El mensaje que manda el 'power casual' de Meghan Markle

Cuando Meghan Markle explica en su docuserie la forma en la que su nuevo papel en la sociedad británica le hacía replantearse su armario, comprendimos que la exactriz es una experta en el dominio de la moda como portadora de mensajes. Por eso era habitual que eligiera marcas con una filosofía concreta y que en su día a día se asegurara de que su vestidor no tenía ninguna laguna estilística capaz de convertirla de nuevo en la diana de sus feroces enemigos. Cuando se hizo pública su decisión de abandonar la Casa Real británica, cambió radicalmente sus looks. Una de las primeras fotografías de Meghan tras la noticia mostraba a Markle en un parque enfundada en las botas Sienna de la firma Kamik, que sigue un programa de reciclaje y se esfuerza por reducir su huella de carbono.

Estas botas cuestan unos 140 euros y eran bien diferentes a los tacones a los que nos tenía acostumbrados, aunque lo cierto es que ya le habíamos visto lucir este comodísimo modelo antes del denominado Megxit. De hecho, están en su armario desde 2016. Por si fuera poco, llevaba los leggings modelo Align de Lululemon, una de sus firmas athleisure preferidas junto a Under Armour.

Ahora, en ‘Harry & Meghan’, ha sabido adoptar con candor el calor del hogar al abrazar prendas de punto, jerséis de cachemira y joyas discretas doradas. Con sus looks quiere reforzar la idea de que nos está ofreciendo una mirada privada a su vida, una ventana a su intimidad que encaja a la perfección con el armario elegido para invitarnos a ella. 'Wall Street Journal' habla de una estética ‘power casual’. Ya la hemos visto venirse abajo luciendo un suéter de lana merino de La Ligne sobre un pijama de Bonne Nuit y, por supuesto, nos hemos fijado en su manta de Hermès, esa que ya comentamos que se hizo viral a raíz de la emisión del tráiler. No olvidemos que Anna Wintour, en pleno confinamiento, apareció con prendas de La Ligne.

Esta es la marca a la que en más ocasiones recurre Meghan a lo largo del documental. En su tercer episodio, asegura que cuando estaba en Inglaterra, apenas llevaba prendas de color. “Yo pensaba que nunca podrías llevar los mismos colores que la reina en un evento grupal, y tampoco estaría bien visto que llevaras las mismas tonalidades que otras personas más sénior de la familia, así que pensé: ¿qué colores no se van a poner las demás? Camel, beis y blanco. Y por eso llevaba tonalidades apagadas que, a su vez, me ayudaran a mezclarme".

No es casualidad que la veamos llevar el reloj de Cartier Tank Française, una pieza que también vimos llevar a Diana de Gales. Aunque no está confirmado que sea el reloj que llevó ella, sí funciona para que la audiencia asocie a Meghan con Diana, algo que tanto ella como especialmente Harry se esfuerzan por hacer a lo largo de los capítulos. En definitiva, vemos que sus looks no son nunca casualidad y que sus elecciones, tanto en los eventos a los que asiste como dentro de su hogar, no han sido elegidos al azar.