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La primera tienda de Zara cumple 50 años: las claves del imperio de Amancio Ortega que nació en este rincón de A Coruña
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HISTORIA DE LA MODA

La primera tienda de Zara cumple 50 años: las claves del imperio de Amancio Ortega que nació en este rincón de A Coruña

Mañana reabre sus puertas la icónica boutique que es la base de uno de los mayores imperios de la moda mundial

Foto: - Vista de la fachada de la nueva tienda que Zara ha abierto en A Coruña (EFE Cabalar)
- Vista de la fachada de la nueva tienda que Zara ha abierto en A Coruña (EFE Cabalar)

El día que Amancio Ortega abrió su primera tienda en 1975, la icónica Zara del número 64-66 de la calle Juan Flórez de La Coruña, nada hacía presagiar que medio siglo después esa misma tienda estaría en obras, esperando ser redescubierta, coincidiendo con su 50 aniversario. Lo que tampoco imaginaba Ortega es que, cinco décadas más tarde, su modelo de negocio se expandiría desde aquel local a miles de metros cuadrados bajo tierra en la sede de Arteixo, donde se replican tiendas 'ficticias' que anticipan, prueban y refinan lo que se reproducirá en el resto del mundo.

placeholder Zara de Torreiro (1975)
Zara de Torreiro (1975)

Aquella tienda se convirtió en mucho más que en un simple local comercial. Se transformó en el epicentro de un nuevo concepto comercial que revolucionó el siglo XX y XXI. Zara no solo cambió la forma en que compramos, sino también la manera en que la industria entiende la moda, el ritmo de producción y la relación entre cliente y marca.

Foto: Cine Capitolio, donde Zara abrió una tienda en 2006.

La tienda Zara es la máxima expresión del concepto de moda de Amancio Ortega. Es el lugar donde se concentra toda la creatividad y la propuesta de tendencia que ofrece la marca en todo el mundo a partir de los 900 millones de prendas anuales que produce la compañía. Por eso, como explica una diseñadora de la sede en Arteixo en el libro 'Zara. Visión y estrategia de Amancio Ortega', de David Martínez, "sin la tienda no somos nada. Es allí donde nos examinamos, donde sabemos si los diseños que hemos creado coinciden con la demanda de miles de personas en todo el mundo".

El profesor Juan Ramis, de Esade, lo explica así en el mismo libro: "La tienda es esencial. Es el lugar estratégico de Inditex por el contacto directo con el cliente final. Todas las empresas que tienen tiendas propias poseen una fuente potencial de información y experimentación fenomenal".

Y si hay alguien que encarna ese contacto directo, son las encargadas de tienda. Su figura ha sido clave desde los inicios de la marca. No se trata solo de una supervisora: es estilista, gestora, psicóloga, trend hunter. Recoge datos, transmite sensaciones, decide qué prendas reponer y cuáles descartar, ahora esos gestos ya están digitalizados, pero en sus inicios ellas ostentaban el poder.

placeholder Una mujer con su bolsa de Zara (REUTERS Vincent West File Photo)
Una mujer con su bolsa de Zara (REUTERS Vincent West File Photo)

Elena, mítica encargada de la tienda de la calle Velázquez en Madrid, se convirtió en una institución precisamente por conocer los gustos de clientas anónimas e ilustres. Como recordaba en el mismo en la obra de Martínez, Jesús Echevarría, exdirector de comunicación de Inditex: "Las encargadas cumplen esa filosofía y ese contacto con el cliente porque es natural, no es forzado, porque volvemos continuamente al concepto de 'tenderos'".

Cambios con el tiempo

La etiqueta "Zara" ha evolucionado con el tiempo, al igual que sus tiendas, pero su esencia permanece: moda actual, global, accesible y conectada. El estilo de los comercios de la enseña también ha cambiado, al igual que su cabeza, hoy es Marta Ortega, la hija de Amancio las que cuida que la revolución de su padre y Rosalía Mera transite las próximas décadas.

Han pasado de ser espacios pequeños y saturados a entornos amplios, lujosos, minimalistas, con zonas dedicadas a lencería, a moda masculina o a secciones como Zara Origins. El escaparate no es solo un espacio de exposición, sino una invitación a un viaje estético que conecta con las tendencias que vestirán al mundo. Y ahora, incluso cafeterías, la experiencia de compra debe ser un plus.

placeholder Marta Ortega at the BoF 500 gala in Paris, France. GTRES
Marta Ortega at the BoF 500 gala in Paris, France. GTRES

Uno de los pilares que más ha transformado la experiencia de compra es la inmersión digital. La app de Zara, los probadores inteligentes o el sistema de recogida rápida son solo la punta del iceberg de un ecosistema digital que permite que una prenda vista en TikTok se pida desde el móvil y llegue a casa en menos de 24 horas. Esta velocidad, envidiada por toda la industria, tiene su origen en la tienda.

La tienda es también un laboratorio. Cada venta, cada prenda que no se vende, cada preferencia recogida, se transforma en datos que alimentan al equipo de diseño. "No imponemos colecciones al mercado, valoramos lo que quiere para servírselo en el menor tiempo posible", reconocía entonces Echevarría. Así, si los shorts flúor se venden mejor en la costa y el lino en Madrid, Arteixo lo sabrá en menos de 24 horas.

Foto: El parque de bomberos que se ha adjudicado Inditex. (Catastro)

El corazón de un sistema

El ciclo se repite: escucha, adapta, produce, entrega. Y lo hace desde las tiendas, que siguen siendo el latido del sistema, incluso en un momento de reducción de puntos de venta en favor de las macroflagships o del e-commerce. El cliente puede comprar online, pero sigue buscando inspiración en el espacio físico. Porque la tienda Zara sigue siendo, como en 1975, un escaparate del mundo.

placeholder Zara, la marca estrella del grupo español Inditex, ha colocado su 'buque insignia' en el corazón lisboeta (EFE  Rocío Muñoz)
Zara, la marca estrella del grupo español Inditex, ha colocado su 'buque insignia' en el corazón lisboeta (EFE Rocío Muñoz)

En palabras de Amancio Ortega: "Dime qué estás vendiendo, que voy a fabricarlo". Esa filosofía de escuchar primero y producir después ha llevado a Zara a tener más de 5.000 tiendas en el mundo. Y aunque ahora muchas de ellas sean espacios piloto bajo tierra, sin clientes, su función es la misma: observar, medir, acertar.

placeholder Nanjing (China)
Nanjing (China)

Más allá de etiquetas y temporadas, Zara celebra sus 50 años reafirmando su esencia. Porque, como repiten dentro del grupo, "somos tenderos y eso lo llevamos en los genes de la empresa". Y todo empezó en una tienda, en una calle gallega, con unas batas, unas toallas y un jersey que se hizo viral antes de que existiera esa palabra. Mañana, cuando la nueva tienda de Juan Flórez reabra sus puertas, no solo se inaugura un local. Se celebra una revolución.

El día que Amancio Ortega abrió su primera tienda en 1975, la icónica Zara del número 64-66 de la calle Juan Flórez de La Coruña, nada hacía presagiar que medio siglo después esa misma tienda estaría en obras, esperando ser redescubierta, coincidiendo con su 50 aniversario. Lo que tampoco imaginaba Ortega es que, cinco décadas más tarde, su modelo de negocio se expandiría desde aquel local a miles de metros cuadrados bajo tierra en la sede de Arteixo, donde se replican tiendas 'ficticias' que anticipan, prueban y refinan lo que se reproducirá en el resto del mundo.

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