Verónica Blume y Barcelona: baños de bosque, vegetarianos buenos y heladerías divinas

Acostumbrada a pisar fuerte en las pasarelas, hace veinte años decidió abandonar el mundo de la moda para sumergirse de lleno en el yoga y la meditación, convertirse en instructora y darle una nueva perspectiva a su vida. Ahora vive feliz en su masía catalana e imparte retiros para conectar con la naturaleza y encontrar un completo bienestar. Así es su agenda más personal.

Para comer

El desayuno más sabroso: “Me gusta mucho el café con leche de avena por la mañana, para mí es un básico esencial. Pero hace poco mi cuerpo ha empezado a pedirme desayunos algo más amplios que suelen incluir una tostada de pan de kamut con tahini y aguacate. Cuando algo me sienta bien, puedo repetirlo en bucle, sin fin. El café de Nømad Coffee Lab&Shop​ (Passatge Sert, 12) es el mejor de Barcelona y mis tostadas de aguacate favoritas son las de Federal Café, en Madrid y Barcelona”.

A mesa puesta: “Si un restaurante me gusta, como The Green Spot (Carrer Reina Cristina, 12), en Barcelona, le soy muy fiel. La comida es maravillosa y es un lugar tranquilo para escuchar y hablar; me encanta quedar con mis amigos allí. Los edamames picantes y la ensalada de tomate con quesos veganos nunca faltan en mi menú”.

Aperitivos ricos: “Los de Mercantic (Av. Rius i Taulet, 120), en Sant Cugat; si los tomo en alguna de sus terrazas, con música en vivo y los mercados de artesanos y anticuarios, me parece un plan perfecto. Soy poco sofisticada para los aperitivos; unas aceitunas y unas papas ricas y soy feliz”.

De dulce: “Soy más de salado que de postres, pero los helados de Gocce di Latte (Pl. de Palau, 4), en Barcelona, me parecen increíbles, además de supernaturales y originales”.

Pasta fantasía: “Sin duda, el italiano más rico y auténtico de Barcelona es Bacaro (Carrer de Jerusalem, 6), ¡todo un descubrimiento! Es uno de esos restaurantes donde el tiempo se detiene, derrochan autenticidad en cada detalle y la comida es absolutamente sencilla y deliciosa”.

Templo gourmet: “El mercado de fruta y verdura ecológica que hacen una vez a la semana en mi pueblo, Cardedeu, me parece el espacio gourmet más exquisito; esas cestas repletas de frutas y verduras son una fiesta de color, sabor y propiedades. También venden aceites, chocolates y quesos. Cada vez apuesto más por este tipo de consumo. Además hay un trato humano que me encanta.

En Barcelona, y para comprar un vino, voy a Vila Viniteca (Carrer dels Agullers, 7), en el barrio del Born".

Para comprar

Básicos beauty: “Soy una enamorada de la firma Ringana, sus productos cien por cien naturales han cambiado por completo mi piel y mi relación conmigo misma al hacer mis rituales de belleza. Su ritual de cuatro pasos —limpiadora, tónico, hidratante y sérum— y el tratamiento antiedad nocturno Overnight nos los cambió por nada. No uso mucho maquillaje, pero las barras de color para labios y mejillas de Milk-Makeup son maravillosas. Una vez más, un producto natural que me encanta”.

Las flores que me gustan: “Las compro en Flor Estudio (Av. de Mistral, 71), cerca del Mercado de Sant Antoni de Barcelona, porque tiene las flores más bonitas y mejor seleccionadas, además de un gusto exquisito. Si busco algún detalle para regalar o autorregalarme es el sitio perfecto”.

Para cuidarme

Mimos para el pelo: “Solo permito que me lo corte Tomás en Le Salón (Mallorca, 230), en Barcelona. Hace tiempo que dejé de teñirme el pelo. Lo que mejor resultado me da son los champús naturales; mi favorito es Shampoo Ringana. No tiene nada que ver con todo lo que he probado, ¡pura naturaleza! También estoy absolutamente enganchada a Olistic, un suplemento fortalecedor para el cabello, natural y vegano, que es increíble”.

En forma: “Desde que adopté a mi perrita Nana y nos fuimos a vivir lejos de la ciudad, entre bosques y campos, camino con ella todos los días. Estoy convencida de que caminar es el ejercicio cuerpo-mente perfecto para mí. Además, practico yoga a diario; a veces una hora, otras dos o quince minutos, depende. Hay que ser flexibles con nosotros mismos porque no somos la misma persona cada día”.

Centro de belleza: “Oxigen (Carrer de Bori i Fontestá, 14), en Barcelona, porque son superprofesionales y tienen un trato personalizado. Nunca había conseguido ser constante con estas cosas, pero desde que descubrí Oxigen me estoy cuidando de verdad. Elijo tratamientos no invasivos, que se concentran en la hidratación profunda y combinan diferentes mascarillas con masajes. Su tratamiento Glow es alucinante, ¡luminosidad máxima!”.

Para viajar

Hotel de ensueño: “Ahora mismo, la Maison Brummell Majorelle (Rue Al Madina), en Marrakesh. Acabo de volver de allí y me parece un lugar exquisito para desconectar, escribir, crear o diseñar algo especial. Sus líneas delicadas invitan a la sensibilidad y la creatividad de pura belleza”.

Concierto pendiente: “De Ólafur Arnalds, siempre. Su música me transporta, me acompaña desde hace años y es la banda sonora de momentos muy especiales en mi vida. Hace poco pude verle en concierto en Barcelona y me enamoré totalmente. La puesta en escena es sencilla pero mágica. Volvería a verle mil y una veces más”.

Viaje pendiente: “Tengo pendiente un viaje por placer yo sola. Me iré a India, a Tailandia o a Suecia. He viajado mucho por trabajo, pero poco por placer. El destino no es lo más importante, lo que me motiva es la experiencia de viajar sola; estoy segura de que será todo un descubrimiento”.