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Así han sido las bodas de Annunciata y Flaminia, las novias reales del fin de semana
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Así han sido las bodas de Annunciata y Flaminia, las novias reales del fin de semana

Una finca italiana y un histórico castillo alemán han servido de escenario para la boda de Annunciata de Liechtenstein y la de Flaminia de Hohenzollern

Foto: Flaminia de Hohenzollern-Sigmaringen, con su marido. (Redes)
Flaminia de Hohenzollern-Sigmaringen, con su marido. (Redes)

El verano es la estación del año que más parejas eligen para casarse. Y las familias reales también parecen tener la misma inclinación, porque ha sido llegar el primer fin de semana del estío y que se hayan celebrado nada menos que dos bodas reales. De una de ellas ya les habíamos hablado hace unos días, la de Maria-Annunciata de Liechtenstein. Pero la otra ha sido toda una sorpresa. Hablamos del enlace de la princesa Flaminia de Hohenzollern y el barón Károly von Stipsicz de Ternova. Y aunque la protagonista pertenece a una casa no reinante en la actualidad, ha tenido aires muchos más reales que la de Annunciata, ya que no han faltado elementos tan característicos como una tiara familiar o un impresionante castillo.

Comenzamos por la de Annunciata de Liechtenstein, que ha podido escapar casi totalmente a las cámaras gracias a la discreción absoluta de sus 80 invitados, ya que apenas ha trascendido nada de su boda con Emanuele Musini. Solo una imagen de los novios, abrazados y sonrientes mientras ven a uno de sus testigos firmar. Suficiente, eso sí, para poder ver el estilismo de la novia: un vestido blanco con mangas amplias y semitransparentes, fajín y el escote en V con un pequeño volante en el borde. Un estilismo que completó con el pelo suelto y sin ningún adorno ni grandes joyas de la familia real de Liechtenstein, que, teniendo en cuenta su fortuna, seguro que no son pocas. Un look sencillo y muy acorde al tipo de ceremonia y al ambiente campestre de la finca italiana en la que se dieron el 'sí, quiero'.

placeholder Maria-Annunciata de Liechtenstein y Emanuele Musini, recién casados. (Redes)
Maria-Annunciata de Liechtenstein y Emanuele Musini, recién casados. (Redes)

No hay que descartar que Maria-Annunciata saque la 'artillería pesada' para su boda religiosa, que tendrá lugar el segundo fin de semana de septiembre en Viena. Una cita de la que ya será mucho más difícil que no haya ninguna fotografía, puesto que se espera que asistan también representantes de las casas reales de Luxemburgo y Bélgica, ya que la princesa está emparentada con ambas. El lugar y los invitados harán que sea mucho más posible que la novia luzca alguna reliquia familiar o algunas de las grandes joyas tan esperadas en este tipo de citas.

Algo que, precisamente, sí ha hecho la otra novia real del fin de semana, Flaminia de Hohenzollern, hija del actual jefe de la casa Hohenzollern-Sigmaringen, una de las ramas menores de la histórica dinastía Hohenzollern. Y, como tal, no se ha dejado nada para recordar su antiguo esplendor. Y, como decíamos, en esta cita sí que ha habido muchos aires reales, desde la tiara que escogió la novia para su gran día hasta el lugar donde tuvo lugar la celebración.

placeholder Flaminia de Hohenzollern y su marido, Károly von Stipsicz de Ternova. (Redes)
Flaminia de Hohenzollern y su marido, Károly von Stipsicz de Ternova. (Redes)

La novia escogió un sencillo diseño de seda, con escote en V, larga cola y volantes en los puños que había sido hecho a medida y con su colaboración por Atelier Lerchenfeld, cuya responsable es amiga de Flaminia. No pasaba desapercibido el velo, no por él en sí, sino porque iba prendido a una tiara muy especial a la que la novia quiso dar un protagonismo absoluto. La princesa eligió una versión modificada de la corona de trébol de los Hohenzollern, una simbólica joya familiar compuesta íntegramente por diamantes, que han lucido muchas damas de la casa, desde Margarita de Sajonia, abuela paterna de Flaminia, hasta Birgitta de Suecia, hermana del rey Carlos Gustavo, ya que se casaba en 1961 con Juan Jorge de Hohenzollern-Sigmaringen, uno de los tíos del príncipe Carlos Federico, actual jefe de la Casa Real y feliz padre de la novia. Flaminia, además, llevaba los pendientes a juego, con dos pequeños tréboles para destacar aún más la identidad familiar.

placeholder Flaminia de Hohenzollern, con uno de los invitados. (Redes)
Flaminia de Hohenzollern, con uno de los invitados. (Redes)

Curiosamente, la tiara de tréboles no es lo único que las bodas de Flaminia de Hohenzollern y Birgitta de Suecia han tenido en común. Con seis décadas de diferencia, ambas celebraron su enlace en el castillo Sigmaringen, en el estado alemán de Baden-Wurtemberg, una impresionante fortaleza propiedad de la familia que actualmente se utiliza como escuela, además de lugar de celebración de todo tipo de eventos.

El verano es la estación del año que más parejas eligen para casarse. Y las familias reales también parecen tener la misma inclinación, porque ha sido llegar el primer fin de semana del estío y que se hayan celebrado nada menos que dos bodas reales. De una de ellas ya les habíamos hablado hace unos días, la de Maria-Annunciata de Liechtenstein. Pero la otra ha sido toda una sorpresa. Hablamos del enlace de la princesa Flaminia de Hohenzollern y el barón Károly von Stipsicz de Ternova. Y aunque la protagonista pertenece a una casa no reinante en la actualidad, ha tenido aires muchos más reales que la de Annunciata, ya que no han faltado elementos tan característicos como una tiara familiar o un impresionante castillo.

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