Hawái: por qué es el paraíso de los millennials (hartos ya del rollo sueco)
Se trata de apuntarse a la comida típica, el poké, como hacen los surfistas desde Honolulu a Venice Beach, y de pensar como un hawaiano y ser feliz. O sea, practicar el Ho'Oponopono
Empachados de comer bollitos bao y hartos de intentar contemplar la vida como un sueco, los millennials han decidido convertir a Hawái en su paraíso particular este año. ¿Quieres saber por qué?
1. Adictos al poké (sí con acento en la e)
Una comida completa, deliciosa y en un solo bol. ¿Alguien da más? Nadie, y los millennials más avispados lo saben. La comida de moda entre sus filas es el poké, el secreto que los surfistas devoran desde Honolulu a Venice Beach y que ahora ha dado el salto a escala planetaria. Los más avispados ya se hicieron fans de estos cuencos cargados de sabor en 2017, como demuestra el último estudio de hábitos de consumo de los españoles realizado por la app Glovo (la que permite comprar, recibir y enviar al momento cualquier producto dentro de una misma ciudad). Pero aún estás a tiempo de subirte al carro de la modernidad y el sabor.
Pero ¿qué es el poké? En principio un plato típico hawaiano (que no implica hacer un agujero en la arena de la playa y asar un cerdo entero) que tradicionalmente lleva, en un mismo cuenco, pescado crudo espolvoreado con sal marina y algas limu. Pero si eres de los que no se han atrevido con una triste loncha de sashimi japonés, no sufras, hay poké para todos los gustos y los platos son personalizables y aptos para todo tipos de paladares.
De hecho, la occidentalización del poké ha hecho que el pescado crudo sea sustituido por pescado macerado, que descanse agradablemente sobre una camita de arroz (o pasta para los más intrépidos) y ensalada, que la marinada lleve sésamo tostado, jengibre y azúcar, y que los toppings se escojan a gusto del consumidor. Si te atreves a montar el plato tú mismo no te pierdas 'Poké: Cuencos de sushi de inspiración hawaiana', de los pioneros Celia Farrar y Gy Jackson (editorial Lunwerg). Si lo prefieres hecho, date una vuelta por RIKO Fancy Bites (C/ Fernando VI, 21) y si quieres pedir a domicilio, prueba en Aloha Poké.
2. Piensa como un hawaiano... y sé feliz
Cierto que a Vaiana se la veía estresada con Mayi en la peli de Disney, pero es que tenía que salvar el mundo. Pero antes de que llegara el apocalipsis a la tierra de 'Perdidos', ¿no se veía a los habitantes de su aldea relajados con sus cocos, sus flores, sus bailes, sus playas paradisíacas...? El secreto de tanto relax está en el Ho’Oponopono. Lo tienes en el taller que María José Cabanillas ha hecho, en forma de libro, para Oberón de esta técnica ancestral hawaiana de resolución de problemas.
El 'hakuna matata' hawaiano es, curiosamente, lo contrario de lo que los amigos de Simba le recomendaban en sus garbeos por la jungla: contra el 'pasa de todo' desde las islas más bonitas del mundo abogan por lo contrario: asume la responsabilidad de tus actos. La parte positiva es que el lema del Ho’Oponopono es: “Yo lo he creado, yo lo puedo cambiar”. El taller de Ho’Oponopono que María José Cabanillas ha diseñado dura 48 días, justo el número de tarjetas que incluye el taller para que leas una al día. ¿El objetivo? Interiorizar esas palabras para conseguir el fin último. Aceptar los errores y aprender a borrarlos. ¿Alguien necesita resetear su vida?
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Empachados de comer bollitos bao y hartos de intentar contemplar la vida como un sueco, los millennials han decidido convertir a Hawái en su paraíso particular este año. ¿Quieres saber por qué?