La única tradición que mantienen los reyes Felipe y Letizia en Navidad

Las tradiciones navideñas en Zarzuela han ido desapareciendo con los años. Algunas, como el recibimiento presencial del príncipe y las infantas a los Magos de Oriente tanto en palacio como después en la plaza de la Villa, sede del Ayuntamiento, dejaron de tener razón de ser cuando los niños se hicieron mayores. Los reyes Constantino y Ana María de Grecia y su prole abandonaron las navidades compartidas en Madrid.

Y con el tiempo y la llegada de consortes a las vidas de los hijos de la infanta Pilar y de los propios Reyes eméritos, las reuniones familiares en esas fechas se fueron reduciendo. Las duquesas de Lugo y Palma alternaban las fiestas con sus familias políticas. El príncipe mientras estuvo soltero no cambió las costumbres de la cena en Nochebuena y el almuerzo el día de Navidad. A partir de esa fecha cambiaba el escenario de Madrid a Baqueira. En la época de Gigi Howard y Eva Sanumm su itinerario lo marcaban los viajes a paraísos con sol.

De todo esto ya no queda nada en el organigrama doméstico de la Familia Real y la familia del Rey. Pero no hay que perder la esperanza. En cambio, sí hay una costumbre que permanece desde que la periodista Letizia Ortiz llegó a la vida del entonces heredero. Se trata de la merienda que Jesús Ortiz, padre de la Reina, organiza en su casa de Pozuelo de Alarcón la tarde del 6 de enero.

Todos los años, el matrimonio real cumple con la tradición del roscón y el intercambio de regalos. Primero lo hacían en solitario y, cuando nacieron las niñas, la tarde de Reyes se convertía en una fiesta importante para todos. Se reunían las tres hermanas Ortiz y la sobrina Carla. El día señalado los escoltas hacían su recorrido por la urbanización y los vecinos ya sabían que esa tarde tendrían la visita real.

La primera vez que el príncipe acudió a casa de su suegro para el roscón navideño solo habían pasado dos meses desde que se anunció el compromiso. Desde el 2003 ya comenzó la costumbre que a día de hoy se mantiene en la familia Borbon Ortiz. En los dos últimos años, la hija de Érika, que mantiene una buenísima relación con sus primas, no ha formado parte de la merienda familiar. Esta ausencia no tiene nada que ver con desencuentros entre la sobrina y la reina Letizia sino con una cuestión de edad, ya que Carla Vigo aprovecha ese día para divertirse con las amigas.

Este año con las restricciones por la pandemia tampoco podrán acudir Telma, su hija y su novio. O deberán hacerlo por separado, ya que entre los Reyes, la princesa Leonor, la infanta Sofía y el matrimonio Ortiz Togores ya suman seis asistentes. Habrá que esperar, eso sí, para saber si la pandemia también se lleva por delante la única tradición navideña que perdura en la primera familia.