Barcelona, tierra de un solo mandarín

Lleva abierto sólo dos semanas, pero ya se había convertido en símbolo del lujo desde mucho antes de su inauguración. El hotel Mandarín Oriental Barcelona, primera enseña en España de la firma de Hong Kong, llega al paseo de Gracia con la intención de convertirse en símbolo de la refinación y el lujo extremos con un toque vanguardista.

Sus 98 habitaciones ocupan un edificio situado en el 38-40 de la vía barcelonesa que fue levantado en 1955 como sede del Banco Hispano Americano. Tras someter a una profunda reforma al inmueble ha quedado como resultado un lugar de claras líneas contemporáneas que sin romper con el estilo decorativo de la cadena, ha apostado por líneas sencillas en los espacios comunes y tonalidades blancas en las habitaciones. La adaptación de un edificio que en principio estaba destinado a oficinas bancarias en un hotel de lujo ha sido posible sin estridencias.

 

Nada más llegar al Mandarín Oriental Barcelona sorprende su impactante atrio, del que parte una rampa que nos lleva hasta la entrada misma del hotel. Siguiendo el recorrido llegamos hasta el lobby del hotel y nuestra mirada se fija rápidamente en la gigantesca malla metalizada que queda suspendida sobre el restaurante Blanc, que ocupa el centro del edificio en la planta inferior. A uno de sus lados, el Banker’s Bar recuerda la ‘vida pasada’ del edificio con sus paredes recubiertas por las antiguas cajas fuertes de acero del banco que aquí se erigía.

El tercer elemento de restauración del Mandarín Oriental es posiblemente el que mayores expectativas ha levantado. Se trata del restaurante Moments, primera aventura barcelonesa de la chef Carme Ruscalleda, la única mujer del mundo que posee cinco estrellas Michelin (tres por el Sant Pau de San  Pol de Mar y dos por el de Tokio). Habida cuenta de la querencia de la guía por la cocinera y por los restaurantes de hoteles, quizás no haya que esperar demasiadas ediciones antes de empezar a recibir los astros del famoso Bibendum.

Ruscalleda, que dirige el restaurante, cede el testigo en los fogones a su hijo Raül Balam. En su carta, una cocina catalana que sin dejar de mirar la tradición aporta innovaciones peculiares. Todo con el conocido estilo de la cocinera, que ha mimado tanto los arroces marineros como los pescados frescos sin olvidar las mejores carnes de la tierra. El hotel también cuenta con el Terrat en la azotea, que tiene una piscina de medio fondo y un paisaje espectacular para contemplar mientras disfrutamos de un cocktail.

Entre las habitaciones del hotel destaca la espectacularidad de las suites. La Penthouse, con 236 metros cuadrados, ocupa la totalidad de la planta superior del edificio e incluye un comedor para ocho personas, cocina, bar, un estudio y dos terrazas con insuperables vistas al paseo de Gracia. Alojarse en ella cuesta más de 8.500 euros por noche. Las otras dos suites, Terrace y Barcelona, tienen casi 90 metros cuadrados, terraza y comedor independiente. Además cuentan con habitaciones adyacentes que se pueden incluir para generar más espacio.

El precio baja, por supuesto, en las habitaciones sencillas. Con vistas sobre el jardín interior o el paseo de Gracia, cuentan con suelos de roble, alfombras y tejidos naturales. Los baños, que se encuentran tras un cristal opaco esmerilado, cuentan con duchas tipo lluvia, lo que genera una agradable sensación envolvente mientras estamos en ella. Se puede reservar habitación desde 540 euros.

Mandarin Oriental Barcelona

 

Dirección: Paseo de Gracia 38-40. 08007 Barcelona

Teléfono: 93 151 88 88

Habitaciones: 98, tres suites.

Negocios: dos salas de reuniones de hasta 42 personas, además de business services.

Web: mandarinoriental.com