John Travolta se sincera sobre la muerte de su mujer y su legendario baile con Lady Di

Su exitosa carrera en el cine, con películas como 'Grease' o 'Fiebre del sábado noche', ha ido por desgracia paralela para el actor de Nueva Jersey con duras tragedias familiares. En enero de 2009, John Travolta y su mujer, Kelly Preston, perdían a su hijo Jett con tan solo 16 años. El joven, que padecía el síndrome de Kawasaki, falleció de forma repentina cuando se encontraba de vacaciones con su familia en las Bahamas.

En el verano del 2020 llegaba el segundo y durísimo golpe para el intérprete con la muerte de su esposa. Preston fallecía a los 57 años de edad de un cáncer de pecho. El propio Travolta lo anunciaba en su cuenta de Instagram: “Con gran pesar os informo de que mi preciosa mujer Kelly ha perdido su lucha de dos años frente al cáncer de pecho. Luchó con coraje y el amor y apoyo de muchos”.

Tras el funeral de la actriz, el actor se alejó de las redes sociales y se sumergió en un proceso de luto del que ha querido dar detalles ahora en una sincera entrevista para la revista 'Esquire'.

"Aprendí que llorar a alguien, vivir el luto, es algo personal. El luto es individual y experimentar tu propio viaje es lo que te puede llevar a sanar. Esto es distinto al viaje de otra persona", asegura el protagonista de 'Pulp Fiction'.

"No sabes cuánta gente se ha acercado a mí... y luego me he sentido tan saturado de la tristeza de todos que no sabía qué hacer. Lo primero que debes hacer cuando experimentas una pena es irte a un sitio donde puedas vivir tu luto, sin ninguna interferencia. Si yo muero mañana, lo último que quiero ver es que todos los que están alrededor están hundidos", confesaba.

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Los grandes apoyos del actor durante estos meses han sido sus hijos, Benjamin y Ella. Junto a esta última compartía recientemente un baile en homenaje a Kelly Preston que conquistó por su ternura a las redes sociales.

Y sobre otro baile histórico también habló Travolta, el que en 1985 y en la Casa Blanca protagonizara nada menos que junto a la princesa Diana.

Cuatro años antes se había casado con el príncipe Carlos y ambos fueron invitados a Estados Unidos en visita oficial por el entonces presidente Ronald Reagan y su esposa Nancy. Que Travolta estuviera presente ese día allí fue una petición expresa de Diana.

"No esperaba que me pidieran bailar con ella", recuerda. "Piensa en el momento. Estamos en la Casa Blanca. Es medianoche. Es como un sueño todo el escenario. Me acerco a ella, le toco en el hombro, la invito a bailar. Ella se da la vuelta y al verme despliega esa sonrisa cautivadora, un tanto triste, y acepta mi invitación".

El actor describe aquella experiencia como un cuento de hadas y un momento mágico, asegurando que nunca pensó que algo así podría sucederle a él.