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¿Deberías cambiar de champú en invierno?
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DUDAS RESUELTAS

¿Deberías cambiar de champú en invierno?

Definitivamente sí. El frío, la lluvia, el viento y la calefacción afectan a nuestro cabello. Los expertos te dan las claves

Foto: Protege tu cabello en invierno. (Imaxtree)
Protege tu cabello en invierno. (Imaxtree)

Si no usas la misma crema en invierno que en verano, ¿por qué íbamos a tirar del mismo champú? “El pelo y la piel son muy similares en comportamiento. De la misma forma que cuando hace frío notamos la piel seca y buscamos tratamientos más untuosos, con las bajas temperaturas la melena se reseca y toca utilizar un champú específico”, asegura Mario Anes, director artístico de Cotril en España. Es curioso, porque lo habitual es que hagamos el cambio en verano (y escojamos uno con protección solar y del color, que contrarreste los daños del salitre o el cloro), pero a menudo olvidamos hacer lo propio en invierno, cuando en realidad en cada estación la fibra capilar pide algo distinto.

Foto: Champús sólidos, ingredientes y propiedades fundamentales. (Imaxtree)


De ahí que, como apunta Sonia Atanes, directora del salón SAHB en Madrid, los tamaños de venta sean de 250 o 300 ml. Como explica Anes, en primavera y otoño lo importante es hidratar, en verano proteger y en invierno nutrir. Los culpables son el frío, la lluvia, el viento, los cambios bruscos de temperatura y los hormonales. La dermatóloga Rita Rodrigues, del Grupo Pedro Jaén, añade las calefacciones y el factor 'intemperie', sobre todo en deportistas: la humedad no deshidrata, pero sí el viento seco. También recomienda observar el tipo de cuero cabelludo que tenemos, si es seco o graso.

placeholder Notarás una mejora capilar. (Imaxtree)
Notarás una mejora capilar. (Imaxtree)


Según el estilista capilar Borín, de Alicante, “en estos meses es normal que el pelo dure menos tiempo limpio y se vea con la raíz grasa enseguida. Esto ocurre porque las glándulas sebáceas, ante ese cambio radical de temperatura, aumenta su producción. Sin embargo, en el largo del cabello ese descenso térmico facilita la deshidratación; la humedad ambiental, junto al frio, se traducen en encrespamiento, en un aspecto mate y frágil, sin olvidar la electricidad estática producida por el viento y el roce de la melena con prendas sintéticas”. Gloria Pavía, directora de comunicación de Lush, señala la exposición a vientos fuertes como causa de enredos y cepillados demasiado frecuentes, que pueden causar roturas y puntas abiertas.

Con aceites y vitaminas

El champú perfecto cuando descienden los termómetros, coinciden los expertos, tiene que ser hidratante y nutritivo y contener aceites: Borín resalta el de aguacate, coco, argán y almendras por su poder suavizante y regenerador, junto al jugo de aloe calmante y las algas nori protectoras frente a los agentes externos. Desde Cotril añaden el aceite de monoï, el de oliva y el de equiseto (cola de caballo), así como las vitaminas A y E y el extracto de jojoba. Para Sonia Atanes, en invierno conviene añadir tratamientos antifrizz y protectores térmicos, ya que además de aislar de las herramientas de calor, lo hacen frente a los cambios de temperatura.

Agua por dentro y por fuera

Si tu pelo necesita hidratación, está pidiendo agua. Primero ingerida, como señala Borín. “Tenemos que beber la cantidad suficiente para asegurar una buena hidratación interna. Desde fuera, en la ducha, ojo con el agua demasiado caliente, porque estimula la secreción de grasa y elimina el manto ácido que protege la piel del cuero cabelludo. También sugiero evitar frotarlo porque estimularía aún más la glándula sebácea, es mejor masajear suavemente”. El peluquero aconseja usar mascarilla o un tratamiento intensivo una vez por semana, cepillar la melena a diario con cepillo de madera y cerdas naturales, y acabar con un sérum o bruma protectora para evitar la electricidad estática.

Bain Satin 2 de Kérastase. Un baño nutritivo para cabello seco que aporta brillo y suavidad protegiéndolo desde la raíz, pero que deja el pelo flexible, nada apelmazado (20,9 euros).

placeholder Kérastase.
Kérastase.
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Champú Nutro de Cotril. Nutriente, para melenas extremadamente secas, opacas y sensibilizadas. No tiene parabenos, no aporta peso y lo deja suave, luminoso (15,40 euros).

placeholder Cotril.
Cotril.

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Champú Sulfate Free de California Mango. El champú de esta marca vegana y sin sulfatos contiene quinoa, provitaminas B3 y B5, extractos botánicos de mango y proteínas de lino, goji, papaya y granada, que hidratan y recuperan el brillo; de venta en www.californiamango.es (18 euros).

placeholder Mango.
Mango.

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Champú seco en espuma Cheat Deay de Pantene. Ideal para llevar en el bolso, estar perfecta al instante y potenciar el brillo natural en tan solo 60 segundos sin tener que cepillarse después. Su fórmula es espumosa (9,99 euros).

placeholder Pantene.
Pantene.

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Si no usas la misma crema en invierno que en verano, ¿por qué íbamos a tirar del mismo champú? “El pelo y la piel son muy similares en comportamiento. De la misma forma que cuando hace frío notamos la piel seca y buscamos tratamientos más untuosos, con las bajas temperaturas la melena se reseca y toca utilizar un champú específico”, asegura Mario Anes, director artístico de Cotril en España. Es curioso, porque lo habitual es que hagamos el cambio en verano (y escojamos uno con protección solar y del color, que contrarreste los daños del salitre o el cloro), pero a menudo olvidamos hacer lo propio en invierno, cuando en realidad en cada estación la fibra capilar pide algo distinto.

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