Así es el espectacular 'château' que Tommy Hilfiger vende en Connecticut

Tommy Hilfiger no para de hacer transacciones inmobiliarias. En los últimos tiempos, hemos sido testigos de todas aquellas veces en las que ha comprado o, en mayor medida, vendido algunas de las muchas propiedades que posee; la última, su impresionante mansión de Miami.

Durante toda su carrera, ha dedicado parte de sus ingresos a la compra, restauración y venta de al menos siete propiedades en la zona de Greenwich, en Connecticut. Y es precisamente en esta ciudad donde se ubica una de las joyas de la corona de su espectacular imperio.

Aunque hay discrepancia en torno a las fechas de la venta (la mujer de Hilfiger se despidió de la casa en su cuenta de Instagram el pasado mes de enero), en lo que coinciden todos los medios es que se trata de una de las casas más majestuosas del magnate de la moda.

Round Hill -que así es como se llama la residencia- fue construida en el año de 1939 por Charles Vincent Paterno, "el Napoleón de los constructores de rascacielos de Manhattan". Años más tarde, fue hogar del coleccionista de arte Joseph Hirshhorn y no sería hasta 2010 cuando pasaría a manos de Tommy.

El diseñador desembolsó en su momento 31,4 millones de dólares. Una desorbitada cifra a la que hay que sumarle lo que costó la reforma, puesto que, con ayuda de su mujer Dee Ocleppo, transformaron prácticamente todas las estancias de la finca.

La propiedad cuenta con seis suites con baño propio, sala de cine, casa de huéspedes, piscina, invernadero, cancha de tenis, gimnasio y casi todos los lujos que podamos llegar a imaginar. Además, las zonas exteriores destacan por su amplia vegetación y la hiedra trepadora que adorna gran parte de la fachada.

Este 'château' de 1.300 metros cuadrados ha sido vendido por 45 millones de dólares, lo que supone grandes beneficios para su antiguo propietario. Lo más curioso de todo es que Tommy Hilfiger y Dee Ocleppo no tuvieron que complicarse a la hora de buscar comprador pues, pese a su elevadísimo precio, tuvieron hasta tres ofertas.

Tras poner a la venta su casa de la caribeña isla de Mustique donde tenían fijado su hogar, la pareja se ha mudado a una nueva casa en Florida para cumplir uno de sus sueños, vivir en primera línea de playa junto a su pequeño Sebastian, de once años.