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Los 50 años de David Beckham: ¿de qué puede quejarse el niño bonito de Inglaterra?
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Los 50 años de David Beckham: ¿de qué puede quejarse el niño bonito de Inglaterra?

Invulnerable al escándalo, gigante en redes sociales y máquina de hacer dinero, todavía no le han concedido el título de Caballero del Imperio británico, pero es quizá lo único que le falte

Foto: David Beckham, en un acto reciente. (Getty)
David Beckham, en un acto reciente. (Getty)

Está algo inquieto. Eso dicen. 'Vic' intenta animarle diciéndole que los 50 son “solo un número”. Pero no se sostiene. Los números, al fin y al cabo, siempre han sido claves para un hombre cuya fortuna está estimada entre los 500 y los 800 millones de euros. David Beckham, el niño bonito de Inglaterra, cumple este viernes 50 años. Lo hace con un cuerpo más escultural y tonificado que en la flor de su carrera futbolística, según muestra en la campaña de ropa interior de Hugo Boss, aclamada por expertos en moda y la biblia financiera 'Forbes' como el lanzamiento más exitoso en una década.

Invulnerable al escándalo, gigante en redes sociales y máquina de hacer dinero. Todavía no le han concedido el título de Caballero del Imperio británico. De momento, solo es 'Sir'. Pero es quizá lo único que le falte al inglés más famoso del planeta.

Hace ya más de diez años que dejó de estar en el campo, pero sigue siendo igual o incluso más rentable. La marca Beckham se alquila, entre otros, a firmas de lujo, cadenas hoteleras o fabricantes de patatas fritas.

Cuesta creer que en algún momento fuera el más odiado. La tarjeta roja en los octavos de final del Mundial de Francia en 1998, por asestar una patada a Simeone, fue vital en el partido, que acabó con la expulsión de Inglaterra del campeonato. Tanto la prensa como el público descargaron su ira contra él: “10 leones heroicos y un niño estúpido”, titulaba ‘The Mirror’. Se consideraba su fin.

placeholder David Beckham, en un partido entre Inglaterra e Iran. (EFE)
David Beckham, en un partido entre Inglaterra e Iran. (EFE)

Pero Beckham renació en el campo con su gol del empate en 2001 contra Grecia que llevaría a Inglaterra al Mundial de 2002, volvió a consagrarse como héroe. Y también en el mundo de los negocios. La marca Beckham es imparable, indestructible. Aunque la imagen con la Victoria y David la lanzaron con su boda en 1999, con esos conjuntos a juego en morado, admitida ahora por el propio protagonista como un vergonzoso error. "¿En qué estaba pensando?", bromeó durante una aparición en 2017 en el programa 'Desert Island Discs' de Radio 4.

Se trata de una de las contadas veces que ha concedido entrevistas. En estas tres décadas en las que ha perfeccionado su estrategia comercial, ha adoptado el mismo enfoque de la Familia Real —con la que mantiene gran relación— ante el escándalo, la crítica y los rumores. Nunca dar explicaciones, nunca quejarse. Y le ha funcionado muy bien.

Su exitoso documental para Netflix es donde se trata, por primera vez, su famoso affaire con Rebecca Loos. Se insinúa una infidelidad conyugal. Aunque en un código que resulta confuso para quienes no conozcan los antecedentes. La supuesta amante en cuestión, quien trabajó como su asistente personal en Madrid, respondió con una mordaz entrevista de cuatro páginas en el 'Mail on Sunday'. Por un momento, pareció que Beckham había abierto la caja de Pandora. Pero, como siempre ocurre con él, todo se desvaneció.

placeholder El matrimonio Beckham junto a la reina Camilla. (Reuters)
El matrimonio Beckham junto a la reina Camilla. (Reuters)

Su imagen familiar quedó, si cabe, más reforzada con esas estampas idílicas en su casa de campo en los Cotswolds, una mansión que la pareja compró por 14 millones de euros en 2016 para invertir luego otros millones en renovación. Es su particular modus operandi. Para la mansión de Holland Park en Londres desembolsaron 33 millones de euros en 2013 y se gastaron luego 10 millones en dejarla a su gusto.

Los Beckham han invertido gran parte de su fortuna en el sector inmobiliario. Poseen casas en Miami y Dubai, además de un yate de lujo, dentro de una cartera de propiedades con un valor estimado de 120 millones de euros.

En Estados Unidos, pasa gran parte del tiempo para ver a su franquicia de la Major League Soccer, el Inter Miami, equipo que incluye al mejor jugador del mundo, Lionel Messi, así como a leyendas veteranas como Luis Suárez y Sergio Busquets.

Es también accionista mayoritario de Authentic, propiedad de empresas de capital privado estadounidenses, entre ellas CVC Capital Partners, que, con alrededor de 150.000 millones de euros bajo gestión, posee participaciones en La Liga de España y la Ligue 1 de Francia.

placeholder La familia Beckham en su residencia de Miami. (Instagram/@victoriabeckham)
La familia Beckham en su residencia de Miami. (Instagram/@victoriabeckham)

Por su acuerdo plurianual con Catar para patrocinar al pequeño estado del Golfo y su Copa Mundial de la FIFA se dice que se llevó 170 millones de euros, cifra que nunca se confirmó ni se desmintió. Ese fue quizá el acuerdo más arriesgado para Beckham, dada la indignación generada, principalmente por la comunidad gay, consternada de que un hombre al que consideraban un aliado cediera su imagen a un estado donde la homosexualidad está criminalizada. Pero Beckham hizo lo de siempre: ignoró el asunto, se negó a conceder entrevistas donde se pudiera cuestionar el tema y ​​simplemente siguió adelante.

Todo lo que toca lo convierte en oro. Tiene patrocinios con los relojes Tudor de Rolex, Nespresso, el sistema de audio Bowers & Wilkins, los trajes Hugo Boss, los equipos de cocina Shark Ninja, Stella Artois y el mercado asiático del grupo hotelero Sands.

Si contratas la marca Beckham, obtienes además el paquete completo. Su productora, Studio 99, se encarga de producir el anuncio. Se cansó de tratar con agencias de publicidad externas que proponían campañas que no necesariamente le gustaban, por lo que montó la suya propia para tener el control sobre todo el proceso.

Es un hombre cuya astucia para dar a la gente lo que quiere no tiene límites. Comprende a la perfección la mentalidad del público inglés, lo que les gusta y lo que no. Es el primero en subirse a jets privados, pero también en aguantar más de 12 horas como cualquier otro mortal en la larga cola ante Westminster para dar el último adiós a Isabel II. Todo un gentleman. Nadie como él controla la narrativa.

placeholder David Beckham, en la cola para despedirse de Isabel II. (Gtres)
David Beckham, en la cola para despedirse de Isabel II. (Gtres)

¿De qué se puede quejar entonces el niño bonito de Inglaterra? En realidad, de nada. Al hablar de su 50 cumpleaños en la entrevista concedida a 'Men's Health', donde protagoniza la portada, explicó: “La gente me lo pregunta con delicadeza, como si fuera un gran problema. No es algo que me preocupe, mientras esté en forma, sano y mi familia también, eso es todo lo que me importa. Estoy muy feliz. Tengo un negocio y una familia increíble. Mis hijos trabajan duro y todos tienen pasiones; eso es lo importante para mí”.

En marzo, una lujosa fiesta en Miami dio inicio a un mes de celebraciones. La realeza del deporte, incluyendo a Lionel Messi, Tom Brady y Shaquille O'Neal, se unió a las modelos Cindy Crawford y Eva Longoria, el cómico británico Jack Whitehall, Mel B, amiga de Victoria en las Spice Girls, y un centenar de celebrities en el exclusivo restaurante italiano Cipriani, junto a la familia de la estrella, su mujer y sus cuatro hijos: Brooklyn (26 años), Romeo (22), Cruz (20) y Harper (13).

Si bien Victoria festejó hasta la madrugada en el club Oswald's de Londres para celebrar su propio 50 cumpleaños el pasado abril, también llevó a la familia en un avión privado al sur de Francia a un restaurante increíblemente remoto. Y ahora con David hay planes para repetir la experiencia.

Será una reunión familiar lejos de los grandes escenarios del espectáculo donde suelen ser vistos. Solo ellos y los niños, a kilómetros de distancia de todo el ruido, disfrutando de una deliciosa comida juntos con sus confesas bebidas favoritas, la botella de Château Mouton Rothschild de 4.000 libras y un Château Cheval Premier Grand Cru de 3.000 euros. En definitiva, los números sí importan. Pero Beckham, el niño bonito de Inglaterra, no tiene motivos de quejas.

Está algo inquieto. Eso dicen. 'Vic' intenta animarle diciéndole que los 50 son “solo un número”. Pero no se sostiene. Los números, al fin y al cabo, siempre han sido claves para un hombre cuya fortuna está estimada entre los 500 y los 800 millones de euros. David Beckham, el niño bonito de Inglaterra, cumple este viernes 50 años. Lo hace con un cuerpo más escultural y tonificado que en la flor de su carrera futbolística, según muestra en la campaña de ropa interior de Hugo Boss, aclamada por expertos en moda y la biblia financiera 'Forbes' como el lanzamiento más exitoso en una década.

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