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La recepción del 12 de octubre en el Palacio Real: creciente y menguante
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FAMILIA REAL ESPAÑOLA

La recepción del 12 de octubre en el Palacio Real: creciente y menguante

Poco a poco, la presencia Borbón Grecia fue menguando hasta llegar a día de hoy. El primero en salir por la puerta de atrás fue Marichalar

Foto: Los Reyes, en el Palacio Real por el Día de la Hispanidad. (LP)
Los Reyes, en el Palacio Real por el Día de la Hispanidad. (LP)

Hasta que no llegó la pandemia, la recepción en el Palacio Real con motivo del día de la Fiesta Nacional tras el desfile militar era multitudinaria. Llegó el confinamiento en 2020 y las restricciones sanitarias continuaron hasta el año pasado.

El año 2019 fue la última edición donde los Reyes presidieron el acto en el paseo de la Castellana y recibieron a sus dos mil invitados, una cifra que se había mantenido más o menos constante desde que don Juan Carlos se convirtió en jefe del Estado y que con los años fue creciendo hasta los cuatro mil de algunas ediciones con todos los miembros reales presentes.

Foto: Corrida de toros por el Día de la Hispanidad. (Gtres)

La fiesta del 12 de octubre, junto con la del 24 de junio, en la que se celebraba San Juan, onomástica de don Juan Carlos, eran los actos en los que la familia real se mezclaba con sus invitados. Aunque ambas tenían carácter institucional, se trataba de fiestas que tenían su referencia social.

placeholder Don Juan Carlos y doña Sofía, junto a Felipe y Letizia en la Fiesta Nacional. (EFE/Borja)
Don Juan Carlos y doña Sofía, junto a Felipe y Letizia en la Fiesta Nacional. (EFE/Borja)

Acudía el presidente del Gobierno, sus ministros, el cuerpo diplomático y militar, la judicatura y los representantes de la sociedad civil. Este grupo siempre fue una especie de cajón de sastre de lo más heterogéneo. Estar dentro dependía del listado de Zarzuela, que cada año había que revisar para que no hubiera sorpresas incómodas. Aunque a veces el problema no era el invitado en sí, que estaba controlado, sino el acompañante. Ahora esto ocurre menos porque las medidas de seguridad se cuidan más. Pero hace tiempo, cuando la unidad familiar regia estaba formada por los reyes, el príncipe, las infantas y los consortes se llegaron a colar como invitadas acompañantes amantes con el consiguiente lío para el general Sabino Fernández Campo, jefe de la Casa. Con los años, también era necesario identificar tanto al titular de la invitación como a la pareja.

En las últimas ediciones, salvo que se trate de importantes personalidades, se pide que se acuda en solitario y las convocatorias se hacen unipersonales para no complicar el aforo.

El famoso listado de Zarzuela para el 12 de octubre se convirtió para muchos en una especie de carrera de egos. ¿Por qué ella o él y no yo?, se preguntaban personajes del mundo televisivo y también empresarial, donde el egocentrismo forma parte del ADN y está muy marcado.

placeholder El rey Juan Carlos, saludando a Mariano Rajoy durante la recepción en el Palacio Real con motivo de la celebración de la Fiesta Nacional. (EFE/Chema Moya)
El rey Juan Carlos, saludando a Mariano Rajoy durante la recepción en el Palacio Real con motivo de la celebración de la Fiesta Nacional. (EFE/Chema Moya)

Si quince días antes de la festividad el protagonista con cierto poder no había recibido la invitación, comenzaban sus movimientos en su ámbito de influencia para no quedarse fuera del círculo dorado. Hay una anécdota de cómo un presentador de televisión llegó a llamar al gabinete de comunicación para exigir el tarjetón. La secuencia de preguntas eran las mismas: que cómo se podían haber olvidado de él, que tenía muchos fans (aún no había followers) y que era una vergüenza que X o Y sí estuviera invitados sin ser nadie y él, en cambio, fuese obviado.

Efectivamente no fue invitado, ni esa vez ni nunca. Y tampoco dos columnistas de periódicos importantes que se llegaron a insultar al acusarse uno a otro de robarse las exclusivas mutuamente. Las listas se fueron supervisando cada año y lo mismo que fueron desapareciendo miembros del denominado núcleo familiar real, se suprimieron nombres.

Cuando las infantas y el príncipe ya fueron mayores de edad, se sumaron a la recepción. Antes ya acudían con sus padres a la tribuna para la parada militar. Las imágenes del heredero junto a sus hermanas era una constante cada año, como ahora lo son la Princesa de Asturias y la infanta Sofía.

placeholder La infanta Elena, doña Sofía, Felipe y Letizia, durante la recepción en el Palacio Real con motivo del día de la Fiesta Nacional. (EFE/Pool/Chema Moya)
La infanta Elena, doña Sofía, Felipe y Letizia, durante la recepción en el Palacio Real con motivo del día de la Fiesta Nacional. (EFE/Pool/Chema Moya)

La trayectoria vital fue añadiendo colaterales. El primero fue Jaime de Marichalar, poco comunicativo en la fiesta posterior y siempre junto a la infanta Elena. Poco hablador, solía responder con monosílabos. La llegada de Iñaki Urdangarin alegró la reunión. Era sociable, guapo, rubio, afectuoso, hablaba y hasta metía la pata al negar informaciones que días después se publicaban en la prensa. La más sonada fue negar la compra del conocido como palacete de Pedralbes. Ese 12 de octubre ya estaba cerrada la operación y mintió. Eran tiempos en que Urdangarin y la infanta Cristina resultaban creíbles. Los años demostraron que no todo lo que relucía en ese salón del trono del Palacio Real era oro.

El primero en salir por la puerta de atrás fue Marichalar cuando llegó el cese temporal. Se mantenían los duques de Palma, el príncipe de Asturias y, como anfitriones, don Juan Carlos y doña Sofía.

Poco a poco, la presencia de la familia fue menguando hasta llegar a día de hoy. Una escenificación que podría representarse perfectamente con el libro de intriga de Agatha Christie donde los protagonistas de la historia van despareciendo. Las siguientes en invisibilizarse fueron las hermanas Borbón Grecia y el exduque de Palma. Y más adelante, con la abdicación, el rey Juan Carlos y doña Sofía.

A día de hoy, el jefe del Estado y doña Letizia reciben en solitario a sus mil quinientos invitados. Todo cambia para que todo permanezca.

Hasta que no llegó la pandemia, la recepción en el Palacio Real con motivo del día de la Fiesta Nacional tras el desfile militar era multitudinaria. Llegó el confinamiento en 2020 y las restricciones sanitarias continuaron hasta el año pasado.

12 de octubre - Día de la Hispanidad
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