El cumpleaños de la infanta Elena: íntimo, con sus hijos y en el Palacio de la Zarzuela

Este domingo, la infanta Elena cumplía 57 años. Y lo hacía en un momento no especialmente bueno para aquella familia real que conocíamos hace años, cohesionada y admirada, con el rey Juan Carlos como patriarca y ejemplo. Siempre se ha dicho que su hija mayor era también su ojito derecho, una debilidad recíproca. Por eso a nadie le extraña que Elena pudiera estar planteándose viajar próximamente a Abu Dabi para estar con su padre, en lo que se presumen como las Navidades más solitarias del Rey emérito, al menos en cuanto a lo que a su familia de sangre se refiere. La otra fecha clave para la Infanta en esta época es, precisamente, su cumpleaños. Y se ha resignado a celebrarlo sin su padre, pero no sin la compañía de otros familiares, ya que no dudó en festejar sus 57 años en el Palacio de la Zarzuela.

Como es habitual en los días marcados en rojo en el calendario, la casa de la infanta Elena en Madrid se convertía este domingo en punto de encuentro de fotógrafos y periodistas. Aunque no es habitual que pose con motivo de su cumpleaños -habría que hacer mucha memoria para encontrar una ocasión en la que lo hiciera-, sí existe la opción de que vaya a comer a un restaurante y se le puedan hacer unas fotografías a la entrada o la salida. Pero los planes de la infanta Elena para festejar sus 57 años estaban muy alejados de dejar que la prensa pudiera ser testigo de la celebración y encontró el mejor sitio para poder estar con los suyos sin cámaras delante, el Palacio de la Zarzuela.

Daban las 13:30 de la tarde cuando la infanta Elena salía de su casa. Lo hacía acompañada de sus dos hijos, Felipe y Victoria, quien por cierto ha tenido una agenda de lo más ajetreada este fin de semana. Con su hija al volante y su hijo en el asiento trasero, la Infanta ocupó el asiento del copiloto. No había pasado ni media hora cuando los tres atravesaban el control de seguridad de acceso al recinto con la intención de reunirse con la reina Sofía y, presumiblemente, la princesa Irene. Aunque tampoco hay que descartar que otros miembros de la familia se unieran a la celebración, ya que, según hemos recogido en este portal anteriormente, la presencia de la familia Urdangarin-Borbón en Zarzuela es "mucho más frecuente de lo que se informa", según fuentes cercanas a la infanta Cristina.

Lo que no entra en las quinielas es que se unieran a esta celebración íntima y lejos del alcance de las cámaras los reyes Felipe y Letizia y sus hijas, dado que la creencia extendida es que la relación de la infanta Elena con su cuñada no es precisamente perfecta. Si a eso le sumamos que las reuniones solo pueden ser de seis personas y que se presupone que la familia real cumple con las restricciones a rajatabla, vemos bastante difícil que la celebración incluyera a alguien más que la reina Sofía y su hermana Irene. Aunque lo cierto es que lo que pasa en Zarzuela se queda en Zarzuela. La seguridad y privacidad del recinto lo convierten en una especie de búnker a prueba de cámaras, así que es imposible saber si la celebración de los 57 años de la infanta Elena contó con alguien más de la familia o se limitó a los previsibles.