Britney Spears o lo que no hay que hacer para vender una casa de lujo

La cantante ha conseguido, al fin, vender su lujosa casa en Beverly Hills. El proceso ha sido largo y complejo, ya que la vivienda ha sufrido seis rebajas de precioantes de ser vendida casi un 45% por debajo de su precio de salida. Todo ello da pie a un análisis de los principales fallos cometidos a lo largo de esta transacción, o lo que es lo mismo, las claves de 'lo que no hay que hacer jamás' si queremos deshacernos con provecho de una mansión exclusiva. (Ver galería de imágenes)

1. Comprar en vez de alquilar

Según el portal inmobiliario Idealista.com, Britney Spears compró su vivienda en enero de 2007, un año después de divorciarse, por 6,75 millones de dólares. El momento de la compra no parece el más idóneo, porque los precios habían tocado techo en EE.UU y estaban empezando a bajar. Hubiera sido un momento más idóneo para vivir en una casa de alquiler, algo que la cantante hace actualmente en Thousand Oaks, junto a su novio Jason Trawick.

2. Situación personal

Spears no se encontraba en su mejor momento ni personal, ni profesional, ni económico. Una prueba de ello es que posteriormente ha tenido que vender otra vivienda que compró en Malibú, en la que también sufrió fuertes pérdidas. Incluso el padre de Britney se ha hecho cargo de las finanzas de su hija.

3. Mala elección de la vivienda

La cantante esperaba encontrar paz y tranquilidad en su nueva vivienda, pero la elección no era adecuada. La casa se convirtió en 'zona cero' para los paparazzi, que campaban a sus anchas durante horas en la puerta.

4. Precio inicial de venta erróneo

En septiembre de 2008, un año y medio largo después de su compra, Spears decide reordenar su vida y pone su casa a la venta. Pese a que el precio de la vivienda ya llevaba un recorrido a la baja en EE.UU, el punto de salida elegido fue 7,9 millones de dólares (un 17% por encima del precio de compra). Spears no sólo pernsó aquello de "no voy a vender perdiendo dinero", sino que fue más allá y decidió tirar de otro dogma, el de intentar conseguir "lo que me costó y un poquito más".

La recomendación de Mauricio Umansky, co-fundador del broker inmobiliario The Agency indica que el precio de salida debería haber sido inferior al de compra para hacerlo atractivo, y así intentar crear una disputa entre compradores por la vivienda.

5. Agente y rectificaciones de precio inadecuados

En lugar de rectificar rápido y ajustarlo al precio del mercado, Spears y sus asesores decidieron ir por detrás del mismo. Eso ha provocado que haya la vocalista haya tardado en vender su vivienda cuatro años, y que además haya tenido que rebajar el precio hasta en seis ocasiones. El último precio anunciado en Zillow es 4,47 millones de dólares, un 45% menos que su precio inicial.

Además, Spears ha cambiado en numerosas ocasiones de agente inmobiliario, ya que ninguno le recomendó ni un buen precio ni utilizó la imagen y el posible marketing de la artista de forma positiva.

En opinión de los expertos, si el precio de salida hubiera sido adecuado, la vivienda debería haberse vendido por algo más de seis millones de dólares. El vendedor tiende a poner siempre el precio algo por encima del que estima y eso le perjudica, porque no capta el interés del comprador. Lo recomendable en un mercado bajista es posicionar el precio de la casa al que pensamos que tendrá en seis meses, para que actualmente sea atractivo.