Visto en Amazon: el vaso de diamantes del que no se separa Ana Mena en su documental
Si eres seguidor de la cantante seguramente tu mirada haya recaído directa sobre este objeto repleto de glamur
¿Qué ocurre antes de un concierto? Esa pregunta improvisada que, tal vez, te has hecho en más de una ocasión al esperar que las luces del escenario se enciendan y la música dé comienzo, encuentra su respuesta en el documental de Ana Mena. ‘7200’ segundos, el título que responde a este reportaje multimedia donde las bambalinas y los nervios previos abandonan su anonimato; adquieren rostro. Y se conocen pequeñas curiosidades de las que jamás antes hubieras reparado como es el vaso de diamantes del que no se separa Ana Mena.
Entre ensayos, aprendizajes o charlas motivadoras con sus allegados, el vaso no falta. Le ayuda a proteger su voz. La misma que logrará enmudecer y, al mismo tiempo, chillar a su público en apenas unos segundos. Un vaso que, todo sea dicho, se ha convertido en el antojo de muchas y muchos. El motivo es sencillo: le aporta glamour a una tarea tan básica y rutinaria como es, simplemente, beber una vaso agua. Los brillis, brillis, contribuyen a ello.
Sabedoras de que te encantaría aportarles esa distinción a tus sesiones de estudio, trabajo o reuniones, no solo nos hemos topado con el vaso perfecto, sino que, además, te hemos seleccionado otros modelos de lo más sofisticados.
Vaso brillante con purpurina, de Zwmbyn
En ese sentido, se puede destacar este vaso repleto de brilli, brilli que luce tan sensacional como el de Ana Mena. Nunca beber un vaso de agua tuvo tanto glamur. A la vista queda. Además, viene equipado con una taza y una pajita que te permitirá, en caso de querer beber un café, mantener la temperatura perfecta.
Botella de agua, de Bsoman
Repleta de purpurina y bisutería, esta botella de agua se alza como un modelo aún más todoterreno. Y, sobre todo, práctico; a diferencia del vaso brillante que luce Ana Mena, esta botella de agua te ayudará a conservar la temperatura de la bebida, tanto caliente como fría durante unas 12 horas, a la perfección. Una cualidad que con la llegada del frío se vuelve de lo más codiciada. Y eso que las capas y abrigos que están causando sensación esta estación no se quedan atrás.
Vaso con tachuelas, de Starbucks
Como muchos sabréis, la conocida firma de cafés también vende sus termos personalizados y, en ese sentido, este disponible en diferentes tonalidades recubierto con distintas tachuelas y colores, apto para reutilizar todas las veces que desees, que reinterpreta el concepto luxury del vaso de Ana Mena.
Sucumbiendo a la tendencia Rose Gold, botella de Quokka
Si prefieres no recurrir al efecto joya, puedes optar por esta botella realizada en acero perfecta para rellenar y reutilizar fácilmente. Asimismo, su doble pared es idónea para mantener frías o calientes la temperaturas de las bebidas. Por no hablar de que, pese a sus apariencia, cuenta con un agarre ergonómico que se adapta a la perfección a tu mano, brindándole ese plus de comodidad.
Vasos con relieve, de Joeyan
Ahora bien, si quieres dejar a un lado el concepto del termo y prefieres decantarse por algo más clásico e igual de sofisticado, este vaso es una magnífica opción. Por no hablar de que le aportará un toque de glamur y sofisticación en la mesa, más ahora que llega la Navidad.
Con motivos florales, de Jeoyan
Con un diseño afín, pero en uno tono más verdoso encontramos estos vasos de agua con un cuidado relieve con motivos florales favorecen su distinción sin necesidad de recurrir a la purpurina o al efecto joya. Son perfectos para disponer sobre la mesa de cualquier comida o cena. Por no hablar de que están hechos de vidrio de alta calidad que favorece que perdure intacto en el tiempo.
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¿Qué ocurre antes de un concierto? Esa pregunta improvisada que, tal vez, te has hecho en más de una ocasión al esperar que las luces del escenario se enciendan y la música dé comienzo, encuentra su respuesta en el documental de Ana Mena. ‘7200’ segundos, el título que responde a este reportaje multimedia donde las bambalinas y los nervios previos abandonan su anonimato; adquieren rostro. Y se conocen pequeñas curiosidades de las que jamás antes hubieras reparado como es el vaso de diamantes del que no se separa Ana Mena.
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