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La idea de arte de Giambattista Valli: tweed fantasía, pendientes XL y vestidos joya
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CRÓNICA DEL DESFILE

La idea de arte de Giambattista Valli: tweed fantasía, pendientes XL y vestidos joya

Como viene siendo costumbre, el italiano ha inundado la pasarela con sus románticas y femeninas propuestas en la Semana de la Moda de París

Foto: Un look de Giambattista Valli. (Reuters/Sarah Meyssonnier)
Un look de Giambattista Valli. (Reuters/Sarah Meyssonnier)

Mientras Dior, Isabel Marant o Chloé han presentado en París colecciones por y para la venta, líneas comerciales que buscan arrasar entre sus adeptas, Giambattista Valli ha preferido dedicarse a lo que mejor se le da: diseñar y a lo grande. Sumun del estilo romántico y de la feminidad exagerada, su propuesta para vestir a la mujer el próximo otoño-invierno de 2023 va en esa línea.

El mago de la aguja ha vuelto a demostrar una vez más de lo que es capaz. Esto es, fusionar alta costura y su línea prêt-à-porter, en una colección que ha enamorado a sus fieles congregadas en la Semana de la Moda de París, entre ellas la socialité estadounidense Olivia Palermo, la española Alexandra Pereira, la actriz Madeleine Arthur o la princesa Alexandra de Hannover.

placeholder Olivia Palermo. (Getty)
Olivia Palermo. (Getty)

A partir de la obra 'Les colombes du Pline', un bello mosaico del siglo XIX creado por el artista romano Giacomo Raffaelli, en el que se aprecian unas palomas bebiendo de una fuente de agua, Valli ha construido el hilo conductor del show. La puesta en escena, sin embargo, chocaba con esa idea de arte. Un desfile con un front row semicircular y unos maxifocos apuntando directos a las modelos que iban apareciendo con los looks de Valli.

Si una primera lectura sacamos en claro es que el diseñador es capaz de conjugar en una misma colección, y casi en un mismo look, una imagen 'casual' con aliados como el denim, las chaquetas oversize o los pantalones capri con la versión más sofisticada de la mujer para vestirla en la alfombra roja.

placeholder Giambattista Valli. (Reuters/Sarah Meyssonnier)
Giambattista Valli. (Reuters/Sarah Meyssonnier)

Con presencia importante del tweed en su versión más brillante, el tejido que popularizó Coco Chanel se transforma gracias a los hilos metalizados que la marca integra en su trama. Trajes de dos piezas compuestos por chaleco y pantalón campana, abrigos extralargos que rozan el suelo, monos o minivestidos.

Esos mosaicos que han servido como fuente de inspiración de la colección aparecen discretamente en prendas con tramas doradas y gozan de protagonismo absoluto en los bolsos, todos con medallones con esos dibujos inmortalizados como auténticas muestras expuestas en museos.

placeholder Giambattista Valli. (Reuters/Sarah Meyssonnier)
Giambattista Valli. (Reuters/Sarah Meyssonnier)

Una parte inicial abarrotada de atuendos para el día a día que no pierden las señas de identidad de la maison: incrustaciones joya, bordados florales, plumas en los bajos de los vaqueros, lazos, volantes y transparencias. Para dejar claro que son prendas 24/7, los estilistas de Giambattista Valli los bajan a la tierra con botas de estética motera y, como en la mayoría de presentaciones, con botas de longitud infinita.

Muchos vestidos y de todos los tipos. Negros con plumeti, morados de siluetas fluidas con manguitos incorporados y rosas vaporosos. A los pies, plataformas bestiales o salones con broches de pedrería. Igual que los pendientes, inamovibles en todos y cada uno de los looks que han desfilado hoy en París: grandes, en colores llamativos y repletos de piedras plateadas.

placeholder Giambattista Valli. (Reuters/Sarah Meyssonnier)
Giambattista Valli. (Reuters/Sarah Meyssonnier)

En esta colección, el creativo ha tenido tiempo hasta de explorar nuevos mundos, salirse de su zona de confort e idear algunos looks de esencia tribal. Un mono blanco y, encima, un chaleco negro con motivos étnicos a contraste, o un vestido con ese mismo print. Los completa con collares de varias vueltas.

Entre tanta modelo femenina, se cuelan maniquís masculinos ataviados con caftanes, monos o abrigos de tweed. Un guiño a la moda sin género que viene a demostrar una vez más que, para Valli, sus prendas son para vestir y disfrutar independientemente del sexo.

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Giambattista Valli. (Reuters/Sarah Meyssonnier)

A mitad del show, arranca el momento de los lookazos. En rojo, rosa, plata, bronce, negro, azul Klein y morado, los vestidos a capas de tul comienzan a sucederse. Se mueven con naturalidad, son casi etéreos y van al ritmo de la música. Modelos que inspirarán a las próximas invitadas de boda y que buscan un hueco en las alfombras rojas donde el italiano sigue siendo uno de los reyes temporada tras temporada.

Mientras Dior, Isabel Marant o Chloé han presentado en París colecciones por y para la venta, líneas comerciales que buscan arrasar entre sus adeptas, Giambattista Valli ha preferido dedicarse a lo que mejor se le da: diseñar y a lo grande. Sumun del estilo romántico y de la feminidad exagerada, su propuesta para vestir a la mujer el próximo otoño-invierno de 2023 va en esa línea.

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