Glitchcore o cómo convertir un error (digital) en moda

Incluso quienes no pasaron su infancia o adolescencia pegados a la consola disfrutando de los videojuegos de Mario Bros sabrán que, en la actualidad, la película ‘Super Mario Bros’ ha sido un éxito en las taquillas, y precisamente ahora el universo de la gamificación ha llegado a la moda dejando su huella no solo en contenido digital, sino incluso en la estética de las prendas. En pleno auge por la nostalgia, los errores virtuales que antaño inundaban nuestras pantallas cuando había errores de carga, dejando tras de sí huracanes pixelados o errores digitales conocidos como ‘glitch’, son ahora la fuente de inspiración del universo de las tendencias. Posiblemente, la marca que más viral se ha vuelto gracias a esta apuesta sea Loewe, cuyas propuestas y siluetas, así como sus estampados, difuminan la línea entre la vida real y la virtual.

Muy mediática ha sido su sudadera con capucha en jacquard pixelado de punto técnico con construcción 2D alrededor de las costuras, los puños, el bajo y el bolsillo canguro, así como la revisión del icónico bolso Puzzle, que ahora presenta una confección en piel de ternera satinada pixelada. Jonathan Anderson se encarga de llevar las cosas más allá y traslada estos fallos digitales incluso a las prendas denim, al apostar por el estampado digital pixelado en faldas vaqueras y chaquetas.

Por su parte, María Escoté, para aliarse una vez más con Desigual, presentó una colección en la que conviven la estética del arte digital y la tendencia glitchcore al apostar por el tratamiento gráfico de los motivos que combina lo orgánico con lo digital, reinterpretando los estampados naturales desde una perspectiva glitchcore, entre tecnológica y nostálgica, con figuras humanas y también píxeles visibles.

La tendencia que ahonda en los fallos digitales sirve como rebelión ante la predominancia virtual, pese a que quienes abrazan con fuerza esta moda son especialmente aquellos que disfrutan de este universo pixelado desde el desconocimiento, como quien ahora adora los vinilos habiendo nacido en la era de Spotify. De esta forma, la moda vuelve a servir como espacio de reflexión para una sociedad cansada del frenetismo y de la hiperinformación, y se encapricha de esas huellas de errores digitales que nos hacían perder los nervios y que ahora, para quienes jamás los vivieron, funcionan como ventanas a un pasado que siempre parece mejor desde la distancia.

El año pasado, este furor ya estaba en marcha, tal y como denota el buscador de tendencias Lyst, que señala que las marcas ya habían comenzado a sumergirse en las profundidades virtuales, por lo que los videojuegos llevan tiempo convertidos en uno de los nuevos terrenos de juego favoritos de la alta costura.

“Al desdibujar las líneas entre lo físico y lo digital, Lacoste lanzó una poderosa colaboración con Minecraft. La demanda de la colección de ropa de 30 piezas, para la cual el logotipo del cocodrilo recibió un cambio de imagen Y2K, se disparó 1.011% tras su lanzamiento”, explican. No fue la única marca en bucear en el mundo del gaming, pues Burberry: Freedom to Go Beyond fue la colaboración de la firma británica con Minecraft, haciendo posible que sus icónicos cuadros aparecieran pixelados, logrando en ese ejercicio un juego de pasado y futuro tan interesante como rentable, pues las nuevas generaciones ya prácticamente no distinguen el mundo digital del real.

Por eso, los Skins son relevantes para las marcas, pues sirven para que nuevos públicos se acerquen a sus creaciones para vestir a su revés digital con sus diseños, a la espera de que en el futuro sea su silueta corpórea la que apueste por sus creaciones textiles y palpables. Incluso el universo de 'Matrix', que también ahondaba en estos juegos que borran la frontera entre realidad y universos paralelos, regresa ahora de la mano de marcas como Dressx.

“Matrix' está en todas partes. Está a nuestro alrededor. Incluso ahora en esta misma publicación de Dressx, ves la colección inspirada en el legado eterno de la película. Al igual que la metamoda está cambiando el panorama actual, se puede decir que 'Matrix' se ha convertido en una de las películas más influyentes de nuestra vida: muestra famosas secuencias de efectos visuales, presenta el estilo irresistible de la moda cibernética, cuestiona el sistema y abre la puerta a una nueva realidad alternativa”, señalan.

Hasta los logos de la marca han pasado por este filtro predigital con ejemplos como Loewe e incluso Balenciaga, que estampó el suyo y lo incluyó en minúsculos cuadrados coloridos para crear un nuevo estampado que bañaba a uno de sus vestidos. Desde Vetements hasta Marine Serre han seguido la estela y han ahondado en este error digital cuyo interés dentro de la moda aumentó, para sorpresa de nadie, durante la pandemia.

Al fin y al cabo, ¿no fue la pandemia un tremendo error inesperado que mermó nuestra paciencia y nuestra capacidad de navegar y de ver con claridad? Al parecer, ahora la moda quiere que nos planteemos una pregunta: la de si estamos listos para desconectar. Teniendo en cuenta la obsesión digital que nos inunda, mucho nos tememos saber la respuesta. Antes nos echábamos las manos a la cabeza al escuchar el sonido del módem y comprobar que la conexión no sería inmediata, pero ahora, acostumbrados a navegar a la velocidad de la luz, perderíamos la cabeza. Sí: ahora pasaríamos de forma inmediata del píxel al 'game over'.