Perfumes femeninos: 10 novedades con las que quedarás como un rey
Regalar un perfume en Navidad parece la opción fácil. Y puede llegar a serlo, desde luego. Sobre todo si te dejas convencer fácilmente por los anuncios de la tele
Regalar un perfume en Navidad parece la opción fácil. Y puede llegar a serlo, desde luego. Sobre todo si te dejas convencer fácilmente por lo guapos, etéreos, modernos o estupendos que parecen los modelos en los anuncios de la tele.
Delicada selección
Regalar un perfume en Navidad parece la opción fácil. Y puede llegar a serlo, desde luego. Sobre todo si te dejas convencer fácilmente por lo guapos, etéreos, modernos o estupendos que parecen los modelos en los anuncios de la tele. Pero si lo que quieres es acertar de verdad, decirle a la persona a la que obsequias con un aroma concreto que todo lo que te gusta de ella, todo lo que te hace sentir bien cuando compartís momentos juntos, todo lo que significa en tu vida está escrito en los vapores de esa esencia que le entregas, entonces no es sencillo en absoluto.
Por mucho que tengas en común con una amiga, por mucho que creas que conoces los secretos de tu madre o los anhelos de tu hermana, por muy seguro que estés de que lo sabes absolutamente todo sobre tu pareja, cuando se trata de escoger una fragancia (sin que te especifiquen previamente lo que tienes que comprar, que eso es trampa), o prestas atención a los detalles o lo más seguro es que te acabes equivocando. ¿Y en qué te tienes que fijar? Básicamente en los gustos generales de esa persona.
Si hace elecciones de estilo sofisticadas, probablemente busque la misma intensidad en sus aromas de cabecera. Si se atreve con las tendencias más experimentales, seguro que también apuesta por un punto de ruptura vanguardista en sus fragancias. Si adora lo natural y prefiere vivir su vida sin ambages, hay muchas posibilidades de que los cítricos y los aromas limpios y marinos sean más que de su agrado. Si disfruta de la delicadeza de las cosas, puede que también sienta esa pasión por las flores esenciales.
Las combinaciones son casi infinitas, pero, para tu tranquilidad, las familias olfativas son limitadas. Te proponemos 10 fragancias. Y te vamos a confiar suficiente información para que crees una historia única y singular alrededor de ellas. Para que la receptora final de tan preciado regalo no solo se enamore del aroma, sino que también recuerde que al elegirlo has hecho un ejercicio de voluntad para desarrollar un magisterio en notas, acordes y volátiles solo por ella. Si no lo consigues, te devolvemos el dinero (en billetes de Monopoly, por supuesto).
La golosina adictiva
La forma correcta de descubrir Angel de Thierry Mugler es olérsela a otra persona. Alguien que la lleve habitualmente, que haya fundido su propio pH con esa explosión de vainilla, chocolate y caramelo. Si lo inhalas directamente en la perfumería, pulverizado sobre un aire ya de por sí sobrecargado de otros aromas, puedes acabar abrumado por su empalago inicial. Y Angel no es eso. Porque sobre la piel se transforma es una carga fragante personalísima, de esas que te obligan a preguntar a la persona que tienes ante ti qué perfume lleva.
Y no te será difícil encontrar a alguien que te sirva de guía porque desde su nacimiento en 1992 esta creación de Olivier Cresp es uno de los aromas más vendidos en España. Es intensa y persistente; dulce, por supuesto, pero muy femenina y con una evolución realmente singular. Perfecta para mujeres a las que no les importa lo más mínimo destacar entre la multitud y a las que les gusta que su aroma las acompañe todo el día. Prueba con la edición limitada de este año, una original bola estrellada con pulverizador retro que se llama Angel Étoile des Rêves de Thierry Mugler (75 euros).
El nuevo clásico
No es que Chanel Nº 5 necesite ninguna actualización. Desde su nacimiento en 1921 sigue siendo la más moderna de las fragancias. Y la más reconocible, con su originalísima combinación de rosa, jazmín y aldehído, un ingrediente químico poderoso e intenso que en ese mismo momento cambió el destino de la perfumería para siempre. Pero al igual que hace Karl Lagerfeld con los códigos estéticos de la maison cada temporada (los reescribe, se los salta, los homenajea, se los merienda, los transgrede...), sus perfumes también requieren una revisión-reinterpretación-homenaje cada cierto tiempo. Probablemente para recordarnos que el original es insuperable, pero que cada generación tiene su propia forma de iniciarse en él.
Por eso cuando el nuevo nariz oficial de Chanel, Olivier Polge, recibió la misión de crear un aroma nuevo a partir de otro legendario hizo bien en no sentirse intimidado. Prefirió lanzarse a esa aventura con los deberes bien hechos: recuperó la fórmula original del extracto de Nº 5 y tomándola como punto de partida jugó a destacar los acordes verdes sobre un corazón de rosa centifolia de Grasse, una maravilla de la naturaleza que solo florece en mayo durante 20 días al año y que alcanza su máximo potencial olfativo durante tan solos dos horas tras haber sido cortada.
El resultado es L’Eau, un nuevo miembro de la familia Nº5 que tiene la habilidad de suspender el mito en la frescura del aire primaveral y de volverlo todavía más vibrante y dinámico, perfecto para mujeres que se mueven como pez en el agua en estos tiempos de Instagram, inmediatez, globalización y lujo sostenible. ¿Sus coordenadas? Nº 5 L’Eau de Chanel (125 euros).
El sentido lírico de la elegancia
Todo lo que toca Hermès, esa casa de lujo silencioso con sede en París y dirección emocional en los lugares más exóticos del planeta, de Delfos a Marruecos, se convierte en devoción para todas esas personas con el gen excepcional del gusto refinado. Y su recién estrenada perfumista, Christine Nagel, ha conseguido elevar esas sensaciones intangibles a su enésima potencia con un perfume femenino que pretende ser la ecuación Hermès perfecta.
¿Cómo lo consigue? Logrando la cuadratura del círculo con un espléndido maridaje de cuero y rosa. Sencillez y sofisticación en una sola gota que atrae por igual a mujeres independientes y pragmáticas como a soñadoras y aventureras. En general, a todas aquellas que no se dejan seducir por la cacofonía y el exceso de los tiempos en los que vivimos y prefieren las sinfonías silenciosas de los materiales nobles. Eso sí, la distinción sale un poco cara porque este prodigio aromático que se llama Galop d’Hermès cuesta 234 euros.
La modernidad sutil
Si lees habitualmente a nuestra editora de moda, Carmen Olalla, seguro que ya te has hecho irremediablemente adicta a sus galerías de prendas, joyas y accesorios en perfecto equilibrio y a sus impagables consejos de estilismo actual que consiguen hacer del periplo diario una travesía mucho más sencilla y glamourosa. Eso es porque Carmen es una mujer de gusto im-pe-ca-ble. Así que contarte que su perfume favorito es Unnamed de Byredo (98 euros) es la mejor forma de describir una fragancia unisex que en ella es como un soplo de refinamiento minimalista en clave de musgo, especias y un curioso acorde de ginebra que lo dice todo sin abrumar con palabras. Suponemos que por eso no tiene ni nombre.
El bouquet contemporáneo
Miss Dior nació en una noche provenzal salpicada de luciérnagas en la que la rosa de mayo empezaba a abrirse con la promesa del amanecer. Así lo entendió Monsieur Christian Dior, que era un hombre tan enamorado de las flores de su jardín que las convirtió en mujeres de carne y hueso con vestidos con formas de cálices, pétalos y estambres. Por eso quiso que el primer perfume de su maison fuese como un ramillete de primavera cuajado de rocío. En su nueva encarnación, Miss Dior Absolutely Blooming de Dior (104 euros), el perfumista François Demachy ha actualizado la fragancia con acentos de miel y pimienta, para que brille con una intensidad moderna que atrapa a las nuevas generaciones de mujeres.
La emoción en una gota de fragancia
Hay muchos perfumistas en el mundo a los que es justo y necesario conocer y admirar: Jean-Claude Ellena, Thierry Wasser, Carlos Benaïm... Pero solo hay un gurú del buen gusto que aúna poesía mágica, poderosa imaginería fotográfica, identidad visual, diseño feroz y maestría sublime. Se llama Serge Lutens y lleva 34 años creando combinaciones fragantes portentosas que se han erigido por sí mismas en objetos de culto.
En su fascinante salón de perfumes escondido en los soportales del Palais Royale parisino se pueden conseguir todas sus creaciones (Feminité du Bois, Tubereuse Criminelle, Chergui, Santal Blanc...) en maravillosos frascos de cristal con forma de campana con tapones que se pueden personalizar con iniciales talladas. Es el culmen de la excelencia. Pero no hace falta ir tan lejos para disfrutar de su arte. En las perfumerías españolas también es posible encontrar su último ingenio. L’Eau de Paille de Serge Lutens (81,85 €) es un originalísimo perfume que contiene una composición botánica de cereales, incienso y vetiver que huele a limpio, a campos de trigo y cebada recién cortados y a sol acariciándote el rostro mientras te echas una siesta bajo la plácida sombra un árbol una tarde de verano.
El instante capturado
Su nombre, que significa la hora azul, hace referencia a ese momento del atardecer en el que el sol ya ha caído y las sombras empiezan su largo reinado. Pero la noche todavía no se ha hecho fuerte y resiste la luz suficiente para distinguir un paisaje melancólico inundado de añiles. Jacques Guerlain convirtió ese instante efímero en una historia olfativa que denominó L’Heure Bleue de Guerlain (117 euros). Lo hizo en 1912 con una fórmula de intensidad oriental y delicadeza floral que además propone un inesperado acorde acidulado. Y es precisamente ese toque amargo el que la convierte en una fragancia que sigue siendo actual y trendy más de 100 años después.
La calidez como fondo de armario
Aerin Lauder es toda una señora. En el sentido más amplio y refinado del término. Encarna a la perfección el 'laid back' norteamericano, que viene a significar que posee de forma intrínseca esa elegancia chic del Upper East Side neoyorquino que igual sirve para ser la anfitriona perfecta de una gala del MET que para pasearse descalza por la arena de su casa en los Hamptons con su caftán de seda ondeando al viento.
Pero Aerin suma a todo eso una habilidad extraordinaria para convertir su presencia y sus admirables cualidades sociales en aromas que definen todo lo que exhala su envidiable existencia. Su última propuesta olfativa se llama Tangier Vanille de Aerin Lauder (100 euros) y es de una calidez embriagadora. Sus acordes de vainilla de Madagascar, rosa de Bulgaria, bergamota italiana, benjuí, sándalo y almizcle se adhieren a la piel con total naturalidad para elevar el aroma personal a la categoría de esencia sin excesos, pero con un punto de intensidad que permanece felizmente en el tiempo.
La singularidad moderna
Para disfrutar de Miu Miu Eau de Parfum (103 euros) puedes ser una fan de la firma de prét â proter italiana que comanda con creatividad desbordante Miuccia Prada o simplemente puedes ser una mujer que valora la originalidad, la imaginación, el diseño, los detalles y el esfuerzo por salirse de lo común. Este perfume lo consigue de dos formas. Con su interior, que contiene una fragancia de destellos florales de muguet y jazmín, de frescura picante de pimienta de Akigalawood y de fondo terroso y aterciopelado de madera noble. Así como con su exterior, mediante un frasco de vidrio opaco en azul celeste con el acolchado característico de los bolsos de la firma y un tapón coronado por un círculo rojo de plexiglás que da gusto colocar en el tocador, en el baño o incluso en el aparador del salón. Cualquier sitio con tal de que se vea y luzca como se merece.
La feminidad retro
La de Femme es una historia de amor que traduce la pasión absoluta que Marcel Rochas sentía por su mujer, Hélène, al lenguaje de los aromas. De hacerlo se encargó el gran perfumista de mitad de siglo XX, Edmond Roudnitska, creador también de esencias magistrales como Diorissimo y Eau Sauvage para otra casa de alta costura, Christian Dior.
En Femme de Rochas (72 euros) se atrevió a utilizar por primera vez un acorde de ciruela y lo emparentó con jazmín e ylang ylang, pero también con especias como el comino, el clavo y la canela. A la fórmula original, de 1943, se atrevió a hacerle unos pequeños y maravillosos ajustes Olivier Cresp en 1989 para intensificar su lado más voluptuoso y provocador. Apto para damas sofisticadas que se atreven con todo.
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Regalar un perfume en Navidad parece la opción fácil. Y puede llegar a serlo, desde luego. Sobre todo si te dejas convencer fácilmente por lo guapos, etéreos, modernos o estupendos que parecen los modelos en los anuncios de la tele.
- Solo para ellos: ocho fragancias masculinas con notas de otoño Juanjo Madrigal