Así es María de Rusia, la duquesa madrileña descendiente del último zar

Son raras las apariciones públicas de la gran duquesa María Vladímirovna Románova, conocida en Alemania simplemente como María de Rusia, pero cada vez que realiza una, llama la atención su imponente presencia, marcada siempre por sus apuestas estilísticas de colores llamativos y su gusto por las joyas extravagantes.

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La última la hizo este pasado 29 de junio en Mallorca al acudir como invitada a la boda del príncipe Joaquín Alberto de Prusia, bisnieto del último káiser de Alemania, Guillermo II, con la madre de su hija, Angelina de Solms-Laubach.

María de Rusia tiene 65 años, es descendiente del último zar de Rusia y su presencia en Mallorca no debería extrañar, a pesar de todo. Ella vive a caballo entre España y Francia, y mantiene una excelente relación con los novios, familiares de su exmarido.

María de Rusia nació en 1953 en Madrid, donde residían sus padres, el gran duque Vladimiro Kirílovich de Rusia (jefe de la Casa Imperial de Rusia) y la princesa Leonida Georgievna Bagration (hija del jefe de la Casa Real de Georgia).

Desde la muerte de su padre en 1992, María Vladímirovna se autoproclamó emperatriz y autócrata de Todas las Rusias, aunque sus reclamaciones al trono han sido siempre discutidas por otros miembros de la dinastía. Es tataranieta de Alejandro II de Rusia, el antepenúltimo emperador ruso.

La noble rusa se casó el 22 de septiembre de 1976 con el príncipe Francisco Guillermo de Prusia, quien pertenece a la dinastía Hohenzollern al ser bisnieto del último emperador de Alemania, Guillermo, y un tataranieto de Victoria I. Fruto de su relación nació su hijo, el gran duque Jorge Mijáilovich Románov, con quien la duquesa acudió acompañada al enlace en Mallorca.

El matrimonio de María de Rusia se rompió en 1982, pero el contacto con los familiares alemanes de su hoy exmarido sigue siendo frecuente y cordial. Por eso, la gran duquesa no podía faltar a esta celebración.

La gran duquesa María fue educada en Madrid y París, antes de estudiar historia y literatura rusa en la Universidad de Oxford. Hoy vive con su familia en su Madrid natal. Habla español, francés, ruso e inglés y su gran personalidad hace que nunca pase desapercibida allá donde va. En la boda del príncipe Joaquín Alberto de Prusia volvió a quedar claro que es así.