Joaquín y Marie de Dinamarca enseñan su fabuloso apartamento y hablan de su vida parisina

Tras instalarse en París junto a su familia para ejercer como agregado militar en la Embajada de Dinamarca en París, el pasado verano Joaquín de Dinamarca sufría un ictus que a punto estuvo de costarle la vida. Tras su recuperación, el sexto en la línea de sucesión al trono de su país revelaba cómo su mujer, la princesa Marie, le había salvado la vida tras sufrir un coágulo cerebral mientras se encontraban cenando en el sur de Francia.

Ahora en una sincera entrevista para la revista gala 'Point Vue', la pareja y sus dos hijos –el príncipe Joaquín tiene dos más de su anterior matrimonio– posan en su espectacular residencia en París, mientras el hermano menor del príncipe Federico habla sobre su papel en la Casa Real, de su salida del país y de sus paralelismos con los duques de Sussex.

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"Tenía parálisis facial, pero no se dio cuenta. Todo el lado izquierdo comenzaba a estar afectado. Tuvimos que ir muy rápido", asegura Marie sobre el duro trance que supuso la enfermedad de su marido y cómo reaccionaron con prontitud. "Los médicos me prepararon para lo peor. Entonces ocurrió el milagro", recuerda emocionada.

Inauditamente honesto sobre su papel en la familia real danesa, Joaquín señala sobre su hermano que "para nosotros, es más complicado. El príncipe heredero simplemente tiene que seguir el curso de los acontecimientos. Pero nada está definido para el segundo y la esposa de esa persona, ni por escrito ni de forma oral. Mi padre sintió esa misma insatisfacción y nunca logró preparar su lugar en la familia real".

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A. Rodríguez

Es la primera vez que se refiere al explosivo debate que tuvo lugar en su país cuando su padre, el príncipe consorte Enrique, reclamó la igualdad con su esposa, la reina Margarita, cansado según los medios daneses de vivir a la sombra de su esposa. Ahora su hijo Joaquín siente que la historia se está repitiendo.

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Sobre su nueva vida en un apartamento que alquilan cerca del Parc Monceau, la pareja cree que es el entorno perfecto para que el príncipe se recuperara, y Marie explica que también es bueno para sus hijos: "Estaban empezando a hablar bien francés y a conocer la cultura francesa, y todo se detuvo con el confinamiento".

Joaquín añade a este respecto que el encierro les permitió pasar más tiempo con sus hijos y ocuparse de ellos a tiempo completo: "Ahora estamos juntos todo el tiempo y es genial porque Enrique y Athena son adorables. Formamos un buen equipo, hablamos de todo, tienen mucho sentido del humor".

"Me atrevo a decir que en cuanto crucé la frontera de Francia, me volví francés. Desde mi infancia, nunca he dudado de mis raíces francesas. Este sentimiento se reforzó hace cuarenta años, cuando pasé un año en el internado de la Ecole des Roches en Verneuil-sur-Avre. Me he convertido en un auténtico camaleón", confiesa sobre esta nueva etapa.

En la entrevista con la revista francesa, también se le pregunta por su opinión sobre la salida del príncipe Harry de la Casa Real británica. "Tengo mucho respeto por el príncipe Harry. Es muy valiente. Se atrevió a seguir su corazón", afirma.

En lo referente al papel de la prensa en su país y a cómo pueden ser más libres ahora en Francia, la princesa Marie dijo: "Siempre se necesita una oveja negra en la familia. Tenemos mucho cuidado de proteger a nuestros hijos en la medida de lo posible". Y su marido añadió: "Es sencillo: su objetivo es vender revistas y periódicos. Sin importar el precio a pagar".