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Un arriesgado corte de pelo antes de subir al altar, el trucazo de Nicola Peltz
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Un arriesgado corte de pelo antes de subir al altar, el trucazo de Nicola Peltz

La boda más esperada del panorama celeb internacional convertía Miami en el centro del mundo. La novia, Nicola Peltz, se guardaba un arriesgado as bajo la manga, un cambio de look de última hora

Foto: Brooklyn Beckham y Nicola Peltz, en el desfile de Valentino primavera-verano 2022. (Getty/Pascal Le Segretain)
Brooklyn Beckham y Nicola Peltz, en el desfile de Valentino primavera-verano 2022. (Getty/Pascal Le Segretain)

Más efectiva que la tradición de llevar algo azul o algo prestado es la de no cortarse el pelo antes de una boda. El tiempo exacto a evitar no está realmente fijado, pero cuanto más espacio pueda haber entre la visita a la peluquería y el día del enlace mucho mejor. Nicola Peltz, ahora flamante esposa de Brooklyn Beckham -primogénito del estiloso matrimonio-, había cumplido con la tradición y las tijeras no habían modificado su melena… Hasta que llegó el día de su boda y Nicola cortó por lo sano (y trendy).

Una de las indudables claves del perfecto look de la novia era su marcado sabor noventero, líder de las tendencias y fundamental en toda celebración centennial. Pero, más allá de su Valentino hecho a medida con guantes bordados, una joya de velo y las plataformas de punta cuadrada que la firma italiana ha puesto de moda, el look beauty de Nicola rezumaba la estética de la década, sin excesos y con la finalidad de crear un lienzo tremendamente favorecedor.

Foto: Victoria Beckham. (Getty/ Tristan Fewings)

El flequillo del éxito… Cinco minutos antes de la boda

Gracias a las fotografías que tanto la edición internacional de 'Vogue' como la británica compartían en Instagram y que los novios se encargaron de difundir, descubríamos un cambio de look en la melena de Nicola. Por primera vez en mucho tiempo, un flequillo Bardot, abierto y degradado, enmarcaba el rostro de la actriz. Sin embargo, no era un corte de pelo retro sesentero como pudiéramos pensar. Cada tijeretazo estaba medido para lograr el flequillo que las divas de los 90 lucían.

“Corté un flequillo de Claudia Schiffer en los 90, minutos antes de la boda”, explicaba Adir Abergel, el estilista capilar detrás del corte de pelo y peinado de Nicola Peltz el día de su boda. El peluquero es toda una celebrity del cabello, además de ser el fundador de la marca de cosméticos de cuidado capilar Virtue Labs, detrás de las melenas de decenas de celebrities. El flequillo de Nicola se inspiraba en el voluminoso degradado de Claudia, que ayudaba a estructurar la melena y que también veíamos -algo más exagerado- en Pamela Anderson.

Foto:  Sebastian Stan y Lily James, en un fotograma de la serie 'Pam y Tommy'. (Cordon Press/Erin Simkin/©Hulu/Courtesy Everett Collection)

La arriesgada decisión de la novia de cortarse el pelo unos minutos antes de la ceremonia respondía más a la funcionalidad que al efecto ‘wow’. A pesar de llevar un semirrecogido con el que podía dejar parte de su cabello suelto y la otra mitad recogido para sustentar el pelo del moño, el peinado podría parecer demasiado sobrio, algo que no encaja con el estilo de la pareja.

Al incorporar el flequillo, abierto y perfectamente moldeado, se liberaba tensión y añadía un toque 'casual' mucho más juvenil. Eso sí, a pesar de la rapidez que precisaba el corte de pelo, para conseguir el efecto era necesaria una precisión medida al milímetro. El tendencioso flequillo de Nicola Peltz en su boda seguía un poco las normas del bottleneck fringe y encontraba mechones más cortos hacia el centro que, progresivamente, se iban haciendo más largos. De este modo, el flequillo no solo era ligero, sino que enmarcaba el rostro dejando a la vista los ojos de la novia y potenciando la prominencia de sus pómulos.

A la hora de peinarlo y conseguir ese volumen esponjoso tan característico de la década de los 90, el estilista recurrió a una tenacilla ancha con la que crear una onda más grande y levantar el cabello de la raíz. Con la misma herramienta, se marcaron algunos mechones para dar más movimiento a la melena y mantener la estética 'casual'.

placeholder Claudia Schiffer, en los World Music Awards de 1995 con un rubio de raíces oscuras. (Cordon Press)
Claudia Schiffer, en los World Music Awards de 1995 con un rubio de raíces oscuras. (Cordon Press)

Las mascarillas del backstage para toda la familia

Es de sobra conocida la pasión de toda la familia Beckham por el cuidado de la piel. Si David fue el primero en ser catalogado como ‘metrosexual’ por prestar atención a su rutina cosmética, Victoria terminó lanzando su propia línea de maquillaje y su división de cosméticos. La tradición beauty continúa en el celebérrimo clan y todos sus miembros comparten con orgullo sus rituales de belleza. Uno de sus pasos favoritos, como hemos podido comprobar en varias ocasiones, es el uso de las mascarillas. La firma fetiche de los Beckham: 111 Skin.

Las mascarillas de biocelulosa desarrolladas por el médico y cirujano estético Yannis Alexandrides son las favoritas no solo de las celebrities sino también de los profesionales, siendo el paso previo básico en los backstages de las mejores semanas de la moda. Para el fotografiadísimo maquillaje de Nicola Peltz en su boda, la piel de la actriz no solo tenía que estar jugosa y radiante sino cuidada, y la respuesta eran las instagrameables mascarillas. Como Vanitatis ha podido saber, para la boda de Brooklyn y Nicola, la familia Beckham pidió decenas de mascarillas de 111 Skin. Como dato curioso, las famosas mascarillas son uno de los pilares de los tratamientos faciales del spa del madrileño hotel Four Season (Calle Sevilla 3).

Maquillaje de alta costura

Si el vestido era ‘custom made’ y la piel se cuidaba con trucos de los profesionales del backstage, el maquillaje debía mantener ese halo fashionista y glamuroso, sin olvidar la estética centennial de sabor noventero. La encargada de materializarlo era Kate Lee, maquilladora oficial de Chanel y uno de los miembros fundamentales del equipo de estilismo de Nicola Peltz.

La idea, como explicaba Kate Lee a la edición británica de 'Vogue', era crear un maquillaje que permitiera acentuar los rasgos naturales de la novia, pero incorporando también detalles modernos y no tan tradicionales como puede ser el contouring en sus pómulos. Durante una gran parte de la ceremonia, Nicola mantuvo el velo sobre su rostro, por lo que era necesario que su maquillaje fuera visible incluso a través de las fibras y le permitiera resaltar sus enormes ojos.

La mirada es quizá la parte del maquillaje que más destacaba en esa fingida naturalidad. Para lograrlo, el ‘cut crease’ del contouring de ojos resultó fundamental. Con un sombreado muy parecido a su tono de piel pero ligeramente satinado, se iluminaba todo el párpado móvil, para acentuar la cuenca con una sombra topo -entre marrón claro y gris pálido-. No faltaba el iluminador casi glitter en el lagrimal para abrir aún más el ojo.

Otro detalle al que no dejar de prestar atención era la forma en la que la maquilladora delineaba la mirada. Siguiendo la estela del look noventero de Claudia o Pamela, el párpado superior se perfilaba con un trazo grueso, probablemente realizado con lápiz negro, pero sin pretender rematarlo perfectamente. Las inmensas pestañas postizas hacían el resto para lograr ese efecto 'cat eye'. La mirada de Nicola mantenía así muchísima luminosidad, pero con una forma rasgada muy sensual y Bardot.

Pero volvamos a la piel. Tras los 20 minutos de mascarilla de biocelulosa que trataron e hidrataron la piel de la novia por secciones, tocaba sellar esa hidratación para perpetuar el efecto de piel jugosa. La maquilladora confesaba a 'Vogue' que para lograrlo recurrió al Baume Essentiel Multi-Use Glow Stick in Pearlescent de Chanel, un bálsamo perfeccionador que puede utilizarse como prebase antes del maquillaje o solo y que funciona como un stick iluminador. Gracias a su acabado perlado sobre la piel, esta refleja la luz y extrema la sensación de luminosidad.

Tras las correcciones de color para homogeneizar el tono de la piel de Nicola y crear una base que resistiera el enlace y la posterior celebración, tocaba marcar el pómulo. A pesar de que las generaciones Y y Z son defensoras de los maquillajes de piel muy natural, Nicola Peltz siempre se ha caracterizado por ser fan del contouring y su boda no podía ser una excepción. El hueso de sus pómulos se marcaba con ayuda de polvos bronceadores muy ligeros y un par de tonos más oscuros que su piel para estructurar su rostro.

Exactamente, el mismo tono cálido, entre marrón nude y rosa empolvado, se trasladaba a su boca. La maquilladora perfilaba los labios primero con un noventero lápiz marrón, para luego rellenarlos del tono nude amarronado y colmarlos con una generosa capa de gloss. El resultado era un maquillaje muy homogéneo que, como la maquilladora apuntaba, mantenía la naturalidad, pero incorporando los elementos de los 90 con los que la novia se encuentra especialmente cómoda. Otro dato curioso que conocíamos gracias al peluquero de Nicola era que esa misma estética noventera estaba presente en el look de una de sus mejores amigas, que pidió una melena “a lo Kate Moss en los 90”.

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Más efectiva que la tradición de llevar algo azul o algo prestado es la de no cortarse el pelo antes de una boda. El tiempo exacto a evitar no está realmente fijado, pero cuanto más espacio pueda haber entre la visita a la peluquería y el día del enlace mucho mejor. Nicola Peltz, ahora flamante esposa de Brooklyn Beckham -primogénito del estiloso matrimonio-, había cumplido con la tradición y las tijeras no habían modificado su melena… Hasta que llegó el día de su boda y Nicola cortó por lo sano (y trendy).

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