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Noor de Jordania cumple 70 años: una predicción, una regalo en el lecho de muerte y "una perversa calumnia"
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FAMILIA REAL HACHEMITA

Noor de Jordania cumple 70 años: una predicción, una regalo en el lecho de muerte y "una perversa calumnia"

Antes de ser realeza formal, Lisa Halaby ya pertenecía a cierta aristocracia particularmente estadounidense: rica y académicamente bien formada, de ascendencia sirio libanesa por parte paterna y sueca por parte materna

Foto: La reina Noor de Jordania. (Getty)
La reina Noor de Jordania. (Getty)

En una cena en un restaurante de Teherán a mediados de la década de 1970, un conocido predijo la fortuna a la veinteañera estadounidense Lisa Halaby al modo medio oriental, leyendo los posos del café. Giró la taza, estudió los dibujos y le dijo: “regresarás a Arabia y te casarás con alguien de alta alcurnia, un aristócrata de la tierra de tus ancestros”. ¡Bingo!.

Así lo relata en su autobiografía Noor al Huséin, quien dejó de llamarse Lisa Halaby al casarse con Huséin, el rey de Jordania, unos años después de la predicción. “Era una persona extremadamente bien educada, muy inteligente e increíblemente guapa. No es nada sorprendente que el rey Hussein perdiera la cabeza por ella”, escribió sobre Halaby el historiador israelí Avi Shlaim, en una biografía del monarca hachemita.

Sin embargo, antes de ser realeza formal, Lisa Halaby ya pertenecía a cierta aristocracia particularmente estadounidense: rica y académicamente bien formada, de ascendencia sirio libanesa por parte paterna y sueca por parte materna. Su padre, descrito por ella en más de una ocasión como una persona emocionalmente lejana y estricta, lo contrario que su madre, fue nombrado por el presidente John F. Kennedy jefe de la Agencia Federal de Aviación.

placeholder La reina Noor. (Getty)
La reina Noor. (Getty)

¿Cuarta esposa de alguien?

Noor pertenece a la primera generación de mujeres que se graduó en la universidad de Princeton, donde fue una de las pocas mujeres aceptadas en 1969, hecho que por fuerza conformó también el carácter de la futura arquitecta, reina y filántropa.

La arquitecta y urbanista Lisa Halaby conoció al rey Huséin a los 25 años durante un viaje a Jordania a donde había llegado para trabajar en la compañía aérea Arab Air Servicie. El rey, que había estado casado en tres ocasiones, era 16 años mayor que ella y algunos centímetros más bajo, estaba en aquellos días de luto por la muerte de su última esposa, la reina Alia, quien había fallecido en un accidente de helicóptero. Sin embargo, algo pasó entre Lisa y el rey.

“No puedo negar que la idea de ser la cuarta esposa, la cuarta esposa de quien sea, era algo que me turbaba”, escribió Noor en su autobiografía 'Salto de fe'. Pero se casaron, tras un cortejo que incluyó cenas en el palacio real y al rey cantándole serenatas. Ella confesó en su libro que no compartían gustos musicales: a él le gustaba mucho Abba, a ella, menos. Al parecer, en su relación había un compañerismo igualitario poco común en el protocolo de las realezas, según analiza Shlaim. Tal vez.

placeholder Huséin y Noor de Jordania (Getty)
Huséin y Noor de Jordania (Getty)

Aunque la gestualidad exterior no apuntaba a eso: Lisa pasó a ser Noor al Huséin, que significa en árabe “la luz de Huséin”, nombre que su marido le dio. Fue la única mujer en su boda, que duró cinco minutos, y en esa misma ocasión también se convirtió del catolicismo al islam. Pasó a formar entonces parte de la dinastía hachemita, nombre que señala la directa descendencia de la familia del profeta Mohamed.

Madre de 4, madrastra de 8 y reina activista

Y si bien Noor perfeccionó su árabe con aplicación, aprendió protocolo y las formas jordanas, sabiendo que ser reina extranjera le iba a resultar un obstáculo en la conservadora sociedad jordana, no dejó de ser quien era, según Shlaim. Durante su reinado, desde sus 26 años hasta los 47, cuando murió Huséin de un cáncer linfático de rápido deterioro en 1999, promovió reformas progresistas como el empoderamiento económico de mujeres beduinas, trabajó a través de organizaciones, como la ONU, y su propia fundación, en causas en las que creía y aún cree, como asistencia a refugiados, tratados antiminas, personas desaparecidas, educación, pacifismo y ecología. Tampoco escondía sus paseos en la motocicleta junto al rey, más bien, detrás de él, sin cubrirse la rubia melena.

Tuvo con Huséin cuatro hijos y fue madrastra de los otros ocho de sus anteriores matrimonios. La monarquía aparentemente más estable del muy inestable Oriente Medio se mostró menos idílica hace pocos meses, cuando un supuesto frustrado golpe de Estado hizo titulares alarmantes, sobre todo en medio oriente.

Disputas familiares y, por tanto, de Estado

El contexto: el heredero del rey Huséin iba a ser su hermano Hasán, pero en los últimos días de vida del rey cambió de opinión y nombró sucesor a su primogénito Abdalá, hijo de su segunda esposa, la princesa Muna.

El mayor de los hijos que tuvo con Noor, Hamza, tenía 18 años en aquel momento y, en lo que se cree que fue un regalo a Noor en su lecho de muerte, decretó que el siguiente en la línea de sucesión tras Abdaáa sería Hamza (designar a Hamza directamente hubiera exigido una modificación constitucional). Sin embargo, cinco años después de la muerte de Huséin, Abdalá II retiró a su hermanastro de la línea sucesoria y nombró en su lugar a su propio hijo mayor.

Hace unos meses, según varios medios, Hamza trató de tomar el poder y fue puesto en arresto domiciliario. Él mismo grabó un vídeo difundido por la 'BBC' en el que contaba que había sido despojado de sus asesores, guardias, conexión telefónica e internet, en el desgobierno y nepotismo de Jordania, según dijo. Solo se conocen retazos de lo que puede haber pasado, Hamza fue acusado de haber encabezado una fuerte intentona golpista. El gobierno jordano dictó la prohibición de informar sobre lo que sucedía en el palacio (una práctica jordana, y de otros regímenes, que, según parece era fuente de desacuerdo entre Noor y Huséin en sus años de matrimonio y reinado).

Mientras esto sucedía la pasada primavera, Noor permaneció apartada de los acontecimientos de Amán. Desde la muerte de su esposo, vive entre Londres y Nueva York.

placeholder La reina Rania y la reina Noor. (Getty)
La reina Rania y la reina Noor. (Getty)

El drama llegó al punto en el que Hamza juró fidelidad a su hermanastro el rey Abdala II, objetivo de sus críticas indirectas, y Noor entonces publicó un tuit diplomático y calculado: “Rezando para que la justicia y la verdad prevalezcan para todas las víctimas inocentes de esta perversa calumnia. Que Dios los bendiga y mantenga a salv. Y, así, las cosas volvieron a su normalidad. Hasta la próxima.

Si bien las reinas viudas por lo general pierden su estatus real, Noor mantuvo su título en un silencioso pero tenaz pulso con la actual reina Rania, esposa de Abdalá II, con la que, según rumores, tiene fricciones.

En una cena en un restaurante de Teherán a mediados de la década de 1970, un conocido predijo la fortuna a la veinteañera estadounidense Lisa Halaby al modo medio oriental, leyendo los posos del café. Giró la taza, estudió los dibujos y le dijo: “regresarás a Arabia y te casarás con alguien de alta alcurnia, un aristócrata de la tierra de tus ancestros”. ¡Bingo!.