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'Blancanieves' a los 85 años: la 'locura (y ruina) de Disney' que casi no vimos en televisión (ni en plataformas)
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ANIVERSARIO

'Blancanieves' a los 85 años: la 'locura (y ruina) de Disney' que casi no vimos en televisión (ni en plataformas)

La película que casi arruina a Walt Disney, que llegó a hipotecar su casa, sigue siendo un perdurable icono de la historia del cine. Su disponibilidad no siempre fue sencilla. Esta es la historia

Foto: Fotograma de 'Blancanieves' y su 'Whistle While You Work'. (Disney)
Fotograma de 'Blancanieves' y su 'Whistle While You Work'. (Disney)

Pensar que la primera princesa Disney tiene ya 85 años, que se acerca al siglo de vida, pone muchas cosas en perspectiva. Sobre todo porque pocas películas con tantos años a sus espaldas siguen siendo tan populares. En 2014, cuando Cuatro estrenó 'Blancanieves', película de 1937 (sí, pudo verse en la televisión española muchos años después, y ahora contaremos por qué), las críticas en Twitter sobre el machismo de la historia, sueño personal del propio Walt Disney, se anticiparon a ese odioso revisionismo histórico que ha puesto en tela de juicio ciertas obras del pasado. ¿Cómo iba a ser políticamente correcta una película de los años 30, época que, pese a no ser tan lejana, parece de otra galaxia completamente distinta a la nuestra?

Aunque ahora sea tan sencillo como abrir Disney Plus y darle al play para ver 'Blancanieves y los siete enanitos', durante mucho tiempo, la primera joya Disney no sufrió la 'humillación' de verse en la pequeña pantalla. La política de reposición de clásicos Disney los colocó, de manera muy inteligente y rentable, en una posición popular que no ocupan otras viejas películas de la historia del cine. Esa política consistía en no emitirlos en televisión, algo que solo ha ocurrido en la última década. Desde finales de los 80, la factoría del ratón Mickey volvió a estrenar sus films en el cine y también en VHS. Buena Vista, la distribuidora de Disney, hizo que estos apareciesen cada nueve años en el mercado, el tiempo suficiente para que una nueva generación de niños y mayores los quisiera ver de nuevo.

placeholder Carátula del VHS de la primera edición de 'Blancanieves y los siete enanitos'. (Disney)
Carátula del VHS de la primera edición de 'Blancanieves y los siete enanitos'. (Disney)

Para la primera película del canon Disney, incluso el VHS llegó más bien tarde. Reestrenada en 1992 y tras una incesante campaña publicitaria, 'Blancanieves' desembarcó en los viejos videoclubs españoles el 5 de octubre del 94. El estreno en 'cinta', como se decía entonces, fue celebrado y debatido por publicaciones como 'Fotogramas', revista que le dedicó su portada de aquel mes. La publicación supuso algo insólito para una película de animación. Y habría que decir que, solo en España, se vendieron alrededor de 1.300.000 unidades del VHS. Aún hoy es, junto con 'El Rey León', 'Titanic' o 'Jurassic Park', uno de los videocasetes (o formato doméstico, como también decían entonces los más cultivados) más exitosos de la historia. Que la película se pueda ver a golpe de clic hoy día es, por tanto, una especie de milagro disneyano.

placeholder 'Blancanieves y los siete enanitos' (1937).  (2016 Disney Enterprises, Inc.)
'Blancanieves y los siete enanitos' (1937). (2016 Disney Enterprises, Inc.)

Un icono de la historia del cine

Las razones para volver a ver 'Blancanieves' son tantas como difíciles de enumerar en un artículo como este. Habría que decir que alguien tan en las antípodas de Disney como Sergei Eisenstein dijo en su momento que para él, soviético militante, era "la mejor película de la historia del cine". Pocos recuerdan que la primera cinta de larga duración de los estudios Disney nació de una sesión de cine del propio Walt. En 1916, un adolescente Disney asistió a la proyección de una 'Blancanieves' muda protagonizada por Marguerite Clark. Impresionado tras ver la película, además de enamorarse del cuento, una obsesión se apoderó de aquel jovencito emprendedor: él mismo adaptaría, algún día, la historia de los hermanos Grimm a la gran pantalla.


En la década de los 30, cuando los personajes de sus cortos animados (de Mickey Mouse a Donald pasando por Goofy) eran ya muy populares, el ya exitoso Disney pensó que había llegado el momento. La prensa no fue muy amable con la idea: estrenar una película animada de larga duración suponía una "Disney’s folly". De hecho, el proyecto fue bautizado con ese título por las publicaciones norteamericanas.

El ‘tío Walt’ se empeñó hasta las cejas hipotecando su propia casa para poder sacar adelante el proyecto. También revolucionó la técnica cinematográfica: inventó la cámara multiplano, que potenciaba la dimensión de los personajes con respecto a los fondos, y ofreció a sus animadores una peculiar recompensa: ganarían cinco dólares por cada gag que pudieran inventar para la historia.

placeholder Los enanos saliendo de la mina y cantando su 'Heigh-Ho'. (Disney)
Los enanos saliendo de la mina y cantando su 'Heigh-Ho'. (Disney)

Aunque ahora parezca mentira, 'Blancanieves y los siete enanitos' fue tal fenómeno que todo el mundo tuvo algo que decir de ella. Hubo periodistas que advirtieron que tantos colores en la pantalla, durante más de una hora, dejarían ciegos a los espectadores. Impresiones risibles hoy en día y en su momento, aquel 21 de diciembre de 1937, cuando la película se estrenó en el Carthay Circle de Nueva York y comenzó a fraguarse su éxito (el estreno general llegaría un 4 de febrero de 1938). Charles Chaplin, Marlene Dietrich o Carole Lombard fueron algunas de las celebrities que asistieron para comprobar, de primera mano, el éxito de la ‘locura de Disney’. Los animadores y el propio Walt Disney observaron que, durante la escena final, cuando el príncipe despierta con un beso a Blancanieves, todo el público se acogía a sus pañuelos y lloraba a lágrima viva. Meses después, ganó un Oscar honorífico y se convirtió (por dos años y hasta la llegada de 'Lo que el viento se llevó') en la cinta más taquillera de la historia.

En España tuvimos que esperar hasta el 6 de octubre de 1941 para poder verla. Como revelan películas como 'Madregilda', en nuestro país se convirtió en un símbolo de posguerra, un sueño en tecnicolor que ayudaba a grandes y pequeños, durante hora y media, a evadirse de las penurias de una España de hambre y miseria. Quizá el tiempo haya aminorado su impacto, y hoy veamos a la princesa como timorata y falta de carácter. Seguramente se recuerde mucho más a los enanos o a la bruja. Pero la calidad de su animación pictórica, sus canciones (el 'Heigh-Ho' de los enanos tras la jornada laboral en la mina sigue siendo un mantra) y su valor arqueológico permanecen como incuestionables. 'Blancanieves' ha sobrevivido a las modas y a la corrección política para convertirse en algo más que una película o un cuento para niños. Es una obra artística que define quiénes fuimos y qué queríamos ser en el siglo XX. No es poca cosa para una cinta que va más allá de la etiqueta de simple producto infantil.

*Blancanieves y los siete enanitos puede verse a través de Disney Plus

Pensar que la primera princesa Disney tiene ya 85 años, que se acerca al siglo de vida, pone muchas cosas en perspectiva. Sobre todo porque pocas películas con tantos años a sus espaldas siguen siendo tan populares. En 2014, cuando Cuatro estrenó 'Blancanieves', película de 1937 (sí, pudo verse en la televisión española muchos años después, y ahora contaremos por qué), las críticas en Twitter sobre el machismo de la historia, sueño personal del propio Walt Disney, se anticiparon a ese odioso revisionismo histórico que ha puesto en tela de juicio ciertas obras del pasado. ¿Cómo iba a ser políticamente correcta una película de los años 30, época que, pese a no ser tan lejana, parece de otra galaxia completamente distinta a la nuestra?

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