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"Zapatillas y botines que llevaré este otoño y en invierno", la directora de Moda 'dixit'
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"Zapatillas y botines que llevaré este otoño y en invierno", la directora de Moda 'dixit'

Muchas de mis compañeras me preguntan qué calzado comprarse esta temporada y, aunque algunos no les encajan demasiado, he decidido abrirles y abriros las puertas de mi zapatero

Foto: VA diseño
VA diseño
Foto: Imagen: VA Diseño.

Mi cerebro, que me ayuda en muchas ocasiones, aunque en otras es mi peor enemigo, esta vez ante los comentarios críticos ha estado a mi lado y me ha lanzado dos ideas. La primera: ¿estas niñas (sí, son más jóvenes que yo y yo soy una chica, así que ellas son niñas) no han visto los DiorQuake Clogs, diseñados por Maria Grazia Chiuri para este otoño, que han enamorado hasta a la mismísima Sarah Jessica Parker? Está claro que no. Aunque ella los llevó con chándal y yo no quiero, ni puedo. Y la segunda, lo que les he dicho, no tengo nada de personalidad, me he dejado llevar por una de esas tendencias en las que creí que no caería y que, por cierto, ya llevé hace 20 años. Uno de los comentarios que más se han repetido hacían referencia a la incomodidad, y debo decir que estoy alucinada, no sé el resto, pero los míos, que son de un tono burdeos ideal, me han sorprendido por su comodidad. Increíble, pero cierto. Así que ande yo caliente, ríanse ellas, tardarán pero caerán (y no al suelo por un tropiezo por la suela de madera, es cómoda). Sé que me acabaré marcando una escena tipo la del azul cerúleo de 'El Diablo viste de Prada'.

Debo añadir a toda esta disertación que no soy el epítome de la modernidad. Hoy voy de negro entera con bailarinas, muy el look que he visto en todas las revistas en las que he trabajado, la mayoría de las estilistas apostaban por el negro. También he trabajado con alguna amante de las mezclas coloristas y volúmenes, no es mi estilo, pero siempre admiré su destreza. Yo me he rendido a los básicos desde siempre, hago pocas concesiones al color y menos en invierno. Algún burdeos es mi mayor atrevimiento por estas fechas, el frío me invita a refugiarme en la solidez del negro y el caqui (que el otro día leí que eran los colores favoritos de una de las popes de la moda, Carine Roitfeld). El azul marino, las camisas blancas, grises marengos, sobre todo en punto… y así una retahíla de colores que sí. Colores a los que digo no: morado, no sé por qué pero no puedo, naranja, marrón en todo su pantone excepto camel y chocolate negro, que no son marrones para mí. Bueno, después de esta apertura de corazón cromática voy a lo que interesa.

Los zuecos me han invitado a analizar pormenorizadamente los zapatos que voy a llevar esta temporada y no os voy a contar las reacciones a cada uno, no, solo quiero informaros por si me veis por la calle, que entendáis que a las locas del barrio nos gustan las tendencias.

Me gustan estas New Balance 550s, son una versión actualizada de un diseño tradicional. Confeccionadas con empeine de piel perforada, detalles de malla y suelas elevadas, son unas zapatillas de deporte para una nueva era. Ideales con vaqueros azules o blancos. Están en Mytheresa.com (130 euros).

placeholder  New Balance.
New Balance.
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Mi armario siempre tiene presentes unas botas Hunter de agua, pero debo reconocer que en ocasiones el momento katiuska es demasiado, si no ves claro que vaya a llover. Estos botines en verde piedra de Ganni te protegerán de las inclemencias del tiempo sin sacrificar dos cosas fundamentales: la tendencia y el confort. Confeccionadas en goma con efecto mate, tienen elásticos en los laterales que facilitan quitarlas y sacarlas. Su suela gruesa te elevará. Son de Ganni (215 euros).

placeholder  Ganni.
Ganni.
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Ese punto militar lleva en mi armario muchos años, no he caído en el momento Dr. Martens, aunque me encanta, porque en el fondo creo que no tengo ese punto ‘grunge’ y me da la sensación de que parecería disfrazada. Estas tienen las mismas características que las mías con un plus, una cremallera en el lateral para poder ponerlas y quitarlas. De &OtherStories (179 euros).

placeholder  Dr. Martens.
Dr. Martens.
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He aquí los conflictivos: los zuecos que han inspirado esta historia. Los míos son en burdeos, pero estos tienen pinta de muy cómodos como los míos. Son de total actualidad. Tienen la parte superior de piel y un detalle con una hebilla, y suela de madera, cómo no. De Arket (150 euros).

placeholder  Arket.
Arket.
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Las babuchas ya se han convertido en un clásico que encontramos en muchas marcas. Traídas directamente desde Venecia, el calzado del uniforme de los gondoleros, la friulane italiana, se ha fusionado con la alpargata y las vemos en calles y casas totalmente adaptadas a la moda española. Me pasa como con las bailarinas, sin calcetín me gustan más. Eso sí, en su caso creo que hay que apostar por colores chillones; esta de terciopelo naranja oxidado con ribete burdeos es lo más. El exterior del zapato es terciopelo 100% algodón, y el interior del zapato es 100% algodón ecológico con tratamiento antibacteriano. La suela está hecha de caucho producido a partir de neumáticos de bicicleta reciclados. Estas son de Flabelus (72 euros), un calzado cómodo, resistente, atemporal y muy versátil.

placeholder Flabelus.
Flabelus.
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Fundamental, unas bailarinas negras. Yo cometo un error habitual que es llevarlas sin calcetines. Y no pienso cambiarlo. Porque pese a las bajas temperaturas no renuncio a lucir el tobillo; es absurdo, pero queda tan bien... Las que somos seguidoras de las tendencias cometemos esas absurdeces. Me gustan clásicas, con lazo negro, sin más, de Arket (150 euros).

placeholder  Arket.
Arket.
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Para los sábados y algún día que salimos a la montaña no renuncio a la comodidad y a la resistencia. Me hice en rebajas con unos botines marrones de Blundstone (145 euros) y no me los quito cuando salimos de la ciudad. Resisten a cualquier contratiempo, incluida la lluvia.

placeholder  Blundstone.
Blundstone.
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Foto: Imagen: VA Diseño.

Mi cerebro, que me ayuda en muchas ocasiones, aunque en otras es mi peor enemigo, esta vez ante los comentarios críticos ha estado a mi lado y me ha lanzado dos ideas. La primera: ¿estas niñas (sí, son más jóvenes que yo y yo soy una chica, así que ellas son niñas) no han visto los DiorQuake Clogs, diseñados por Maria Grazia Chiuri para este otoño, que han enamorado hasta a la mismísima Sarah Jessica Parker? Está claro que no. Aunque ella los llevó con chándal y yo no quiero, ni puedo. Y la segunda, lo que les he dicho, no tengo nada de personalidad, me he dejado llevar por una de esas tendencias en las que creí que no caería y que, por cierto, ya llevé hace 20 años. Uno de los comentarios que más se han repetido hacían referencia a la incomodidad, y debo decir que estoy alucinada, no sé el resto, pero los míos, que son de un tono burdeos ideal, me han sorprendido por su comodidad. Increíble, pero cierto. Así que ande yo caliente, ríanse ellas, tardarán pero caerán (y no al suelo por un tropiezo por la suela de madera, es cómoda). Sé que me acabaré marcando una escena tipo la del azul cerúleo de 'El Diablo viste de Prada'.

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