Iñaki Urdangarin sin tercer grado: "Sería un golpe muy fuerte para él y para su familia"

“Es como estar en un barco en plena tempestad, no puedes bajar”. Así ha definido Mario Pascual Vives la situación de su cliente, Iñaki Urdangarin, en prisión, en una entrevista en Rac1. El marido de la infanta Cristina quiere el tercer grado de forma casi desesperada. Sabe que si no lo logra ahora, deberá esperar largos meses hasta poder volver a intentarlo. “Sería uno de los golpes más importantes”, admite su abogado, “un golpe muy fuerte para él, lógicamente, y para su familia”.

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Si la Audiencia de Palma revoca el tercer grado al cuñado de Felipe VI, que está pendiente de conocer la resolución en las próximas horas, su mundo se vendría abajo. “No tiene ninguna enfermedad, pero desde el punto de vista psicológico es consciente de que, después de dos años y medio dentro de prisión, ahora es un momento muy muy importante para él”.

El deseo del marido de la infanta Cristina de salir de prisión es su prioridad, pero no lo tiene fácil, tal y como admite su abogado. “Si las cosas no fueran bien, sería uno de los golpes más importantes para él”. El juez de Vigilancia Penitenciaria falló a favor de otorgar el tercer grado a Urdangarin, pero la Fiscalía, como viene siendo habitual, recurrió la sentencia. Ahora, las partes están a la espera de la decisión final de Palma de Mallorca, el mismo tribunal que ha revocado otras sentencias que favorecían a Urdangarin.

"Hacia el mes de mayo"

En esta tesitura se encuentra, consciente de que si no logra ahora el tercer grado, deberá iniciar otros procesos. Uno de ellos es pedir, de nuevo, la aplicación del artículo 100.2, que ya le fue denegado en su momento, y que, según Pascual Vives, le permitiría salir de prisión un fin de semana al mes. El otro escenario es el más duro: volver a pedir su revisión de grado penitenciario en diciembre, que es cuando le toca (es cada seis meses) y la resolución podría llegar meses más tarde. “Serían muchos días, muchas noches, muchos meses, diría que sería hacia el mes de mayo”, subraya su abogado, quien en una entrevista con Jordi Basté en Rac1 (la primera, dice, que ha dado jamás) ha dejado claro que la situación pesa ya demasiado a Urdangarin. Hay que tener en cuenta, además, que su exsocio, Diego Torres, disfruta de este grado desde hace algunos meses.

El marido de la infanta Cristina ha logrado todo lo necesario para vivir una situación favorable al tercer grado. Su hijo mayor, Juan Urdangarin, vive y estudia en Madrid, tal y como han informado casi todos los medios en las últimas semanas. Además, desde el Hogar Don Orione, donde realiza sus labores de voluntariado, han confirmado que Urdangarin podría acudir al centro a trabajar de lunes a jueves por un salario de 900 euros mensuales. Así, el exduque de Palma tiene arraigo laboral y familiar en la capital, lo que debería ser motivo de poder lograr ese ansiado cambio de grado penitenciario.

"Trato diferente"

Pero su abogado considera que el trato que recibe su cliente es peor que el del resto de encausados de Nóos y que incluso se le califica de “especial” en los autos de la Fiscalía. “No sé si ha recibido un trato diferente por ser quien es”, dice Pascual Vives, “pero en el recurso se hace mención a que es una persona especial”.

Además, admite que ni él ni su cliente escogieron la cárcel de Brieva, donde Urdangarin vive en unas condiciones de aislamiento total por tratarse de una prisión femenina. El letrado asegura que fue “una decisión de Instituciones Penitenciarias”, algo que desde la Dirección General siempre han negado de manera rotunda. Aunque Pascual Vives afirma que el director general de Instituciones Penitenciarias admitió por escrito que “la decisión no fue de Urdangarin”.

El día a día de Urdangarin en prisión es rutinario, como el de todos los presos. Se levanta antes de las ocho de la mañana, desayuna, estudia, hace gimnasia en su bicicleta estática, come, practica deporte en el polideportivo de la prisión cuando está vacío, lee y contesta cartas de sus amigos. Siempre solo. Pascual Vives dice que lo más duro es cuando lo visita y se sientan en una silla incómoda: “No sé cómo lo aguanta”. Por las noches, duerme bajo llave, habla con los guardas de seguridad a veces, pasea por un “patinejo” de unos 14 metros cuadrados y mira hacia el cielo. “Cuando fue a Don Orione por primera vez pudo mirar recto, algo que nunca puede hacer en prisión”. Sale lunes, miércoles y viernes para realizar su voluntariado y “está muy contento, tanto él como los responsables del centro”.

Un tercer grado le permitiría salir de prisión de lunes a jueves, días que dormiría en un centro penitenciario, y “a partir del viernes podría estar con su familia”. El abogado se ha mostrado muy pesimista ante el futuro de su cliente, de quien no cree que pueda salir de prisión con libertad condicional anticipada hasta 2022. Sobre las visitas, tampoco se ha mostrado muy halagüeño: “Su mujer vive en Ginebra, como todo el mundo sabe, y es una situación muy complicada”.

"Una mujer excepcional"

El abogado ha negado que la familia piense vivir en Mataró. Desde Vanitatis informamos este lunes de las intenciones de la familia de pasar algunos permisos de Urdangarin en el Maresme, nunca que tuvieran intención de vivir en la capital de la comarca. Y podemos confirmar que esas intenciones siguen estando sobre la mesa, como la reciente visita que la familia hizo a la zona.

Para terminar sus declaraciones, Pascual Vives quiso dedicar unas palabras a la infanta Cristina: "La suerte que ha tenido Urdangarin es tener a su mujer al lado. Es una mujer excepcional, en las situaciones malas ha estado no solo a su lado, está siempre a su lado. Y es la gran suerte que tiene Urdangarin. Evidentemente tiene a sus hermanos, a sus hijos y a su madre, pero desde el punto de vista diario, su mujer es una mujer excepcional".