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¿París sigue siendo una fiesta? Analizamos la semana de la pasarela digital
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FASHION CHANGES

¿París sigue siendo una fiesta? Analizamos la semana de la pasarela digital

París ha clausurado el primer mes de la moda 100% digital. El front row se ha instalado en el sofá, en la sala de espera del odontólogo, en la cama o en el coche

Foto: Dior Fall Winter 2021 Collection. (Reuters)
Dior Fall Winter 2021 Collection. (Reuters)

Las propuestas para el otoño-invierno 2021 se han proyectado en la era poscovid, o quizá precovid. Y se han descubierto desde la sala de espera del odontólogo como Sophie Fontanel, sentados en el sofá como Pierre M. Pelé, desde la oficina como Lucien Pagés… Pero todas delante de la pantalla.

Placeres prohibidos I: la noche sin toque de queda

Los jóvenes diseñadores de Coperni, Sébastien Meyer y Arnaud Vaillant, han sido los únicos en despertar la excitación que genera un desfile presencial. Al estilo de las campañas electorales norteamericanas de Biden optaron por un drive-in desfile en Bercy, un espacio con 20.000 asientos al que solo acudieron 60 invitados. El casting, entre las que estaban Adut Akech, Miriam Sanchez y Mica Argañaraz, desfiló entre los coches enfocado por los faros a ritmo de música tecno. Los asistentes vieron desde sus habitáculos a modelos en carne y hueso con estilismos finales de los 90. Y agradecidos por separarse de las pantallas, se dejaron transportar a una fiesta de las que se montaban en los aparcamientos de las discotecas en el siglo pasado. En septiembre su presentación en la Torre Montparnasse aumentó tanto sus seguidores y puntos de venta que han agudizado el ingenio para cumplir las normas sanitarias sin renunciar a ganar visibilidad con esta estrategia.

Los de Kering se independizaron de la Federación de la Alta Costura y de la Moda, no hay rastro de ellos en el calendario oficial. Sin embargo, su fiesta continúa con las sesiones en vivo de Saint Laurent Rive Droite, estrenadas durante esta Semana de la Moda. Franky Gogo ha inaugurado en el ámbito musical la serie de experiencias de varios campos artísticos de las que Anthony Vacarello es el curador.

La que nunca falta a la fiesta es Isabel Marant. En esta edición, la música electrónica de los 90 confluye con el espíritu folk de los 60 en los estilismos de Géraldine Saglio. Entre las modelos, la prometedora Malika Louback y Miriam Sánchez, la omnipresente modelo española de la edición.

La tendencia festiva se modula en un ambiente intimista bajo la visión de Virginie Viard en el club privado Castel. Las modelos recrearon una noche de chicas, cambiándose de ropa, peinándose y maquillándose ellas mismas para salir una noche. En Chanel, el estilo nocturno se mezcló con el alpino: lentejuelas y transparencias con botas postesquí pisan al ritmo de la mesa de mezclas de Michel Gaubert. Encargado por primera vez de marcar el ritmo de los pasajeros del vuelo de Balmain.

Placeres prohibidos II: la libertad de viajar

Olivier Rousteing ha intentado captar nuestra atención apelando a nuestras ganas de libertad a través del viaje. En el hangar de Air France, la colección de hombre y mujer más accesorizada de la firma no ha obviado la tendencia del pasamontañas en estilismos con referencias a los de aviador y astronauta.

Rousteing no ha sido el único en coger el avión. De hecho, Christian Louboutin ha creado su propia aerolínea: Loubi Airways. Con la estética de la época dorada de los vuelos de pasajeros y humor presentó su próxima colección de calzado y accesorios.

El viaje invernal más apetecible ha sido el de Miu Miu, al encuentro colectivo. En la fantasía alpina se podían reconocer copos de realidad: los pasamontañas con una pieza de mascarilla. Esta colección ha recogido todo lo que llenará las páginas de tendencias del próximo invierno: pasamontañas, prendas interior-exterior, botas de pelo, accesorios de ganchillo, prendas acolchadas y abrigos de doble faz.

Los estrenos

Victor Weinsanto opta a sucesor de Jean Paul Gaultier. A su primera presentación en el calendario oficial acudió la estrella musical francesa Bilal Hassani, concursante de Eurovisión en 2019. La colección estaba inspirada en las cortesanas: la opulencia y extravagancia de sus prendas trasladan a otra época y otra realidad.

Nicolas di Felice ha debutado en Courrèges. Su colección para el otoño-invierno 2021 ha respetado la estética retrofuturista de los 60 con una dosis alta de sensualidad en conjuntos monocolor en blanco, rojo y negro con maxipendientes de logo.

En Chloé se estrenó Gabriela Hearst. Hija de un gaucho uruguayo, ha encontrado la firma que tiene en su ADN la prenda característica de Sudamérica. Con emoción señaló esta casualidad mientras explicaba a la prensa la creación del 'puffcho', un poncho con cuello acolchado, con el que abrió la colección. Sentó las bases de la línea que definirá su dirección creativa: la sostenibilidad y la importancia de los materiales. Como invitaciones envió un paquete de muestras de los tejidos de la colección para aportar tangibilidad a la propuesta. Un ejercicio interesante fue el de las 50 versiones del bolso Edith. Comprados en eBay y retrabajados con materiales que había en el taller fueron los accesorios clave junto a las botas de montaña, que hemos visto en varias firmas esta semana. Otra de las exigencias que se le hacen a la moda, la diversidad racial y de tallas, la ha evocado presentando por duplicado y triplicado algunas propuestas en diferentes biotipos de modelos. El desfile recreaba la fotografía de Brassai, en el emblemático triángulo entre la iglesia de Saint Germain des Prés, la brasserie Lipp y el Cafe de Flore. Las modelos salían de la brasserie, algo lejano para los que vivimos en París, donde llevan cerradas desde octubre.

Únicos en su especie

Dries Van Noten y Jonathan W Anderson se mostraron muy asertivos con los cambios que eran precisos en la industria de la moda al estallar la pandemia. Sus propuestas han estado desde entonces alineadas con esta posición.

Las presentaciones digitales de Van Noten destacaron por escuetas. En este caso lo ha hecho por fotogénica. Si en las previas costaba intuir las prendas, en esta la luz y las texturas se podían palpar. El entorno elegido ha sido sencillo, un escenario a oscuras, como solían ser los decorados de sus desfiles. La riqueza la ha aportado el movimiento de la emoción de los modelos y bailarines; capturados por Casper Sejersen, han dejado algunas de las imágenes más bellas de esta semana.

La creatividad de Anderson no se acaba con la pasarela. Continúa con su estrategia de presentación mediante formato impreso. En esta ocasión se ha colado en las rotativas y ha impreso un periódico con el titular “Se cancela el desfile de Loewe, que adjuntó como suplemento en 'Le Figaro', 'Le Monde', 'El Mundo', 'The Times', 'The New York Times' y 'Asahi Shimbun'. Una vez más ha demostrado su dominio para contar historias, para crear historias atractivas y prendas vanguardistas nutridas de artesanía. Capturar la atención y ser memorables en las saturadas redes sociales sin la viralidad de miles de asistentes publicando a la vez un desfile se han convertido en grandes retos.

Desfilmes (nuevo vocablo para desfiles filmados), fashion films, interpretaciones, sesiones fotográficas... Cada firma ha adaptado el lenguaje conforme el confinamiento ha avanzado aunque no siempre nuestras expectativas del recuerdo de un desfile presencial han sido saciadas. Esta Semana de la Moda puede leerse entre la negación de la realidad y el optimismo por un futuro próximo en el que sea posible salir a bailar, reunirnos, viajar.

Las propuestas para el otoño-invierno 2021 se han proyectado en la era poscovid, o quizá precovid. Y se han descubierto desde la sala de espera del odontólogo como Sophie Fontanel, sentados en el sofá como Pierre M. Pelé, desde la oficina como Lucien Pagés… Pero todas delante de la pantalla.

París Balmain
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