Tragedia en la aristocracia alemana: muere el príncipe Harald von Hohenzollern a los 63 años

La realeza europea vuelve a vestirse de luto tras conocerse el fallecimiento inesperado del príncipe Harald von Hohenzollern, de 63 años, empresario del sector de los diamantes y miembro de una de las dinastías más antiguas de Alemania. El príncipe falleció de manera repentina en Windhoek, Namibia —país donde desarrollaba su próspera carrera en el comercio de piedras preciosas— víctima de un paro cardíaco fulminante, según ha trascendido en medios alemanes y franceses. La noticia ha sido confirmada por su esposa, la princesa Josefa von Hohenzollern, a través de un emotivo comunicado difundido en sus redes sociales.

"Con profunda tristeza, debo anunciar que mi querido esposo, Harald, ha fallecido inesperadamente. Estoy devastada por esta pérdida. Necesito tiempo para hacer el duelo, para despedirme y para estar presente junto a nuestro hijo que aún no ha nacido", escribió Josefa en Instagram. Sus palabras no solo conmocionaron a los círculos aristocráticos, sino también a miles de seguidores que habían seguido con entusiasmo la historia de amor entre ambos, una historia que parecía salida de un cuento moderno y que ahora ha terminado de forma trágica.

Josefa, de 51 años, es una figura muy conocida en la región de Baviera, donde se ganó el apodo de la “alcaldesa cantante” tras haber dirigido durante dos mandatos el municipio de Kollnburg. Fue precisamente en una feria comercial en Stuttgart, en 2022, donde conoció a Harald, un aristócrata con título, pero sobre todo un empresario hecho a sí mismo en África austral. Pese a la distancia geográfica entre sus mundos —ella, política local en Alemania; él, magnate de diamantes en Namibia— el vínculo fue inmediato. En septiembre de 2024 sellaron su amor con una preciosa boda en la iglesia de San Ulrich, en su tierra natal. Estaban a punto de tener a su primer hijo.

La repentina muerte de Harald ha hecho que Josefa cancele su reciente candidatura a la alcaldía de Leonberg. La princesa había anunciado con entusiasmo su retorno a la vida política en mayo, compatibilizando esa faceta con su nueva etapa como esposa y futura madre. Pero este duro golpe ha trastocado todos sus planes. “He decidido suspender todas mis actividades públicas y electorales”, ha comunicado. Su embarazo, ya bastante avanzado, y el duelo por su esposo, la han llevado a refugiarse en la intimidad, lejos de los focos.

Harald von Hohenzollern pertenecía a la línea Hohenzollern-Emden, una rama menor del célebre linaje que gobernó Prusia y el Imperio Alemán hasta 1918. Aunque nunca ostentó funciones políticas ni representativas, su nombre llevaba consigo una carga histórica significativa. Su vida, marcada por la discreción y el éxito empresarial, contrasta con la exposición mediática de su esposa, una mujer carismática y muy querida en su comunidad.

Ahora, con el nacimiento del hijo de ambos previsto para julio, la familia Hohenzollern se prepara para recibir una nueva vida en medio del dolor. Una herencia viva que mantendrá el vínculo entre la historia, el amor y la tragedia.