La próxima boda real a la que podrían estar invitados Juan Carlos y Sofía
María de Rusia, descendiente de Alejandro II y jefa de la Casa Imperial Rusa, ha anunciado el compromiso de su hijo con la hija de un embajador italiano
Tenemos el primer anuncio de un compromiso real de este 2021. Y aunque no hablamos de una casa reinante en la actualidad, y por tanto no podemos esperar un gran acontecimiento con su correspondiente desfile de tiaras, no hay que descartar que cuente con representantes de varias casas reales europeas. Este mismo miércoles, María de Rusia, descendiente del zar Alejandro II y actual cabeza de la Casa Imperial Rusa -aunque algunos grupos discuten su legitimidad-, ha anunciado el futuro enlace de su hijo, el gran duque Jorge, con Rebecca Bettarini, hija del embajador italiano Roberto Bettarini.
La pareja, que se conoce desde hace años a través de amigos en común, se comprometió en diciembre de 2020, después de tener la aprobación tanto de la gran duquesa como de los padres de la novia y de salvar uno de los inconvenientes más importantes. Y es que Jorge y Rebecca profesan diferentes religiones, lo que supondría un obstáculo para su enlace, que está previsto para el próximo otoño. Por eso, antes de hacer oficial su compromiso, la novia se convertía a la religión ortodoxa, bautizándose con el nombre de Victoria Romanovna, adoptando así el apellido de la familia imperial.
Para sellar el compromiso, no ha faltado una joya familiar más que simbólica y significativa. Se trata de un anillo de compromiso muy al estilo de los que tradicionalmente se han intercambiado en la familia Romanov y que han llevado tanto hombres como mujeres, que suelen ser alianzas doradas con piedras incrustadas de color rojo, blanco y azul, los colores de la bandera rusa. Y el anillo que la futura esposa del gran duque Jorge luce ya en su anular cumple con todos los requisitos, ya que vemos un rubí en el centro, que representa el amor y la nobleza, con dos diamantes a los lados, que simbolizan la pureza y la fuerza. La joya tiene además mucho valor sentimental puesto que María de Rusia se lo entregó a su hijo cuando cumplió los 18 años para que se lo diera, en un futuro, a la mujer con la que quisiera casarse.
Como decíamos, no hay que descartar que a este enlace acuden representantes de algunas casas reales europeas, dada la estrecha relación que María de Ruisa tiene con algunas de ellas. Por ejemplo, a su boda, en 1976 en Madrid, asistieron el rey Juan Carlos y la reina Sofía, Simeón y Margarita de Bulgaria o Umberto II de Italia, además de otros monarcas con tronos ya desaparecidos, como Albania o Egipto. Sin olvidar que uno de los padrinos de bautismo del propio Jorge es Constantino de Grecia, hermano de la Reina emérita.
Tenemos el primer anuncio de un compromiso real de este 2021. Y aunque no hablamos de una casa reinante en la actualidad, y por tanto no podemos esperar un gran acontecimiento con su correspondiente desfile de tiaras, no hay que descartar que cuente con representantes de varias casas reales europeas. Este mismo miércoles, María de Rusia, descendiente del zar Alejandro II y actual cabeza de la Casa Imperial Rusa -aunque algunos grupos discuten su legitimidad-, ha anunciado el futuro enlace de su hijo, el gran duque Jorge, con Rebecca Bettarini, hija del embajador italiano Roberto Bettarini.