Por qué no deberías usar desodorante íntimo a menudo

Hay quien no es capaz de salir a por el pan sin perfumarse, y hay quien no concibe una cita pasional sin hacer lo propio con su zona íntima. Las 4.960.000 búsquedas de Google lo confirman; cada 0,47 segundos alguien escribe los términos 'desodorantes vaginales'. Bajo la promesa de refrescar la zona genital con un aroma agradable, estos productos, que pueden presentarse en spray, polvo, toallitas o incluso supositorios, se están convirtiendo en los últimos tiempos en un must de mujeres (sobre todo) y también hombres que se sienten inseguros ante la posibilidad de presentar cierto olor en su zona íntima, sobre todo a la hora de practicar sexo oral. ¿Acaso no debería oler a nada o hacerlo a flores? ¿Nos hemos vuelto locos sin criterio a la hora de valorar qué productos debemos consumir y cuáles no en esta oferta desbordante que es el mercado del cuidado personal?

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Preguntamos a los especialistas encargados de salvaguardar la salud del área genital, dermatólogos y ginecólogos, y observamos que hay consenso: este tipo de desodorantes no deben usarse a la ligera. La doctora Ana Molina, dermatóloga de la Fundación Jiménez Díaz y profesora en la Universidad Autónoma de Madrid, explica las características de esta zona: “Es rica en glándulas apocrinas, las cuales producen un sudor diferente al resto del cuerpo, por eso los genitales tienen un olor peculiar, pero esto no debe causar rechazo si hay buena higiene, es un olor normal que no habría que cambiar ni disimular. Además, un cambio en el olor de la zona puede significar una infección, por lo que enmascararlo con este tipo de productos puede empeorar el problema”. Al ser la piel de esta parte muy sensible, es preferible no exponerla a irritantes innecesarios, pues al cambiar el pH de la zona puede aparecer picor y escozor.

“Lo mejor es usar productos de limpieza bajos en detergentes, sin perfume y con el pH adecuado; y sobre todo nunca lavar la vagina ni aplicar estos productos en su interior, únicamente lavar la vulva, es decir, la parte externa de los genitales”, defiende la doctora Molina. La dermatóloga Lola Conejo-Mir, del Hospital Universitario Virgen Macarena de Sevilla y de la clínica Dermagroup, aclara cómo fluctúa el pH íntimo en función de la etapa vital: “En el caso de la mujer, principal usuaria de estos productos, su pH en la infancia y tras la menopausia es más básico, en torno a 7; y más ácido, entre 4 y 5, durante la edad fértil. También varía según el momento del ciclo menstrual: más básico durante la menstruación y más ácido en la fase previa”. Abusar de los neutralizadores del olor vaginal, según la dermatóloga, puede favorecer las dermatitis tanto irritativas como alérgicas de la vulva, así como las infecciones de la vagina que pueden producir justamente el efecto contrario al deseado: mal olor. ¿Qué debemos hacer si notamos cambios en el flujo genital? “Acudir al ginecólogo para hacer un cultivo y descartar una infección, la causa más habitual del problema. También es importante tener en cuenta que existen otros factores, como la falta de higiene, el abuso de compresas o salvaslips, el tabaco o los antibióticos orales, que favorecen un posible mal olor”, añade la Dra. Conejo-Mir.

Una vez al año no hace daño

Hay consenso a la hora de puntualizar cuándo usar un desodorante íntimo. El Dr. Jackie Calleja es ginecólogo y director médico de BMum, clínica especializada en la mujer. “Puede ser útil en mujeres con un flujo más intenso o con un olor fuerte, pero recomiendo fijarse en que solo se trate de un suave modificador del olor corporal, porque si lleva un exceso de antisépticos, sustancias microbicidas o bactericidas puede alterar el ecosistema vaginal, ya que en el interior hay hongos, bacterias y lactobacillus que regulan dicho ecosistema para evitar infecciones o el sobrecrecimiento de algunas poblaciones bacterianas, y estos productos llevan en muchas ocasiones antisépticos y sustancias que pueden modificar ese equilibrio”. Pueden utilizarse eventualmente, confirman el ginecólogo y las dermatólogas, pues es su uso repetido lo que ocasiona problemas. También es recomendable elegir ropa interior de algodón y pantalones que no compriman la zona, para que haya ventilación. Y lo más importante, en boca de la Dra. Molina, normalicemos el olor genital.