Es noticia
Menú
Una década del incidente de Botsuana, el punto de inflexión del matrimonio de don Juan Carlos y doña Sofía
  1. Casas Reales
ASÍ COMENZÓ TODO

Una década del incidente de Botsuana, el punto de inflexión del matrimonio de don Juan Carlos y doña Sofía

El fatídico accidente del Rey emérito marcó el inicio del final de su prestigio político e inició el declive de su relación personal con doña Sofía

Foto: La reina Sofía y el rey Juan Carlos, en una imagen de archivo. (Getty)
La reina Sofía y el rey Juan Carlos, en una imagen de archivo. (Getty)

El fatídico accidente del rey Juan Carlos en Botsuana, del que este miércoles se cumple una década, fue, además del principio del fin del prestigio político y social del anterior monarca, cuyo declive continuó hasta llegar la abdicación en junio de 2014, el punto de inflexión de la relación personal con su consorte, la reina Sofía. El trato entre ellos era casi inexistente desde hacía ya varios años y los continuos roces de la pareja en público provocaron que su presencia conjunta en actos institucionales fuera cada vez menos frecuente. Pero la verdad de su relación no se desveló hasta el incidente africano.

La reina Sofía era conocedora de la relación sentimental de don Juan Carlos y Corinna Larsen, a quien el emérito no escondía en sus salidas y entradas, y a la que solía llevarse a cenas, cacerías y viajes por España y el extranjero. Sin embargo, esa relación aún no había trascendido a la opinión pública y no se había publicado en los medios de comunicación abiertamente. Fue precisamente tras la operación del Rey en Madrid, cuando llegó desde Botsuana con la cadera rota al sufrir una caída accidental, el momento en el que trascendió la existencia de la señora Larsen en la vida de don Juan Carlos y su estrecha relación con la que entonces se conocía como una princesa alemana.

placeholder Los Reyes eméritos, en el funeral de la infanta Pilar. (EFE/Naranjo)
Los Reyes eméritos, en el funeral de la infanta Pilar. (EFE/Naranjo)

Un futuro incierto

Desde 2006, año en que comenzó la relación extramatrimonial entre el rey Juan Carlos y Corinna, hasta 2012, momento en el que ocurrió el accidente de Botsuana, la reina Sofía no tuvo más remedio que aceptar la situación a pesar de que la disgustara profundamente y la rechazara de pleno. Además de esos sentimientos, la Reina estuvo muy preocupada por cómo podía ser su futuro si su marido finalmente cumplía con su voluntad de divorciarse. Ella, en el curso de esos largos seis años, se preguntaba a menudo y comunicaba a las personas de su entorno más próximo detalles tales como cuál sería su estatus legal si el matrimonio se disolvía, dónde iba a vivir en caso de que se consumara la separación de don Juan Carlos y algo tan prosaico como qué disponibilidad económica tendría.

A pesar de que la relación de su marido con Corinna Larsen era algo consumado, el hecho de que se restaurara La Angorrilla -un antiguo pabellón de caza en el recinto del monte de El Pardo en el que se ubica el palacio de la Zarzuela- como lugar de estancia de la empresaria y de su hijo Alexander fue una fuente constante de disgusto para doña Sofía. Sin embargo, ella nunca dejó de cumplir con sus obligaciones oficiales como consorte del Rey y, además, lo hizo con una dignidad profunda, no dejando exteriorizar en caso alguno sus sentimientos de dolor y rechazo por la actitud de su marido.

placeholder Doña Sofía, a la salida de la clínica Quirón donde don Juan Carlos fue operado del corazón en 2019. (EFE/Fernández)
Doña Sofía, a la salida de la clínica Quirón donde don Juan Carlos fue operado del corazón en 2019. (EFE/Fernández)

El punto de inflexión de esa situación tan humillante fue, sin duda, lo acaecido como consecuencia del accidente del rey Juan Carlos en Botsuana. Muy pocas personas del palacio de la Zarzuela conocían el motivo de la ausencia del monarca en unos momentos tan graves para España, en el que la crisis económica amenazaba con una intervención de la economía española por parte de Bruselas. Los máximos responsables de la Casa de S.M. el Rey desaconsejaron con firmeza al anterior jefe del Estado que saliera de España para ir a cazar elefantes a Botsuana. Doña Sofía preguntaba esos días dónde estaba su marido y cuándo pensaba volver, sin que nadie le respondiera.

El mismo día del regreso de don Juan Carlos a España, tras la caída sufrida el día anterior, doña Sofía se encontraba en Atenas para celebrar con sus hermanos la Pascua ortodoxa griega. La Reina fue informada de la operación de su marido cuando ya estaba en la capital helena, pero prefirió esperar un día antes de volver a Madrid e ir a visitarlo a la clínica San José, donde se le implantó una prótesis de cadera que sustituía a la que se le rompió en tierras africanas.

placeholder Corinna Larsen, en una imagen de archivo. (Cordon Press)
Corinna Larsen, en una imagen de archivo. (Cordon Press)

Hay quien interpretó esa demora como una muestra del disgusto de doña Sofía por la conducta irresponsable de su marido. Lo que pasó a continuación es que trascendió la presencia en la cacería de Corinna en todos los medios de comunicación españoles y extranjeros. Se desveló el secreto y se confirmó públicamente que el matrimonio de don Juan Carlos y doña Sofía era lo que tanto se había rumoreado, pero nadie se había atrevido a decir.

La aparición de Corinna en escena provocó que determinadas personas e instituciones pensaran que era el momento de acabar con una situación que había puesto en serio riesgo a la Corona. Fue entonces cuando la señora Larsen salió de España un día más tarde de la llegada de don Juan Carlos de Botsuana y se le aconsejó que dejara de frecuentar nuestro país. Dos años más tarde, el rey Juan Carlos abdicó la Corona en favor de su hijo, Felipe VI, tras las presiones recibidas, en gran parte, por el incidente de Botsuana. Pero todavía doña Sofía y él sufren las consecuencias del afán de revancha de la mujer que soñó con prescindir de la consorte legítima del monarca y ser ella la reina de España.

* Si no ves correctamente este formulario, haz click aquí

El fatídico accidente del rey Juan Carlos en Botsuana, del que este miércoles se cumple una década, fue, además del principio del fin del prestigio político y social del anterior monarca, cuyo declive continuó hasta llegar la abdicación en junio de 2014, el punto de inflexión de la relación personal con su consorte, la reina Sofía. El trato entre ellos era casi inexistente desde hacía ya varios años y los continuos roces de la pareja en público provocaron que su presencia conjunta en actos institucionales fuera cada vez menos frecuente. Pero la verdad de su relación no se desveló hasta el incidente africano.

Rey Don Juan Carlos Reina Sofía Familia Real Española
El redactor recomienda