Lo último en deco: pon un mural de arte urbano en tu salón

Los grafitis ya no son solo carne de calle o metro neoyorquinos ni solo rebeldía artística de cualquier ciudad. Ahora lo último de lo último es colgarse un mural de arte urbano en el salón. Te decimos por qué tienes que redecorar tu hogar a lo Basquiat y luego que suene el 'Space Oddity' de Bowie ​(o similar). La cosa es que la calle tiene mucho tirón y no solo por el street style. También queremos llevarnos los murales de nuestros edificios a nuestra casa y escribirle un mensaje como hicimos con la t-shirt. Lo reconocemos: todo resulta muy Warhol. Nos ponemos un poco pop (art). Aquí tienes las claves para un hogar dulce y urbano hogar.

1. ¿El nuevo arte contemporáneo?

Aún estamos de resaca de ARCO y de la feria de nuevo arte contemporáneo Urvanity -ya por su segunda edición-, o sea, atracón posgrafiti, pop surrealista y cómic, y hemos constatado que el arte callejero ya no solo es tal, sino que ahora puede ser también, aunque suene elitista y a té de las cinco, de salón. Los artistas se han puesto manos a la obra e imprimen carácter mucho más allá de la pared. El grafiti se ha hecho cuadro. Y el cuadro, decoración, siguiendo la estela del gran Jean-Michel Basquiat, que también se pasó a su manera a este formato, inspirado por otros amos de la pintura modernísima más 'decorativa': Franz Kline o De Kooning. Desde los ochenta los tenemos en los museos y ahora también... en casa.

2. Un toque arty y canalla

Esto es un viaje en el espacio -hasta Nueva York- y en el tiempo, hasta situarnos en los años 60, justo cuando la ciudad de los rascacielos se llena de grafitis a ritmo de hip hop y breakdance. Así que, sí, un mural dará el toque arty y canalla a tu decoración. Será lo más de lo más para tu ambiente minimal. Lejos muy lejos del arte entendido a la manera pongamos tradicional. ¿Te imaginas un Banksy (el de la rata con paracaídas) o un Jef Aérosol (una catedral en esto del street art) solo para ti?

3. Oscureciendo lo luminoso

No todo iba a ser minimal ni plena luz, ni todo elegancia infinita e impoluta. Nunca está de más poner un poco de negro sobre blanco. La estética del vaquero roto, el multiparche, los 'preciosos' ugly shoes o el espíritu chandalero está ahí, volviéndolo todo más callejero. Si oyes que alguien nombra el 'lowbrow', que sepas que es el movimiento de arte visual underground que brotó en Los Ángeles en los años 70. Pero todo lo grafitero tiene aires del Bronx; ve sacando el chándal ya pero ya.

4. Es el último grito (guiño a Munch)

En Francia, Inglaterra o Alemania, incluso en Estados Unidos, el llamado nuevo arte contemporáneo ya es el último grito y aquí está empezando a serlo. Ahí están las galerías Swinton Gallery y Delimbo en Madrid, Montana Gallery y Fousion Gallery en Barcelona, o Plastic Murs en Valencia. Y artistas como Shepard Fairey, más conocido como Obey (el nombre de su firma de moda alternativa), el mismo que hizo del presidente Obama un icono pop; como el dibujante de gatos M. Chat; Cranio, famoso por sus dibujos de indios nativos brasileños de color azul, o la muralista de Terrasa Anna Taratiel, llamada OVNI.

5. Tu ocasión: una subasta solidaria

Si te apuntas a la deco urbana, aunque sea una pincelada, no te pierdas la subasta solidaria de Urvanity, en colaboración con la Asociación Española de Fundraising (AEFr), que tendrá lugar hoy martes, 27 de febrero, en la sede del Colegio de Arquitectos de Madrid (COAM), en una calle que no podía ser más apropiada, Hortaleza, en el número 63, entre Chueca y Malasaña. Es la ocasión de hacerse con piezas de artistas de renombre, de esos que “empezaron en la calle haciendo grafitis o pintando murales y fueron llevando ese arte al mercado a través de galerías”, nos cuenta Sergio Sancho, director de la feria. Orquestada, además, por la galería Durán.

6. ¿Qué encontrarás?

Los murales de artistas urbanos de nuestro país realizados en el marco del proyecto SOMOS de Arte Urbano y Solidaridad. La obra 'Exclusión social', de Suso33, pionero del postgrafiti, el street art y el arte urbano, y mayor exponente del livepainting en España; lo que se dice un crack, que ha hecho de la suyas en Londres, Nueva York o Shanghái. La de Fratelli Moca, a quienes se ha visto en Cuba, Ecuador, Perú, Chile, México o Estados Unidos, con su 'Hambre y pobreza'; la de MUSA ('Salud e investigación'), representante del grafiti 'wildstyle' español, que sigue dejando su huella en muros y caravanas por el mundo; o la de Belin, un artista plástico de Linares (Jaén) hiperrealista, que lleva por título 'Infancia'. Hay que pujar.

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