Tengo el cuero cabelludo enrojecido: qué significa, cuáles son sus consecuencias y cómo puedo tratarlo
Solemos prestar más atención a la caspa o la dermatitis, pero el cuero cabelludo también puede enrojecerse y puede tener consecuencias desagradables, además de causas que no esperas
Todo comenzó cuando, en mi última visita a la peluquería, me propusieron hacerme un tratamiento personalizado al máximo. Para ello, con ayuda de una cámara analizaron mi cabello desde la raíz hasta las puntas.
El cuero cabelludo, pilar de la salud capilar, era una de las zonas críticas, y para mi sorpresa, resultó que mi cierto cabelludo estaba enrojecido. “¿Te pica a menudo?”, me preguntó Park Soo-kyung, gerente del salón Chahong en Seúl.
La verdad es que nunca había notado un picor demasiado significativo en el cuerpo cabelludo, pero le pregunté qué le pasaba y me dijo que estaba enrojecido y que se podía deber al uso de herramientas de calor.
A pesar de que utilizo de forma regular scrubs para el cuero cabelludo y tratamientos prechampú, al parecer agresiones diarias a las que no prestamos demasiada anterior que también dañan el cuero cabelludo.
Miriam Quevedo, experta en el cuidado capilar, siempre ha mostrado un especial interés en el cuero cabelludo y en la repercusión de la salud de este en el resto del cabello, incluso una de sus líneas Glacial White Caviar está centrada su tratamiento, nos ayuda a arrojar algo más de luz sobre el enrojecimiento del cuero cabelludo.
Consecuencias de un cuero cabelludo enrojecido
El enrojecimiento del cuero cabelludo es un síntoma a tener en cuenta por varias consecuencias, la primera es la aparición de sensibilidad o picor, lo que apunta la experta, es un indicativo de que hay irritación o inflamación interna. “Si esto sucede, nuestros folículos no reciben los nutrientes y el oxígeno necesarios, de tal manera que acaba provocando una muerte prematura del cabello y, por lo tanto, su caída”, advierte.
Puede ocurrir que no actuemos antes este enrojecimiento del cuero cabelludo, simplemente porque no lo vemos o porque tampoco identificamos el picor como algo preocupante, lo que se convierte en un riesgo. Al no tratar este problema, el cuero cabelludo se puede desequilibrar, inflamándose y produciendo grasa de forma irregular, “una queratinización excesiva de células muertas o atrofia del folículo que impide su oxigenación, causando un envejecimiento acelerado del cabello; siendo su primer factor caída y el segundo pérdida de grosor volviéndolo más frágil”.
¿Por qué se enrojece el cuero cabelludo?
Entre las causas más habituales, destacan “la sensibilidad de la piel, la irritación por tintes u otros productos químicos, inflamación (o más bien teoría del envejecimiento conocida como inflammaging), estrés, falta de oxigenación (toxina en folículo), deshidratación, cambios de temperatura o el uso de herramientas de calor”.
Un ingrediente estrella en nuestro día a día es el estrés, responsable de un millón de efectos negativos no solo a nivel emocional sino también a nivel orgánico. No solo el estrés acelera el proceso de envejecimiento de la piel cuando los radicales libres campan a sus anchas, "el estrés influye en los ciclos circadianos, el nivel de cortisol sube y se produce una inflamación de los tejidos", señala la experta capilar. Proceso que afecta al cuero cabelludo.
Pero ahí no queda la cosa, factores externos como las temperaturas extremas irritan y sensibilizan el cuero cabelludo, a lo que se pueden sumar factores como la falta de agua e hidratación que puede irritar o provocar sensibilidad.
Otra posible causa es nuestro tipo de piel. Detalla Miriam Quevedo que, por ejemplo, una persona con psoriasi puede tender a ver reflejada esa sensibilidad en su cuero cabelludo. "Normalmente, las personas con un rostro sensible tendrán más predisposición a tener inflamación. Los productos con sulfatos pueden acelerar o empeorar el enrojecimiento del cuero cabelludo", añade.
¿Creías que podías librarte de la responsabilidad de tu cuero cabelludo? Pues no, porque además del tipo de piel con el que hayas nacido o del estrés, lo que te hagas en el pelo también repercute en la salud del cuero cabelludo, por ejemplo, "inciden factores químicos a la hora de hacernos el color y el tipo de coloración que utilizamos". Pero la forma en la que nos lavamos el pelo también puede convertirse más en una agresión que en higiene, "muchas veces creemos liberar bien el cuero cabelludo de toxinas, pero no es así, desencadenando un depósito de producto que impide el correcto funcionamiento del cuero cabelludo que se irrita o enrojece".
Calor y cuero cabelludo
El calor fue la causa que en el salón coreano indicaron como la más probable, ya que yo utilizo stylers con frecuencia. “El uso de las herramientas contribuye a la sensibilización y deshidratación de la piel y de no tratarse específicamente, podría convertirse en un problema persistente”, explica Miriam Quevedo.
Lo que ocurre es que esa sensibilización como consecuencia de la incisión del calor no solo afecta a la fibra, el calor “penetra en la cutícula hasta el cuero cabelludo y folículo, debilitándolo y causando una sensibilidad”. La estructura del pelo está interconectada y todo lo que afecta al cabello también afecta a cuero cabelludo y folículo.
Lo curioso es que, acto seguido, en el salón coreano incidieron en que lo que debía hacer era secarme muy bien el cuero cabelludo. “Decimos que secar el cabello al aire no es recomendable porque cuando el cabello está mojado, es mucho más débil. ¿Por qué? Porque la queratina, que es la proteína mayoritaria en el cabello, tiene una estructura en forma de cadena. Cada una de estas cadenas está unida a otra cadena por unos enlaces o puentes. Algunos de estos puentes se rompen cuando mojamos el cabello y no vuelven a unirse hasta que el cabello no se seca del todo”, aclara la experta.
En mi mente, el daño de la plancha y demás herramientas de calor se quedaba en las puntas, pero Quevedo señala que el calor hace que las cutículas se abran con mayor facilidad, por lo que el pelo pierde el agua y los lípidos. Este proceso explica la pérdida de fuerza, brillo, hidratación o elasticidad del cabello. Pero ahí no queda la cosa, “también deshidrata y sensibiliza la piel del cuero cabelludo si nos pasamos de temperatura”.
Calor o no calor, esa es la cuestión. La recomendación es encontrar el equilibrio, pero también juegan un papel importante los productos que utilicemos y la forma de lavar el cabello. “Lo recomendable al hacerlo es utilizar un turbante al salir de la ducha que absorba la mayoría de agua y terminar con una brisa suave del secador en un calor medio o aire natural secarlo. Si no, deberíamos tratar de secar lo máximo posible con una toalla sin friccionar, dando ligeros toques para liberar el exceso de agua. Utilizar un sérum protector para proteger el cabello de cualquier factor y usar el secador o difusor y en temperatura media” aconseja Miriam Quevedo.
¿Es crónico?, ¿tiene tratamiento?, ¿cómo se puede prevenir?
Si ahora mismo te está empezando a picar el cuero cabelludo tras leer que su enrojecimiento puede desencadenar la caída del cabello, primero respira, te estás sugestionando y, segundo, si de verdad has notado molestias, hay tratamiento.
Como todo en lo que al organismo se refiere, lo primero es consultar a un experto. De entrada, para analizar tu cuero cabelludo necesitas que alguien lo analice con un dispositivo de aumento para poder ver con precisión tanto el cuero como la fibra capilar para ver si esta también se ha afinado.
“Lo primero es conocer nuestro estilo de vida, si existe algún factor que pueda desencadenar las rojeces para buscar la rutina correcta”, insiste Miriam Quevedo. Recuerda que factores medioambientenales, momentos de estrés o el uso de productos que no se adaptan a nuestras necesidades específicas, pueden favorecer el enrojecimiento del cuero cabelludo.
La recomendación de la experta es crear una rutina básica de lavado y cuidado del cabello, “se puede prevenir utilizando champús y exfoliantes para el cuero cabelludo sensible, realizando doble champunadas para que todos los ingredientes activos penetren de mejor forma, además de cuidándolo del sol o de las temperaturas extremas, poniendo gorros, aplicando sérums o aceites para proteger la fibra de los agentes externos”. En el mercado puedes encontrar cosméticos formulados para ese fin, como la colección Glacial White Caviar de Miriam Quevedo, enfocada en el tratamiento de cabello y cuero cabelludo deshidratado y sensible.
Todo comenzó cuando, en mi última visita a la peluquería, me propusieron hacerme un tratamiento personalizado al máximo. Para ello, con ayuda de una cámara analizaron mi cabello desde la raíz hasta las puntas.