Sussex anunciaron su intención de ser independientes económicamente. Desde entonces, solo el hecho de que dijeran que a partir del 31 de marzo -fecha en la que dejaron de pertenecer a la Casa Real- ya no se harían cargo de los gastos, hizo ver que sí se había pagado, al menos parte de ellos, sin que nunca se concretara qué cantidad había salido de las arcas públicas. Y ya hay un dato oficial, para sorpresa y decepción de muchos.

Según informan varios medios del país, la Federación Canadiense de Contribuyentes descubrió que el cuerpo de policía gastó más de 50.000 dólares en tiempo extra y costos de logística para la seguridad de la pareja. Concretamente, 56.834 dólares entre el 18 de noviembre de 2019 y el 19 de enero de 2020. Pero, ojo, que no es la cifra definitiva, ya que en este total no se incluyen ni los salarios de los policías ni los gastos desde el 19 de enero hasta mediados de marzo, cuando abandonaron Vancouver para mudarse a Los Ángeles.

La polémica está servida, ya que además Trudeau fue sospechoso de nepotismo cuando ofreció que Canadá sufragase parte del gasto de seguridad, el correspondiente a la estancia de la pareja en el país. Hay que recordar que Meghan Markle es muy amiga de la primera dama canadiense, la actriz Sophie Gregory Trudeau, desde hace muchos años. Una amistad que fraguaron a través de la estilista Jessica Mulroney, ahora en el punto de mira por ser acusada de racista y la pérdida de varios de sus empleos. Así, aunque el Gobierno desmintió que los Sussex fueran a tener privilegios en ciertos trámites, como por ejemplo conseguir la nacionalidad, parece que sí han tenido muchos beneficios con los que gran parte de los canadienses no estaban nada de acuerdo.