Los champús con los que salgo de la ducha con pelazo tienen algo en común: el cuero cabelludo

No todo en un pelazo es nacer con buen pelo. Las cosas que haces y las que no haces repercuten en la salud y apariencia de tu cabello.

Si naces con el privilegio de tener una buena mata de pelo, que además sea fuerte, tardas mucho en apreciar los matices entre un cosmético capilar y otro… Yo pertenecía a ese elitista grupo hasta que llegó a mi vida la decoloración.

Meter la cabeza debajo de la alcachofa y sentir que tenía la mitad de pelo hizo que me volviera adicta a los champús nutritivos y las mascarillas.

Sin embargo, por más mascarillas y acondicionadores maravillosos que he probado (hago un inciso para comprometerme a alabar en próximos artículos la Masque Filler Reparateur de Kérastase y el Acondicionador Brillo Sublime de Nuxe), en la práctica han sido una tipología de champús muy concreta la que me ha devuelto la fe en el pelazo nada más salir de la ducha.

Cuando me emperraba en que las puntas eran el problema de que mi cabello se quedara lacio, se encrespara y las ondas no me duraran, resulta que, cada vez que me lavaba el pelo con un champú o tratamiento para el cuero cabelludo, todo el cabello reaccionaba a la vez. Sí, salir de la ducha con sensación de pelo gordo es posible.

Uno de esos milagros capilares es un viejo conocido, hecho con un 95% de ingredientes naturales, es el Creme Aux Fleurs de Leonor Greyl. Con extracto de salvia, de ajo, de algas marrones y manzanilla, lo que hace es desincrustar la suciedad, restos de productos, polución y grasa del cuero cabelludo, pero sin resecarlo, todo lo contrario, lo calma. La sensación es de que tu cabeza respira. Se puede utilizar de varias formas, pero no es un champú al uso.

Puedes utilizarlo como prechampú, aplicándolo sobre el cuero cabelludo por secciones y dejándolo actuar durante 20 minutos, para luego, bajo la ducha, emulsionar con agua y convertirlo en champú. Pero también puedes aplicarlo sobre el cabello mojado, también en la raíz y por secciones, pero dejándolo solo 5 minutos.

Está indicado para cabellos castigados (como el mío con mechas y adicción a la plancha), pero realmente cualquier persona nota los resultados. El cabello se nota hidratado como después de un tratamiento y el olor es indescriptible, a flores.

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Otro auténtico ‘game changer’ es el Soak & Float de LUSH, un champú sólido que comparte con el anterior que se centra en el cuero cabelludo, concretamente está indicado para personas con cuero cabelludo sensible, y que está formulado con ingredientes naturales como la caléndula o el aceite de rosa. Se trata de una pastilla de jabón en la que puedes ver algunos de los ingredientes de la fórmula y para usarlo solo tienes que generar primero la espuma en las manos y luego trabajarla en el cuero cabelludo.

Ya en la propia ducha notarás que el pelo se comporta de una forma diferente, ya que la fibra se nota limpia, pero el cuero cabelludo se tonifica y se regula la grasa, pero sin irritaciones, ya que también calma. Otras cualidades importantes son que tiene un perfume muy característico, amaderado gracias al haba tonka y al cedro y, que una sola pastilla equivale a tres botes de champú, así que ahorras y evitas la contaminación de tres botellas de plástico.

En mi caso, lo tenía guardado para algún viaje inesperado, pero lo vi en mi baño y me dio por probarlo, sin saber sus especificaciones… Y sí, salí con un pelazo de la ducha que, al día siguiente, le conté a todas mis compañeras el descubrimiento.

Aunque el siguiente champú no se centra en las raíces (aunque no irrita la piel del cuero cabelludo y lo limpia en profundidad), sí tiene en común con los anteriores que cuenta con un 95% de ingredientes naturales. Su particularidad es que viene desde Corea del Sur y se trata del Real Argan Repairing Shampoo de Rated Green.

Como imaginarás por su nombre, incluye aceite de argán (ecológico y prensado en frío), lo que significa que hidrata y nutre, lo que se nota al salir de la ducha porque el pelo parece como salido de una hidratación de peluquería, pero con un inesperado volumen en la raíz.

Como todo lo que viene de Corea, su fórmula es un compendio de todos los ingredientes de un buen skincare, pero aplicado al pelo. Si amas el efecto rellenador y suavizante de los péptidos, el champú contiene un complejo de 13 péptidos, además de viejos conocidos como la betaína y el pantenol con la finalidad de limpiar sin irritar e hidratando tanto el cuero cabelludo como la fibra capilar. Aunque en la primera jabonada parezca que hace muy poca espuma, cuando hagas la segunda, notarás que tu cabello ya está seco.

Efecto pelazo a largo plazo

Uno de los últimos lanzamientos de este otoño, orientado al fortalecimiento del cabello y a frenar un poco la caída estacional ha sido la línea capilar de LICO, KERALA ESSENCE, creada en colaboración con Helena Rodero, farmacéutica experta en pelo. La línea se apoya en el uso de dos champús de forma alterna, una vez lavas el pelo con el Intense Shampoo que limpia de una forma más intensa gracias al ácido cítrico, pero con un pH bajo para no irritar el cuero cabelludo y (aquí viene parte de la magia) regular la carga negativa del pelo, lo que evita el encrespamiento. Resumen: pelo limpio pero sin picor y sin encrespamiento. Los resultados los aprecias especialmente al secar y moldear el cabello, porque no se vuelve loco.

La otra vez, toca lavar con el Delicate Shampoo, que como su nombre indica, es mucho más suave y su finalidad es la de reforzar el pelo, para lo que cuenta con ácido láctico. Ambos productos están creados para usarse de este modo, como un tratamiento, por lo que los resultados se van notando poco a poco, pero es cierto que el pelo recibe mucho mejor lo que le apliques a continuación.

La finalidad del Champú Colágeno Redensificante Attivi Puri Hair de Collistar no es el cuero cabelludo, pero, de nuevo, ingredientes de skincare en el pelo, tentador. La cosa es que, eso de que también llevara péptidos y de que fuera una línea de cuidado del cabello de Collistar, me llamó la atención. Aunque aún es temprano para apreciar el aumento del diámetro del tallo capilar, ya que se trata de una línea redensificante, lo cierto es que, tras el aclarado, se aprecia que el cabello está hidratado, pero con cuerpo y al secarlo se nota el movimiento… Para ver si aumenta la densidad, aún me quedan unas semanas.

Acondicionador sin aclarado, el gran aliado

Este año, cuando Blake Lively lanzó su propia marca de productos para el cuidado del cabello y dijo que su truco era no usar jamás acondicionador, me sentí aventurera y coquetee con la idea.

¿Lavar, aclarar, poner mascarilla, aclarar y ya? Sonaba seductor eso de saltarse un paso, pero mi pelo extraseco me susurró “lo vas a notar luego”. Y así fue. Lo que Blake no aclaraba es que, no es que el acondicionador desaparezca, es que hay que utilizar un acondicionador sin aclarado.

Es decir, una vez has salido de la ducha, sobre el cabello mojado, aplicas un acondicionador por todo el cabello, de tal modo que te ayuda a peinar y desenredar, pero nunca lo aclaras. ¿Es Blake acaso una visionaria? No. La tendencia actual de las marcas de cuidado capilar es apostar por los acondicionadores sin aclarado.

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En este terreno, me voy a saltar el acondicionador de Blake Brown porque aquí ya lo conté todo, pero ahí van mis dos preferidos, con los cuáles he podido hacer la técnica de ‘solo champú y mascarilla’ a la vez que la de los champús para el cuero cabelludo que mencionaba arriba. Los uso desde hace tiempo y cada vez que vuelvo a ellos, no dejan de sorprenderme.

Por un lado, el Nutriplenish™ Leave-In Conditioner de Aveda. Si lo aplicas sobre el cabello húmedo, secado solo con la toalla, puedes pasar un peine que no habrá ni un tirón, pero cuando se seque el pelo, bien al aire, bien al secador, y cuando le pases cualquier herramienta de calor… El resultado será de un pelo gordo, con cuerpo, con bucles definidos que duran intactos hasta el día siguiente. Te preguntarán por tu pelo, es un hecho. Y el olor es, simplemente, Aveda.

Mi otra joya de la corona es el Leave in Treatment Shield de Miriam Quevedo. Protege, hidrata, huele como un perfume caro que dura y dura y hasta lleva oro 24k (de 3 tipos: bioactivo, micronizado y en escamas, que es el que ves y el que luego llevas en la piel y brillas como campanilla). Lleva keratina, bambú, microlípidos de olivo o péptidos entre un sinfín de ingredientes lujosos.

Se trata de una crema, en la que ves las escamas de oro, que se trabaja en las manos y se aplica de medios a puntas. Actúa como un escudo, mantiene la hidratación y deja el cabello muy manejable, pero lo mejor de todo es que es un protector completo: del calor, de los químicos, de la polución, de los rayos UV y de la luz azul (agresiones que, además aceleran el proceso de envejecimiento del cabello).

Como confesa usuaria casi diaria de la plancha, cuando lo uso, lo que noto es que las ondas se marcan con mayor facilidad y la onda dura más, pero el pelo mantiene la sensación de hidratación, la melena se ve compacta. Y el olor es adictivo.