Mary de Dinamarca, muy sofisticada con un vestido de gala rosa lleno de pedrería y una tiara que adquirió en una subasta
Los reyes de Dinamarca han ofrecido una cena de gala en honor al arte y la cultura de su país. Mary ha lucido un vestido rosa de Jenny Packham y una tiara que ella misma adquirió
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Cena de gala en Dinamarca, y eso no significa otra cosa que vestidos de ensueño y tiaras. En concreto dos, las lucidas por la reina Mary y su suegra, la reina Margarita II. Federico X y su esposa han abierto las puertas del Palacio de Christiansborg para celebrar una velada en honor al arte y la cultura del país. Una velada a la que han asistido más de 300 invitados y para la que Mary ha recuperado un vestido de gala de Jenny Packham, que también guarda en su armario Kate Middleton, y una tiara que adquirió en una subasta.
Eran las 19:00 horas cuando llegaban a palacio los reyes y desfilaban por el pasillo de Christiansborg que lleva al gran salón. Era entonces cuando veíamos el look elegido por la reina, quien ha rescatado de su armario un vestido repleto de pedrería. Se trata de un diseño de manga larga, con escote redondo, bordado de arriba a abajo con pasamanería en color rosa. Para marcar silueta lleva en la zona de la cintura pedrería plateada, simulando un cinturón.
Como decíamos, el vestido pertenece a la diseñadora británica Jenny Packham, de la que la princesa de Gales es una gran fan. De ahí que no sea nada extraño que Kate haya llevado también este diseño. Pero fue Mary la primera en lucirlo. Concretamente en enero de 2022, para una sesión de fotos con motivo de su 50 cumpleaños. En junio de 2023 era la esposa de Guillermo la que lo estrenaba en la boda de Hussein y Rajwa de Jordania.
Mary ha coronado su cabeza con la tiara que ella misma adquirió en una subasta en 2016. Una joya elaborada en oro y plata de 14 quilates con pequeños rubíes redondos, diamantes y espinelas. Además de la tiara, la princesa heredera también adquirió los pendientes a juego, que llevaba también en esta cena de gala.
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Margarita II, quien abdicó en enero de 2024, no ha faltado a esta cena en honor al arte y a la cultura. No debemos olvidar la vena artística de la reina, por lo que su presencia estaba más que justificada. Ha optado por un vestido azul marino con encaje negro en la zona superior y falda lisa. Encima llevaba un abrigo de piel en color marrón.
La madre de Federico X ha elegido la tiara Baden, una pieza creada por la joyería Koch a principios del siglo XX que representa cinco corazones separados por flores. Repleta de diamantes, fue un regalo del emperador Guillermo I de Prusia a su hija Luisa, al casarse con el gran duque Federico I de Baden. Esta se la legó a su hija Victoria, reina consorte de Suecia, y esta a su vez a su nieta Ingrid, abuela de Federico.
Lucía, además, un collar con un impresionante colgante formado por un zafiro rodeado de diamantes. Fue un regalo que le hicieron sus padres, el rey Federico IX y la reina Ingrid con motivo de su 18 cumpleaños. Perteneció a la abuela paterna de Margarita II, la reina Alejandrina de Dinamarca.
En la cena, los reyes y sus invitados han podido degustar un menú compuesto por coliflor al horno, pez espada con pisto y tomate confitado y pannacotta de vainilla.
Cena de gala en Dinamarca, y eso no significa otra cosa que vestidos de ensueño y tiaras. En concreto dos, las lucidas por la reina Mary y su suegra, la reina Margarita II. Federico X y su esposa han abierto las puertas del Palacio de Christiansborg para celebrar una velada en honor al arte y la cultura del país. Una velada a la que han asistido más de 300 invitados y para la que Mary ha recuperado un vestido de gala de Jenny Packham, que también guarda en su armario Kate Middleton, y una tiara que adquirió en una subasta.