La base de maquillaje ‘semipermanente’ que, además de cubrir, funciona como un corrector

En el día a día, le pedimos mucho al maquillaje, que dure, que resista el ritmo frenético, que nos acompañe sin darnos trabajo. Queremos que aguante intacto entre reuniones, comidas, recados y planes improvisados… pero que, al mismo tiempo, se sienta ligero, que no marque la piel ni la sature.

Esa es la paradoja del maquillaje: máxima duración, mínima sensación. Y ahí es donde L’Oréal Paris ha puesto el foco con Skin Ink, su nuevo lanzamiento que promete redefinir la forma en que entendemos una base de maquillaje.

Un maquillaje pensado para acompañar tu ritmo

La vida no se detiene y el maquillaje tampoco debería hacerlo. Skin Ink nace para acompañar ese estilo de vida real en el que los días se alargan, los planes se encadenan y el espejo no siempre está a mano. Su fórmula ha sido diseñada para ofrecer una cobertura impecable y duradera, hasta 48 horas sin perder frescura ni naturalidad.

Lo que diferencia a esta base es su capacidad de mantenerse perfecta a lo largo del día, adaptándose a la piel y no al revés. No se cuartea, no marca las líneas de expresión y mantiene el equilibrio entre resistencia y ligereza, dos conceptos que, hasta ahora, parecían opuestos. El resultado: una piel uniforme, luminosa y cómoda, incluso tras horas de uso.

Además, su acabado ‘segunda piel’ la convierte en una aliada perfecta para quienes buscan un look pulido sin renunciar a la naturalidad. Porque verse bien ya no significa llevar capas de producto, sino encontrar una fórmula que se integre con tu ritmo, tu piel y tu agenda.

La fusión de base y corrector: el primer 'foundcealer' semipermanente

Además, no se trata de una base más: es un híbrido entre base y corrector (de ahí su nombre 'foundcealer', 'foundation+concealer' en inglés), una combinación que ofrece lo mejor de ambos mundos. En un solo gesto, cubre, corrige y perfecciona. Su textura fluida, ligera y flexible se adapta a las distintas zonas del rostro: más cobertura donde la necesitas, más ligereza donde basta con unificar.

Esto permite simplificar la rutina sin renunciar al acabado profesional. Es el tipo de producto que se adapta al rostro y a la vida: funciona para un maquillaje rápido de diario, pero también para un acabado de larga duración en eventos o sesiones intensas. Y lo mejor es que su fórmula resiste el paso de las horas sin oxidarse ni alterar el tono.

Un gesto sencillo, un resultado impecable

La rutina de aplicación también es parte del secreto. Antes de maquillarte, hidrata bien la piel con una crema o sérum, especialmente tratándose de una base semipermanente: ayudará a que se funda mejor y el acabado sea más luminoso y duradero. Sobre la piel ya hidratada, se recomienda agitar bien el frasco, aplicar en zigzag y difuminar con los dedos, una brocha o una esponja. Su textura se funde al instante y permite modular la cobertura sin esfuerzo.

El acabado es natural, luminoso y de larga duración, ideal para quienes no tienen tiempo de retoques. Es la base que sigue tu ritmo, pensada para mujeres que buscan eficacia, comodidad y autenticidad en el mismo producto.