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Cinco bares de moda para revitalizar tu vida social
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Cinco bares de moda para revitalizar tu vida social

Ya es hora de hacer vida en estas redes sociales, esperar la hora de nuestra comanda a pie de barra y empaparnos de informalidad porque son tiempos de taburete y sofás.

Foto: Rincón del Oribu Gastrobar, en Madrid
Rincón del Oribu Gastrobar, en Madrid

Ya eshora de pasar a los aposentos, hacer vida en estas redes sociales inigualablesqueson losbares, esperar la hora de nuestra comanda apie de barra y empaparnos de informalidad, porque son tiempos de taburete, aunque también se nos está llenando el ocio de sofás. Laprisa, que se vayasi quiere, porque nosotros nos vamos a tomarnuestro tiempo en bajar a un restaurante que es una bodega con secretos, probar una primera croqueta de (no 'con') cerveza Guinness y una segunda croqueta de tortilla española, hallar las siete coincidencias entre la cocina asiática y la mediterránea, quitarle la mala suerte al número trece comiendo de vicio y adivinar qué es exactamente una cocina dinámica e imaginativa. Y el que quiera que se dé por aludido. No salimos de Madrid.

PARA DESCUBRIDORES DE TESOROS: LA BODEGA DE LOS SECRETOS

Secretos y más secretos, los que guarda esta vieja bodega. Porque si las paredes hablaran, estas no pararían: son del siglo XVII. Y ahora acogen un restaurante de los que gusta no diremos visitar sino descubrir. Como si fuéramos los Howard Carter de la gastronomía y esto, la tumba de Tuntakamón, salvando todas las distancias. Pero estamos en el madrileño y muy retórico Barrio de las Letras (C/San Blas, 4), y este local abovedado y laberíntico, que no solo es para el vino, se llama la Bodega de los Secretos y tiene mucha miga. Cosas de la historia: sus pasadizos se utilizaron para huir en época de guerras (la civil, sin ir más lejos)y tuvieron acceso al Hospital San Carlos, el hoy Museo Reina Sofía. Sabiendo esto, la comida, con aires mediterráneos, te llenará más. Está abierto a celebraciones privadas.

PÍDETE: pulpo a la brasa con aceite de pimentón y muselina de patata trufada o corvina confitada a baja temperatura con colitas de cigala, entre los pescados. Y entre las carnes, el trío de mini steak tartar con matices de trufa, anchoa y wasabi, o el solomillo de ternera con moixernons(setas) y trufa.

PARA GENTE CON PRISA: LA CESTA POR ÓSCAR VELASCO

Para gente con prisa que sabe pararse a comer están hechas estas barras informales con nombre propio (en este caso,el chef Óscar Velasco), que le vienen como anillo al dedo a nuestro caos. Además, ofrecen una cocina dinámica, imaginativa y cambiante (el producto manda), que siempre suena a tierra prometida, vanguardista, desenfadada y gourmet.La Cesta (C/Recoletos, 10) se ha renovado enterita. Por fuera (cura estética) y por dentro (ya no es el restaurante de primer plato, segundo plato, postre yvino que fue). Está pensado para llegar y besar el santo a horas y deshoras.

PÍDETE: cazón adobado y frito con salmorejo cordobés, callos, pata y morro, guiso de sepia con albóndigas de ternera y patatas fritas, o brocheta de vieira y praliné de avellanas con higos. De postre, la tarta de queso de la casa o la galleta rota de almendras con manzana y chocolate blanco.

PARA AMANTES DE LA FUSIÓN: ORIBU

En esta local se sumala cocina asiática con la mediterránea, el espíritu recogido e intimista de oriente con el duende aireado y callejero de occidente, la cocina de mercado (el nuestro) con el tataki o los futomakis, el silencio de los jardines de Kioto (es un ejemplo) con el bullicio de las tabernas ylas lámparas de última generación (decorativa) con los muebles vintage. Total: tres ambientes distintos y una terraza secreta, con Óscar Horcajo al frente. Se puede picar en sus mesas altas, saborear una comida o cena íntima en la buhardilla, comer en una acogedora habitaciónsobre mesas de madera envejecida o encerrarse en el salón privado de sillones Chester y chimenea para abrirse a la vida sin prisas. El viaje este es gastronómico.YaOribu(C/Barquillo, 10) quiere decir 'oliva'en japonés.

PÍDETE:croquetas cremosas de jamón ibérico fritas en pan japonés, tortilla de patatas fritas en tempura, albóndigas de pollo de corral en guiso de coco, dim-sum(tapa china españolizada)de rabo de toro o huevos rotos de corral con patatas confitadas y atún rojo, para compartir. El menú marino es ancho: ¿qué tal ceviche de pescado de hoy con leche de tigre nikkei? Y el carnívoro, igual: ¿podrás con unas carrilladas ibéricas al curry rojo y verduritas asadas? El final es dulce: 4 texturas del chocolate versus4 aromas japoneses.

PARA VANGUARDISTAS (NO SUPERSTICIOSOS): TREZE

El TreZe nace de la unión de un chef (Saúl Sanz) y una repostera (Elena Ursu), así que se podía esperar lo mejor. Ya dio sus frutos en la calle San Bernardino (número 13, de donde el nombre) y ahora viene a darlos en la de General Pardiñas (nº 36), léase barrio de Salamanca. Cocina tradicional, vanguardia técnica y muy cuidadas presentaciones; es su baza. Han caído también en la tentación de la barra informal y el picoteo, para que nosotros también caigamos. La planta baja, con madera, ladrillo y hierro, componiendo la estética industrial, es para el bar y la gastronomía en miniatura, y la primera planta, en tonos neutros, grises y blancos, para el restaurante, el sentarse sin tiempo y el relax.

PÍDETE: las ensaladillas Elena versusSaúl, cecina de buey Wagyu con aceite de oliva, foie mi-cuit con confitura de manzana y cardamomo, lomo de canguro sobre cebolla roja y jugo de oloroso y pistacho, o bacalao sobre migas de mar y chipirones. A la hora del postre, hay arroz con leche y flan de queso.

PARA ADICTOS A LA COMIDA DE MAMÁ: LA CROQUETTA

Cocina como la de una madre y como en casa, y la respuesta a esapregunta tan familiar: "¿Qué hay de comer hoy?". Este es el planteamiento que reina en los fogones de un restaurante con nombre apetitoso y doble 't'a la italiana. Solo decirlo y ya se hace la boca agua: La Croquetta (C/Fuente del Berro, 33), y eso sin ir todavía al grano, porque las hay (las croquetas) de cerveza Guinness, de salmorejo cordobés y detortilla de patatas. La receta primera era dedoña Josefina (madre del propietario), homenajeada en la carta, y ha sido profundamente reelaborada. Con maíz frito, crocante de chips o panko(pan rallado japonés) para elmarisco. Puedes comer en sus mesas de madera sin mantel o llevártelo a casa.

PÍDETE: no solo de croquetas vive esta coqueta taberna multicolor, un tanto afrancesada, que acaba de reabrir sus puertas. También:saquito de rabo de toro, milhojas de foie, pastel de merluza con salsa de café o berenjena con miel. De postre: croquetas de manzana al horno con canelao de chocolate y naranja.

Ya eshora de pasar a los aposentos, hacer vida en estas redes sociales inigualablesqueson losbares, esperar la hora de nuestra comanda apie de barra y empaparnos de informalidad, porque son tiempos de taburete, aunque también se nos está llenando el ocio de sofás. Laprisa, que se vayasi quiere, porque nosotros nos vamos a tomarnuestro tiempo en bajar a un restaurante que es una bodega con secretos, probar una primera croqueta de (no 'con') cerveza Guinness y una segunda croqueta de tortilla española, hallar las siete coincidencias entre la cocina asiática y la mediterránea, quitarle la mala suerte al número trece comiendo de vicio y adivinar qué es exactamente una cocina dinámica e imaginativa. Y el que quiera que se dé por aludido. No salimos de Madrid.

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