Vuelve 'Prácticamente Magia' con Sandra Bullock y Nicole Kidman: cómo han cambiado las actrices en 26 años
Más de un cuarto de siglo después, Sandra Bullock y Nicole Kidman volverán a compartir pantalla y su cambio físico es uno de los platos fuertes de ‘Prácticamente magia 2’
El anuncio de la segunda parte de la película que uniera a Sandra Bullock y Nicole Kidman en 1998, se ha convertido en uno de los temas de conversación más candente en las redes sociales.
La cinta, basada en la novela ‘Prácticamente magia’ de Alice Hoffman, convertía a las dos actrices en las treintañeras hermanas Owen. 26 años después y cada una con un Oscar a la Mejor Actriz bajo el brazo, esta segunda entrega promete muchos cambios, principalmente en el rostro de Kidman y Bullock.
Si en 1998, Nicole Kidman tenía 31 años, ahora la australiana está a punto de cumplir 57, mientras que Sandra Bullock tenía 34, este año cumplirá 60.
La forma de ambas de entender el paso de los años ha sido muy diferente, algo que comprobaremos en la gran pantalla con el estreno de la cinta.
Nicole Kidman antes y después
La actriz australiana siempre se ha caracterizado por llevar un tipo de vida muy saludable, cuidando tanto la alimentación como manteniendo una estricta rutina de entrenamiento. Hace un año, su portada para 'Perfect.', así lo demostraba. Sin embargo, los cambios físicos más notables en la imagen de Nicole Kidman no están en su cuerpo, sino en su rostro.
Los evidentes y confesos retoques estéticos de la actriz australiana la convirtieron en un ejemplo del abuso de la toxina botulínica, llegando a tener una marcada parálisis en la frente y unas elevadas cejas que aportaban a su rostro un gesto artificial e incluso limitaban su forma de sonreír.
Sin embargo, tras las críticas, Kidman cambió su forma de utilizar los inyectables. Ya no los usa para detener el tiempo y los músculos. "Está claro que sigue utilizándolo habitualmente, junto con rellenos faciales que no solo la ayudan a conservar el volumen facial, sino que también mejoran la forma de su cara y eliminan el incipiente surco nasogeniano", analizaba el doctor Leo Cerrud, médico estético que nos ayudó a precisar en los retoques de la actriz australiana.
Sobre su rostro también planea un cambio en el óvalo facial que podría explicarse con una bichetcomía, un aumento en el volumen de sus labios, probablemente con rellenos de ácido hialurónico o una blefaroplastia para evitar la caída de los párpados, algunos retoques que los médicos señalan a simple vista.
Otros cambios fácilmente reconocibles en estos 26 años son, por ejemplo, el color de su cabello o la forma de maquillarse. En la película de 1998, Nicole Kidman vivía su etapa pelirroja, con una melena XL de capas largas y flequillo recto al estilo curtain, ahora uno de los cortes de pelo tendencia. Su maquillaje era muy minimalista, algo que dista mucho de su look actual.
Sandra Bullock antes y después
Mientras los retoques estéticos de Nicole Kidman llegaron a colmar titulares durante años, los escarceos beauty de Bullock siempre han seguido una línea más discreta, llamando la atención en algún momento puntual (como los Oscar de 2018). La actriz estadounidense prima el cuidado de la piel y su tersura por encima de otras modificaciones, por lo que no hemos visto un cambio marcado en los volúmenes de su rostro, ni ningún tipo de parálisis, a pesar de que su frente carece de la más mínima arruga y sus pómulos se mantienen con la misma plenitud que entonces.
A unos días de cumplir los 60 años, otra de las particularidades estéticas de Sandra Bullock es que, en estos 26 años, no ha modificado ni el largo de su melena ni el color de su cabello. Es fiel al castaño oscuro, sin mechas, degradados ni canas y tiene la suerte de poder presumir de la misma cantidad de cabello, luciendo siempre una voluminosa melena que roza la altura del pecho.
La imagen de Sandra Bullock parece congelada en aquel 1998, aunque sí encontramos ligeras modificaciones en su maquillaje. La actriz era una fiel seguidora de los estilismos beauty de la década, luciendo unas finísimas cejas y los labios perfilados en marrón, algo que ahora no entra en sus parámetros estéticos.
Bullock prefiere enmarcar la mirada siempre en colores oscuros, con sombras y lápices de ojos marrones y negros, dándole especial protagonismo a sus pestañas. Y, en cuanto a sus labios, los marrones que harían las delicias de Hailey Bieber han dejado paso a labiales nude muy naturales, un look radicalmente opuesto al de Sally Owen, su personaje en Prácticamente magia.
El anuncio de la segunda parte de la película que uniera a Sandra Bullock y Nicole Kidman en 1998, se ha convertido en uno de los temas de conversación más candente en las redes sociales.
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