Doña Letizia estrena el verano de la familia real en Palma: un cálido encuentro con Michael Douglas y una canción dedicada a la Reina

Decía Michael Douglas a su llegada a la ceremonia de clausura del Atlàntida Film Festival sobre Mallorca: “Es mi segundo hogar, tanto, que he decidido pasar en la isla unos seis meses al año”. El oscarizado intérprete, protagonista de la noche al recibir el galardón Master of Cinema, comparte su amor por la isla como la familia real española; él es fiel a Valldemossa, donde se levanta su finca S’Estaca; los Reyes, por su parte, sondesde hace décadas leales al palacio de Marivent.

Quizás no sea Palma el lugar preferido de doña Letizia, pero sí lo es la atmósfera que crea Jaume Ripoll, director del certamen cinematográfico Atlàntida, que lleva ya más de cuatro años contando con la Reina como cómplice. “Es ya una amiga más de la familia del festival”, dijo en un momento el presentador de la gala, Carlos de Vega.

No suele descuidar la organización la canción que tiene que sonar cuando doña Letizia hace su aparición en la gala, donde fue recibida no solo por Ripoll, sino por la presidenta del Govern Balear, Marga Prohens y la ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saíz, entre otras autoridades. Sonaba en la voz de Maria Hein la canción popular 'La Dama de Mallorca', que en su estribillo dice eso de: "A Mallorca hi ha una dama que és hermosa com el sol" (En Mallorca hay una dama que es hermosa como el sol) y una ligera sonrisa asomó en el rostro de Letiza.

La Reina fue directamente a saludar al galardonado de la noche y a otros protagonistas de la velada, como el director y guionista Jonás Trueba, cuya película, 'Volveréis', se proyectó durante la noche. Y tras los flashes iniciales, doña Letizia mantuvo charla distendida -y en inglés- con Michael Douglas, para después pisar la alfombra (no roja, sino azul) y ocupar los asientos de honor.

Desde esa primera fila, la Reina aplaudió con entusiasmo al pianista y escritor James Rhodes, que interpretó el 'Adagio' de JS Bach y siguió con el 'Nocturne' de Chopin, compositor que es toda una institución en la isla. Rhodes no solo se arrancó con esa pieza, sino que se quejó del poco tiempo que tenía de actuación -100 minutos- y soltó un “olé tus huevos” al ver el entusiasmo de los presentes al anunciar que se iba a atrever con esa célebre pieza. Sin vergüenza, sin sonrojos.

Y tras los galardones a las mejores películas, llegó el momento clave de la velada. Ese en el que la Reina le entregó la estatuilla a Michael Douglas, que no paró de alzarla al cielo, feliz y emocionado. Público en pie, entre los que se encontraba C. Tangana o la actriz Greta Fernández, y un gesto discreto de doña Letizia para pedir a todos los que estaban en el escenario que lo abandonaran de manera silenciosa mientras el Master of Cinema de la noche realizaba su discurso. No le acompañó, para decepción de muchos, su mujer, Catherine Zeta-Jones, que se encuentra rodando una nueva película.

La velada se alargó más allá de la medianoche, pues a la Reina le gusta siempre quedarse un rato conversando con el público y hacerse algunas fotos antes de volver a palacio. Para la ocasión doña Letizia se decantó por un atrevido vestido lencero firmado por Hugo Boss, unas sandalias de tacón cómodo de Mango, un bolso plateado con micro lentejuelas y unos impresionantes pendientes en plata de ley de la firma de la actriz Bárbara Goenaga, compuestos por 114 topacios engastados que representan dos rombos.

Recepción a la sociedad civil

Esta noche del lunes está previsto que los Reyes, junto a doña Sofía, ofrezcan la tradicional recepción a la sociedad civil de las islas en el palacio de Marivent. No se espera que la princesa Leonor y la infanta Sofía les acompañen, pues están en París animando a los deportistas españoles en su participación en los Juegos Olímpicos. Habrá que dejar pasar unos cuantos días para ese ansiado posado de toda la familia reunida.