Estrenamos Son Vell, el hotel con más encanto de Menorca del que todo el mundo habla

Aunque no hace falta que animemos a nadie a viajar a Menorca este verano —pues es uno de los destinos turísticos españoles preferidos año tras año—, ahora hay otra razón de peso para hacerlo: un espectacular hotel situado muy cerca de la cala Son Vell, de la que toma su nombre.

A tan solo veinte minutos de la encantadora y portuaria Ciutadella y en plena naturaleza, encontramos el hotel Vestige Son Vell, la más reciente inauguración de Vestige Collection, firma que adquiere edificios históricos singulares que, tras ser rehabilitados, se convierten en hoteles o villas privadas de lujo asequible.

El hotel se encuentra en una finca de más de 180 hectáreas repletas de naturaleza, en las que conviven una casa solariega del siglo XVIII y edificios tradicionales de labranza, los cuales han sido conservados y restaurados con mimo, manteniendo la esencia de cada uno de sus rincones. De hecho, se han conservado el marés (arenisca) y la piedra caliza tradicionales, así como la madera original y los elementos de arcilla artesanal.

Así, hoy podemos disfrutar de un hotel con todas las comodidades del siglo XXI, pero con el añadido de encontrarse en un edificio histórico con una bella historia que ahora puede seguir escribiendo nuevas páginas gracias a los visitantes que, desde junio, vuelven a llenar de vida esta preciosa casona menorquina.

Vestige Son Vell, un hotel de ensueño rodeado de naturaleza

Vestige Son Vell es toda una belleza por fuera —con su arquitectura de estilo veneciano y sus cuidados jardines, repletos de cítricos y olivares—, pero por dentro se convierte en un auténtico espectáculo. De hecho, cada una de las 34 habitaciones y suites de las que consta el establecimiento nos hacen viajar a otra época, gracias a que cada estancia y cada mueble han sido recuperados manteniendo su encanto individual. Auténticas obras de arte que también disponen de terrazas y espacios ajardinados particulares.

Más allá de las habitaciones, y cuando nos cansemos de descansar —valga la redundancia—, podemos disfrutar de las experiencias que ofrecen el hotel y la isla, como practicar yoga y pilates, darnos un masaje, desconectar con una sesión de cine al aire libre, hacer visitas culturales, irnos de catas, practicar deportes acuáticos o dar paseos a caballo. Actividades complementarias para estancias sobresalientes en el hotel con más encanto de Menorca.

Comidas y cenas a la altura

Obviamente, en un lugar tan original, bello y cuidado, la restauración no iba a ser menos. La propuesta gastronómica de Son Vell, de hecho, comparte la esencia del hotel, pues ofrece recetas tradicionales menorquinas con toques actuales, elaboradas con los mejores ingredientes y productos de la isla en sus dos restaurantes.

Sa Clarissa practica alta cocina a través de las recetas mediterráneas más saludables y nutritivas. Vermell —rojo en menorquín— es perfecto para cuando queramos disfrutar de la mejor comida gourmet con recetas inspiradas en la península, Francia y Gran Bretaña; Vermell incluye platos a la carta y menús degustación maridados con vinos seleccionados.

Además de estos dos restaurantes, el hotel también dispone de dos bares —uno junto a la piscina y otro con vistas panorámicas— en los que podemos pedir algo para picar y degustar la mejor carta de cócteles con los que brindar por el verano, la vida y unas vacaciones a la altura de quienes adoran rodearse de belleza y autenticidad.