Alexandra Hildebrandt, más allá de ser madre a los 66 años: activista, defensora de la historia y alma del Museo Checkpoint Charlie
La alemana ha sido noticia esta semana por dar a luz a su décimo hijo después de los 60, pero su vida ha sido relevante desde mucho antes cuando luchaba por los derechos humanos en su país
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El nombre de Alexandra Hildebrandt ha vuelto a ocupar titulares recientemente tras dar a luz a su décimo hijo a los 66 años. Sin embargo, su historia va mucho más allá de su faceta materna. Activista incansable, defensora de los derechos humanos y custodio de la memoria histórica, Hildebrandt ha sido una figura clave en la preservación del legado del Museo Checkpoint Charlie en Berlín, convirtiéndolo en un símbolo de la lucha por la libertad.
Nacida en Kiev el 27 de febrero de 1959, es hija de Wilhelm Weissmann, ingeniero aeronáutico de ascendencia alemana, y Eugenia, una pediatra. Su vida estuvo inicialmente orientada hacia la tecnología, ya que estudió electrónica, pero pronto descubrió su pasión por el arte y convirtió la pintura en su profesión.
En 1990, llegó a Berlín para exponer sus obras, una decisión que cambiaría su destino para siempre. Fue en una de esas exhibiciones donde conoció a Rainer Hildebrandt, fundador del Museo del Muro de Berlín, que no solo se interesó por su arte, sino también por ella. Su relación prosperó y en 1995 contrajeron matrimonio.
Desde su enlace, Hildebrandt se sumergió en la gestión del museo, convirtiéndose en su directora tras el fallecimiento de su esposo en 2004. Su compromiso con la memoria histórica y los derechos humanos la llevó a impulsar diversas iniciativas, entre ellas, la construcción del Monumento a la Libertad, un homenaje a las víctimas del régimen de la República Democrática Alemana.
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Sin embargo, el monumento fue demolido en 2005 en medio de una gran controversia, lo que no frenó su lucha por la rehabilitación de las víctimas del régimen alemán y el esclarecimiento de los destinos de los refugiados que murieron intentando cruzar la frontera.
Su trabajo en el Museo Checkpoint Charlie ha sido reconocido a nivel internacional, destacando su esfuerzo por ampliar la investigación histórica y su compromiso con los derechos humanos. En 2004, fundó la Medalla Dr. Rainer Hildebrandt, un premio que se otorga anualmente a personas que han demostrado un compromiso excepcional y no violento con la defensa de los derechos humanos.
Uno de los episodios más significativos de su activismo se produjo entre 2010 y 2013, cuando lideró una campaña internacional para la liberación de Mijaíl Jodorkovski, empresario ruso convertido en opositor político. La iniciativa comenzó con una exposición en su museo, pero pronto escaló a un movimiento en el que involucró a figuras políticas de renombre, como el exministro de Asuntos Exteriores alemán Hans-Dietrich Genscher. Finalmente, en 2013, Jodorkovski fue liberado tras cumplir casi una década en prisión.
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A nivel personal, su vida ha estado marcada por el amor y la maternidad. Tras enviudar, encontró nuevamente la compañía en Daniel Dormann, diputado de la Unión Demócrata Cristiana (CDU) de Berlín, que comenzó ayudándola en el museo y con el tiempo se convirtió en su marido. Juntos han formado una numerosa familia: Hildebrandt tiene diez hijos, dos de una relación anterior y ocho con Dormann. Lo más sorprendente es que la mayoría de sus hijos han nacido después de que ella cumpliera 53 años, siempre mediante cesárea.
El 19 de marzo de 2025, dio a luz a su décimo hijo, Philipp, un bebé saludable de 3.550 gramos. Asegura que su fertilidad a una edad avanzada se debe a un estilo de vida saludable, basado en una dieta equilibrada, ejercicio regular y la abstinencia de tabaco y alcohol. Para la pareja, la llegada del pequeño ha sido una alegría inmensa, y recientemente han adquirido una casa para garantizar que cada uno de sus hijos tenga su propia habitación.
Más allá de su vida personal, Hildebrandt sigue comprometida con la defensa de los derechos humanos. Desde el inicio de la invasión rusa a Ucrania en 2022, ha brindado ayuda a las víctimas del conflicto, demostrando que su compromiso con la justicia y la libertad sigue intacto. Su historia es la de una mujer que ha sabido equilibrar la maternidad con un incansable activismo, dejando una huella imborrable en la memoria histórica de Alemania y en la defensa de los derechos humanos a nivel mundial.
El nombre de Alexandra Hildebrandt ha vuelto a ocupar titulares recientemente tras dar a luz a su décimo hijo a los 66 años. Sin embargo, su historia va mucho más allá de su faceta materna. Activista incansable, defensora de los derechos humanos y custodio de la memoria histórica, Hildebrandt ha sido una figura clave en la preservación del legado del Museo Checkpoint Charlie en Berlín, convirtiéndolo en un símbolo de la lucha por la libertad.