La precampaña de Harry y Meghan: charla con adolescentes y sushi con las estrellas

Ha transcurrido ya más de una semana después de que el príncipe Harry regresara a California –justo a tiempo para el cuarto cumpleaños de su hijo Archie– tras la histórica coronación del rey Carlos III y en lo que fue poco más que una muy fugaz visita. Desde entonces, tanto él como Meghan están siendo protagonistas en varios frentes. Desde el papel del royal como testigo en el caso por pirateo telefónico que le enfrenta a la editora del 'Mirror' al premio que su esposa recibirá esta noche por parte de la fundación Women in Vision durante la gala anual que se celebrará en el Ziegfeld Ballroom de Nueva York.

Mientras tanto, ambos se han dejado ver en dos actividades de carácter muy diferente. La primera de ellas les llevó a visitar a un grupo de adolescentes cerca de su casa en Montecito para hablar de las presiones de las redes sociales durante el mes de la concienciación sobre la salud mental.

Meghan y Harry pasaron una hora manteniendo una "conversación sincera" con varios chicos de entre 14 y 18 años sobre cómo el bienestar mental se ve afectado por las presiones sociales y las redes en la era digital. En la web de su Fundación Archewell, los royals aseguraron que habían aprendido "de primera mano las experiencias de esta generación con las redes sociales y cómo afectan a su salud mental" y que habían "entablado una conversación sincera con estos increíbles jóvenes, trabajando juntos para encontrar soluciones".

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La pareja reconocía también que las redes sociales pueden ser una fuerza para el bien y la positividad a la hora de conectar a la gente, pero también "plantean problemas de inseguridad, presión de grupo y potencial para autolesionarse, entre otros riesgos". Esta visita formaba parte de lo que, según su fundación, son reuniones periódicas con jóvenes, padres y profesionales para "comprender los retos a los que se enfrentan y trabajar juntos para encontrar soluciones a largo plazo dentro y fuera de internet".

El año pasado, durante sus Juegos Invictus, fundados por él en un intento por ayudar a la rehabilitación de veteranos y personal militar lesionado o enfermo, el duque de Sussex se sinceró sobre este tipo de actividades diciendo que "durante gran parte de mi vida he tenido la suerte de poder ayudar a los demás. Como veterano de conflictos, pero también simplemente como ser humano, cuido lo que ingiere mi mente. Como una dieta digital. Cortar con las partes tóxicas del mundo conectado y la forma en que las historias se presentan delante de nosotros, cebándonos, es una forma en que priorizo mi bienestar."

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Por otra parte, más allá de sus compromisos solidarios, la pareja disfrutaba de una cita nocturna en un exclusivo restaurante y en muy buena compañía. Harry y Meghan dejaron a sus dos pequeños en casa para visitar el célebre restaurante con estrella Michelin, el Sushi Bar, en Montecito.

Según informa 'Page Six', los Sussex estuvieron acompañados por celebrities de primera fila en el íntimo establecimiento, que solo tiene capacidad para diez comensales. Gwyneth Paltrow y su marido, el productor de televisión Brad Falchuk, fueron vistos junto a Cameron Diaz y su esposo, Benji Madden, compartiendo cena con ellos.

El restaurante Sushi Bar, dirigido por el chef Phillip Frankland Lee, se describe a sí mismo como "un capricho de su comida homónima en 17 platos". El local permite a los comensales observar la acción en la cocina mientras "los chefs preparan un juguetón ensueño de nigiri de nueva ola y otras delicias de la tierra y el mar en una interpretación libre de la experiencia tradicional de de la degustación de sushi", según informa su web.