¿Es realmente tan importante usar un desodorante que no contenga aluminio?
Los desodorantes con aluminio eliminan tanto el olor como el sudor. Pero la mala fama que tiene este metal en cosmética los ha demonizado, cuando quizá no sean tan malos
Nos guste o no, todos sudamos en mayor o menor medida, ya que el sudor es la forma que tiene el cuerpo de regular la temperatura. “Este está compuesto principalmente de agua, por lo que es inoloro. Sin embargo, son las bacterias de nuestro cuerpo, que proliferan en ambientes cálidos y húmedos, las que causan el mal olor”, explican desde Weleda.
Se calcula que los seres humanos tenemos alrededor de una bacteria por cada una de nuestras células: unos 39 billones de bacterias en total presentes en nuestro cuerpo.
La piel es una barrera que nos protege del exterior, pero “un ecosistema cutáneo saturado o descontrolado en las glándulas sudoríparas apocrinas de la bóveda axilar puede provocar trastornos y desequilibrios, como la sudoración excesiva o el mal olor”, añaden desde Armonía Cosmética Natural.
De ahí que para reducir el olor corporal sea necesario el uso diario de un desodorante o de un antitranspirante, en el caso de necesitar también prevenir la sudoración excesiva con ayuda de las sales de aluminio.
Y, a pesar de tratarse de dos productos totalmente diferentes, la gente no suele diferenciarlos entre sí. “Básicamente, un desodorante es un producto destinado a enmascarar el olor, con ayuda de perfume o componentes que absorben la humedad. Y en el caso de los antitranspirantes pueden incluir estos dos mecanismos, junto con el aluminio o sus derivados, que tienen la misión de reducir la secreción de sudoración”, aclara Mercedes Abarquero, directora científica de Laboratorios Vichy.
El principal problema es que el aluminio ha sido un ingrediente cosmético demonizado durante los últimos años y asociado a algunas enfermedades como el alzhéimer o el cáncer de mama.
Esto unido al auge de la cosmética natural han convertido a los desodorantes antitranspirantes en el enemigo número uno de nuestras axilas. “La seguridad de los desodorantes con aluminio es un tema de debate. Se considera que son seguros cuando se usan según las instrucciones del fabricante. Aunque algunas investigaciones han sugerido una correlación entre el uso de aluminio en desodorantes y el riesgo de ciertas enfermedades, pero hasta la fecha no se ha demostrado una relación causal directa. La investigación sobre este tema sigue en curso”, comenta Nina Urgell, fundadora de la marca de cosmética natural Mid/night 00.00.
¿Son entonces seguros los desodorantes con aluminio?
La máxima de la reglamentación cosmética es la seguridad de los consumidores, por lo que el uso de los antitranspirantes es seguro. “Las sales forman pequeños agregados en la boca de los canales por los que fluye el sudor, por lo que son eficaces para combatir tanto la transpiración como los olores asociados a la misma”, esclarece Abarquero. Además, los diversos estudios que se han realizado indican que el aluminio aplicado en las formulaciones antitranspirantes permanece fuera del cuerpo.
“Existen diferentes tipos de sales de aluminio y la mayor parte se pueden utilizar sin restricciones en los cosméticos. Además, suelen ser usados en formulaciones donde el aluminio es insoluble, lo que hace que no sea absorbible por la piel. Diferentes resoluciones del Comité de Seguridad de los Cosméticos aseguran que los desodorantes con aluminio son seguros para su uso”, apunta la misma experta
¿Cuándo usar un desodorante con aluminio?
El desodorante normal y el desodorante antitranspirante son dos productos totalmente diferentes, destinados a cubrir necesidades distintas. Por eso la elección de elegir un desodorante que contenga aluminio en su formulación o no depende de las necesidades y preferencias individuales. “Las personas preocupadas por los posibles riesgos de este activo y sensibilizadas por el impacto ambiental pueden optar por desodorantes sin aluminio”, recomienda Urgell. Pero “en casos de sudoración extrema normalmente se debe recurrir a un antitranspirante, pues ayuda a reducir la secreción de sudor”, matiza la directora científica de Laboratorios Vichy.
Por último, recuerda que un buen desodorante es aquel que permite que la piel respire respetando la microbiota cutánea, sin dejar manchas ni suciedad, mientras reduce el olor corporal.
Tus aliados
Traitement Anti-Transpirant 48H de Vichy
Desodorante roll-on que dura hasta 48 horas eficacia gracias a la combinación de agentes antiperspirantes y absorbentes como el perlite. Testado en pieles sensibles bajo control dermatológico, su textura es seca, suave y no pegajosa. No deja marcas blancas en prendas de color y reduce las amarillas en la ropa blanca.
Deodorant de Mid/night 00.00
Desodorante en gel de secado rápido, que combate el olor gracias al ácido mandélico y al activo prebiótico Deobiome Non, que permite que la piel respire respetando la microbiota cutánea, sin dejar manchas ni suciedad.
Desodorante Roll-on Antitranspirante de Clinique
La fórmula de este antitranspirante en roll-on seca rápido, no mancha y previene de la humedad y el olor, ofreciendo una protección de larga duración. No contiene microplásticos, silicona, aceite de palma, parafina, parabenos, sulfatos, ingredientes grasos, ni perfume, y es apto para pieles sensibles.
Desodorante Spray de Salvia de Weleda
Con una fórmula natural mejorada, que incorpora dos nuevos ingredientes con efecto antimicrobiano, neutraliza los olores desagradables sin alterar las funciones de regulación natural de la piel.
Noodor, de Armonía Cosmética Natural
Tratamiento en crema que actúa sobre la microbiota para neutralizar durante días los factores que producen el mal olor del sudor. Inhibe las bacterias que provocan el olor, eliminándolo a la vez que protege la zona de irritaciones y sin frenar el proceso natural y necesario de sudoración (12,50 €).
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Nos guste o no, todos sudamos en mayor o menor medida, ya que el sudor es la forma que tiene el cuerpo de regular la temperatura. “Este está compuesto principalmente de agua, por lo que es inoloro. Sin embargo, son las bacterias de nuestro cuerpo, que proliferan en ambientes cálidos y húmedos, las que causan el mal olor”, explican desde Weleda.