Katie Holmes recorre NYC con unas sandalias que ama/odia todo el mundo, ¿por qué?

Las pocas veces que Katie Holmes nos regala apariciones siempre son en las calles de Nueva York viviendo con normalidad su día a día. Pocas alfombras rojas y pocos vestidos largos, su hábitat natural es el SoHo, pues, aunque atenazado por el calor, el barrio es el mejor photocall para ver algunas de las estilosas celebrities que viven en la ciudad.

Para pasear por uno de los barrios más cool y con los mejores spots fashion de la ciudad (con el permiso del trendy Williamsbourgh), la intérprete ha elegido un look cómodo e informal. Más propio de la alumna de 'Dawson's Creek' que nos presentó en 1998 la televisión (y que ahora se ha repuesto en Netflix) que de la mujer de cuarenta y dos años que es hoy. Para este paseo combinó una camiseta negra cropped con aberturas laterales y unos joggers o pantalones deportivos de color beis. Aunque su rostro ya se veía ocultado por una mascarilla, la actriz añadió a su atuendo una gorra de béisbol en un tono arena con pespuntes que escondía todavía más su cara.

Realmente, tiene mucho mérito que los fotógrafos sean capaces de encontrar a las famosas y descubrirlas por las calles con todos estos impedimentos estilísticos. El accesorio que remata este outfit y que levanta amores y odios por igual son las míticas sandalias de verano: Birkenstock. Específicamente: el modelo Arizona 1774 de cuero negro con herrajes plateados.

Esta no es la primera vez que la actriz usa estas controvertidas 'ugly sandals'. Aunque ella es fan de los mocasines, especialmente de los italianos de la firma Gucci, en verano suele deleitarnos con su colección de Birkenstock. En esta época el año pasado ya nos demostraba que es un calzado al que recurre en busca de la comodidad y huyendo del calor.

Holmes es solo una más de las embajadoras naturales de la firma de calzado alemana. Entre sus seguidoras encontramos a trendsetters del estilo de Kaia Gerber, también muy fan del mismo modelo Arizona, aunque ella ha hecho apuestas más arriesgadas combinándolas incluso con calcetines. Ashley Olsen, Dakota Johnson o Gigi Hadid suelen hacer incursiones en el uso de este calzado.

Birkenstock se encuentra entre las empresas de moda más antiguas de Alemania (las raíces del negocio se remontan a 1774). Su CEO Oliver Reichert comprendió desde el primer momento en el que llegó a la firma en 2013 que las sandalias de la marca encajaban perfectamente con el espíritu de esta época y que podían ser un objeto de culto para el consumidor moderno. Alemanas de origen y manufacturadas en su país de nacimiento, tienen un alto componente estético ligado a la sostenibilidad, un sello de calidad 'made in Germany' y un lenguaje de diseño que desafía a cualquier género o edad. Funcionalidad y calidad, todo en uno. Las Birkenstock caminan igual de seguras por las calles de Nueva York en los pies de Katie Holmes que en la pasarela de París, una playa de California o a los pies de cualquier profesional de la salud, ese es su gran encanto.