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Los 25 destinos españoles más deseados
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Los 25 destinos españoles más deseados

Cuando calienta el sol, aquí en la playa… Así comenzaba la famosa canción de principios de los 60. Por fortuna, en verano el sol no solo calienta en la playa. Once expertos en viajes nos desvelan sus rincones favoritos. Mapeemos España

Foto: Nuestro país es tremendamente rico en espacios singulares, gran parte de ellos se encuentran en este listado de 'Los 25 destinos españoles más deseados'. En la imagen: Pozo de las Calcosas, en El Hierro. (Cortesía)
Nuestro país es tremendamente rico en espacios singulares, gran parte de ellos se encuentran en este listado de 'Los 25 destinos españoles más deseados'. En la imagen: Pozo de las Calcosas, en El Hierro. (Cortesía)

En España tenemos muy buenas y variadas opciones para combatir las altas temperaturas. Desde las propuestas más exclusivas hasta las más accesibles, sea cual sea nuestro objetivo. Escapar de la rutina, evadirse y desconectar, disfrutar hasta el amanecer, ligar bronce o practicar el arte del buen yantar, lo que realmente queremos es hacer de este un verano memorable.

Verbenas populares y fiestas patronales, calas recónditas de aguas cristalinas o playas inaccesibles, restaurantes que sirven arroces para chuparse los dedos, fuegos artificiales que iluminan las noches estivales, chiringuitos a pie de playa con cervezas bien frías, atardeceres altamente instagramizables, excursiones por parajes de belleza salvaje, hoteles con mucho encanto dignos de un tablero de Pinterest…

La oferta es extensa y por ello nos hemos propuesto volver a contar con las recomendaciones de un jurado de especialistas en el arte del joie de vivre, viajeros empedernidos y, por supuesto, auténticos jetsetters que nos ayudarán en la no tan fácil selección de esos lugares a los que querríamos volver una y otra vez. Reconocidos interioristas, diseñadores talentosos o chefs de renombre han hablado alto y claro y por fin tenemos ‘la lista’. Sigue leyendo porque han dado forma una selección en la que no falta de nada.

La decisión no ha sido fácil, os lo podemos asegurar. No están todos los que son, pero sí muchos de los imprescindibles donde podrás gozar de unas merecidas vacaciones. Acompáñanos en este recorrido por los 25 destinos nacionales más increíbles en los que disfrutar de un eterno verano sin fin.

1. Mahón y la isla de Menorca

Las Baleares se alzan con el número uno y Mahón se convierte en nuestro flamante ganador. No nos extraña; razones no le faltan. Y es que la capital de Menorca, así como todo lo que la isla nos ofrece, representa un turismo natural, sostenible y relajado que cada vez nos cuesta más encontrar. ¿El plan perfecto? Alojarnos en uno de los hoteles con más encanto de la isla, Cristine Bedorf —toda una experiencia para que la desconexión sea total—, y alquilar un coche para recorrerla de punta a punta. Visita las impresionantes canteras de s’Hostal-Lithica, reconvertidas en centro artístico y jardín botánico. Báñate en calas de agua cristalina como la de Benisafúller o la de Cavallería y, cómo no, date un homenaje foodie con la caldereta que sirven S’Amarador, en el puerto de Ciutadella de Menorca. Y si sobra tiempo, no dejes de programar una visita a la galería de arte suiza Hauser & Wirth, a la que solo se puede acceder en barco.

2. Bajo Ampurdán, Girona

placeholder El Bajo Ampurdán, un destino maravilloso. (EFE)
El Bajo Ampurdán, un destino maravilloso. (EFE)

Esta zona catalana de belleza natural, tranquila y relajada a menudo suele competir, durante la temporada estival, con la famosa Costa Brava. Pero en esta ocasión nos alejaremos del mar para descubrir sus pueblecitos interiores de aire medieval y calles empedradas en los que parece que el tiempo se ha detenido. El Baix Empordà es perfecto para dejarse llevar por su turismo slow, pero también para practicar muchas actividades con las que disfrutar de la naturaleza y el aire libre como catas de vino entre viñedos, talleres gastronómicos, senderismo o excursiones a caballo. En una ruta por esta región no puede faltar una visita a Peratallada, posiblemente una de las villas medievales mejor conservadas de España. A la hora de comer haremos una parada técnica en D.O. Candelaria o Casa Bonay. Son altamente recomendables. Pero tampoco pasaremos por alto otra impresionante localidad amurallada, Pals. En esta última no olvides probar cualquiera de los arroces, tanto de mar como de montaña, que preparan. Son todo un emblema de la cocina empordanesa.

3. Comillas, Cantabria

placeholder Comillas, Cantabria. (Cortesía)
Comillas, Cantabria. (Cortesía)

El norte siempre es una buena opción, y más si lo que buscamos es uno de esos destinos en los que por las noches refresca. La señorial población cántabra ha sido durante años uno de los lugares favoritos de aristócratas y grandes fortunas patrias a la hora de disfrutar de un verano relajado. De hecho, fue el rey Alfonso XII el que la eligió como rincón de veraneo. Y ese elegante pasado aún se nota en muchos de sus edificios de arquitectura modernistas, Aquí encontrarás una de las primeras obras de Antonio Gaudí, el palacete El Capricho, pero también otras de reconocidos arquitectos como Joan Martorell o Domenech i Montaner. No dejes de tomarte algo en la animada plaza del Corro, presidida por la iglesia parroquial de San Cristóbal, admirar el imponente palacio de Sobrellano y de acercarte hasta su pequeño puerto pesquero para ver cómo es el día a día en la tranquila y elegante villa bañada por el Cantábrico.

4. Cadaqués, Girona

Enamorarse de Cadaqués es muy fácil. Ya lo hicieron Dalí y Gala cuando recalaron en la década de los 60 en la cala de Portlligat, y por supuesto cualquiera de los muchos visitantes que se acercan cada verano hasta este pueblecito de casas encaladas y barcas varadas, coronado por la iglesia parroquial de Santa María. En Cadaqués, el blanco y el azul son los protagonistas, y eso se nota al recorrer sus calles empedradas repletas de tiendas que venden artesanía de la zona, colmados que ofrecen productos locales o pastelerías como Can Cabrisas en las que comprar sus famosos dulces con un toque de aguardiente, los taps, que siguen una receta del siglo XVIII. Imprescindible probar las maravillas que salen de las cocinas de Estimar o Casa Anita y acompañarlas con un buen arròs del senyoret. Y si queda tiempo, recorrer el parque natural de Cap de Creus. ¡Impresionante!

5. Formentera, Islas Baleares

placeholder Formentera, Islas Baleares. (Cortesía)
Formentera, Islas Baleares. (Cortesía)

Una de las islas más visitadas del Mediterráneo, ideal para recalar un fin de semana y desconectar sobre todo si lo que buscas es un destino mucho más relajado que la vecina Ibiza. Alquilar una moto o un Mehari será una muy buena opción a la hora de recorrer la isla y descubrir los muchos encantos que encierra. El precioso parque natural de Ses Salines o calas como Caló des Mort o en Baster te harán perder la noción del tiempo; restaurantes como Es Còdol Foradat, del conocido chef Nandu Jubany, el divertido Beso Beach o el mítico quiosco El Pirata, en la popular playa de Ses Illetes, serán tus mejores aliados para disfrutar de una experiencia gastronómica estival y muy balear; y si encima te alojas en el novísimo Teranka, la jugada te saldrá perfecta. Avisamos… Formentera engancha, y de eso saben mucho algunos de sus incondicionales como Eugenia Silva o Jon Kortajarena.

6. Calella de Palafrugell, Girona

placeholder Calella de Palafrugell, Girona, (Cortesía)
Calella de Palafrugell, Girona, (Cortesía)

La costa catalana presume de contar con auténticas maravillas como esta pequeña localidad pesquera. A poca distancia de Barcelona, Calella y sus coloridas barcas varadas en la arena, conforman una de las estampas más típicas del verano catalán. Y es que pasear por sus callejuelas llenas de vida, así como entrar en las cuidadas tiendas de su casco antiguo y comprar algún recuerdo, es una auténtica gozada. Visita la sencilla iglesia de Sant Pere o sube hasta la Punta dels Burricaires para tomar la mejor foto de esta villa con tanto encanto. Aquí se come de maravilla en tabernas de aire marinero como La Blava o en auténticas joyas gastronómicas a pie de playa, como Tragamar. Estas son solo algunas de las cosas que te harán enamorarte de este pueblecito del litoral gerundense. Y si encima recalas durante el famoso festival de Cap Roig, tendrás planazo al cubo.

7. Llanes, Asturias

placeholder Llanes, Asturias, y sus treinta playas espectaculares. (F. Z.)
Llanes, Asturias, y sus treinta playas espectaculares. (F. Z.)

Visitar Llanes en verano es una auténtica gozada. Recorrer su casco antiguo, declarado Conjunto Histórico-Artístico, te permitirá descubrir sus murallas del siglo XIII, la Basílica de Santa María del Concejo o algunos de sus señoriales palacios como el de Partarríu —aquí se rodó la película El Orfanato—, el de Cercao, el de Gastañaga o el de Posada Herrera. No dejes de acercarte hasta su puerto pesquero y contemplar la instalación artística Los Cubos de la Memoria, obra del artista vasco Agustín Ibarrola Y si lo que te apetece es darte un refrescante baño, estás en el lugar idóneo. Llanes es el municipio asturiano con mayor número de playas. Algunas de las más populares son la de Toró, Puertu Chicu o El Sablón, pero también las hay semisalvajes, como la de la Torimbia o Ballota. O si, por otro lado, lo que quieres es contemplar vistas impresionantes, sigue el paseo de San Pedro bordeando los acantilados y déjate seducir por el poderoso encanto del mar Cantábrico.

8. San Sebastián, Guipúzcoa

Elegante y señorial, Donosti es una auténtica joya que bien merece una visita veraniega. Sus agradables temperaturas durante las semanas más calurosas del calendario la convierten en un destino idóneo para organizar una escapada. Si encima coincide con su Semana Grande, la diversión está asegurada. ¡Y los fuegos artificiales también! Aquí comeremos bien, muy bien, en los bares y tascas de la Parte Vieja. Pero también tendremos el lujo de darnos un baño en una de las playas más famosas de toda España, la de la Concha, y ver como sus famosas mareas van ganando terreno a los bañistas. Subir al Monte Igueldo, pasear hasta el Peine de los Vientos, tomar el aperitivo en el Café de la Concha, disfrutar un cóctel en el emblemático hotel María Cristina o bailar hasta el amanecer en Bataplán son solo algunos de los planes que no deberíamos dejar de hacer en San Sebastián.

9. Madrid

placeholder Madrid, perfecto en agosto para los no madrileños. (Cortesía)
Madrid, perfecto en agosto para los no madrileños. (Cortesía)

No es baladí que la villa capitalina se encuentre en este listado, y no precisamente en una posición baja. La capital española se ha convertido en un muy buen destino durante las vacaciones. Mientras muchos de sus habitantes optan por escapar a lugares con playa, otros muchos se preparan para disfrutar de un Madrid lleno de planes estupendos y piscinas en el que no es necesario hacer reservas para prácticamente casi nada y por el que pasear se convierte en una auténtica gozada. Los afamados Veranos de la Villa llenan de música y planes las noches más calurosas del verano madrileño, las piscinas se convierten en el escenario perfecto en el que combatir las altas temperaturas, mientras que las verbenas de San Cayetano, San Lorenzo y La Paloma inundan los castizos barrios de La Latina y Lavapiés con las propuestas más inesperadas y sugerentes. Y es que si la vida es una verbena, en verano se vive en Madrid.

10. Pueblos blancos, Cádiz

placeholder Ubrique, imprescindible en la ruta de los Pueblos blancos de Málaga. (Cortesía)
Ubrique, imprescindible en la ruta de los Pueblos blancos de Málaga. (Cortesía)

La comunidad gaditana esconde auténticas joyas en forma de calles empedradas y casas encaladas. Son sus famosos pueblos blancos. Prepara el móvil porque se viene mucho contenido altamente instagramizable. Pueblos como Arcos de la Frontera, con su laberíntico casco histórico; el conocido Ubrique, con su Museo de la Piel y sus tiendas de bolsos y zapatos; o Setenil de las Bodegas, con sus casas encajonadas en la formación rocosa creada por el río Trejo a su paso por la ciudad, y posiblemente uno de los pueblos más impresionantes. Así, recorrer la ruta que une estas poblaciones tan típicamente andaluzas es un planazo más que apetecible para hacer durante el verano. Eso sí, la mejor manera de hacerlo es en coche, para así poderse mover con total libertad. Todos ellos se llenan de vida con la llegada del calor y una muy buena opción es recalar en cualquiera de sus tascas y bodegas para probar algunos de sus platos más típicos como las sencillas tagarninas, el arroz con conejo o el cerdo ibérico mechado. Y es que en la provincia de Cádiz no iba a ser todo mar y playa.

11. Sotogrande, Cádiz

placeholder Sotogrande, Cádiz. (Grupo Trocadero)
Sotogrande, Cádiz. (Grupo Trocadero)

La urbanización más famosa y elitista de toda España vuelve a convertirse, un verano más, en la opción favorita de royals y grandes fortunas que buscan descansar en un entorno privado y exclusivo, en el que no falta de nada. Mucha gente guapa, muchísimo estilo, excelentes restaurantes y clubes, regatas y hasta un festival de música propio forman parte del atractivo del sofisticado Sotogrande. Entre pantalán y pantalán, sus instalaciones, así como su Marina y el Real Club Marítimo, cuentan con tiendas de lujo, restaurantes, galerías de arte y beach clubs en los que es imprescindible dejarse ver, como Trocadero o Gigi’s Beach. Además, los nuevos hoteles como el del jugador Leo Messi, MiM Sotogrande, o el SO/Sotogrande Spa & Golf —su chiringuito MarXa ya es todo un auténtico place to be— han ayudado a reafirmarlo como el patio de recreo de vips como Jaime de Marichalar, Ana Rosa Quintana, Blanca Cuesta o Inés Sastre.

12. Cabo de Gata, Almería

placeholder Cabo de Gata, Almería. (Cortesía)
Cabo de Gata, Almería. (Cortesía)

Esta zona de la costa almeriense, de clima árido y origen volcánico, se está poniendo cada vez más de moda. De hecho, es el sitio perfecto para apagar el móvil y desconectar. Aquí no faltan los pueblecitos con mucho encanto como Agua Amarga, perfecto para convertirlo en campamento base y así recorrer algunas de sus playas naturales más famosas, entre las que se encuentran las de San José, Mónsul o Los Genoveses. Pero también otros como Rodalquilar, una localidad idónea para reservar mesa a la hora de cenar y tomar después una copa. ¿Nuestra recomendación? Samambar, en donde probarás la gastronomía tradicional de Almería acompañada con buenos vinos naturales. Y si tienes tiempo, acércate hasta el Cortijo del Fraile; en esta ruinosa edificación cerca de Níjar aconteció uno de los crímenes más famosos de la crónica negra española, que sirvió de inspiración a Lorca para escribir 'Bodas de sangre'.

13. Sitges, Barcelona

placeholder Sitges, Barcelona. (Istock)
Sitges, Barcelona. (Istock)

Esta marinera ciudad, a tan solo 30 kilómetros de Barcelona, puede presumir de ser una de las opciones más deseadas por muchos catalanes cuando el verano asoma en el calendario. En Sitges hay mucho que ver. Desde las casas modernistas de los Indianos, pasando por su famoso baluarte fortificado, presidido por la iglesia de San Bartolomé y Santa Tecla, y siguiendo por el Palau de Maricel o el Museu del Cau Ferrat. Aquí el mejor aperitivo lo sirven en la terraza del Club Náutico y las tapas más ricas, en El Cable. Para comer con vistas espectaculares, Vivero Beach Club, y los arroces más originales los probarás en La Zorra. Hoy presume de ser una ciudad liberal que siempre ha contado con una gran vida nocturna. Y lo sigue haciendo. En Sitges se abrió el primer chiringuito, en 1913, y aquí también comenzó la historia de las míticas cerezas de Pachá.

14. Deyá, Islas Baleares

placeholder Deyá, Mallorca, Islas Baleares. (La Residencia, A Belmond Hotel)
Deyá, Mallorca, Islas Baleares. (La Residencia, A Belmond Hotel)

¿Qué tendrán las Islas Baleares que nunca nos cansamos de visitarlas? Pues muchas cosas, y si hablamos de Mallorca, Deyá es una de ellas. Esta encantadora localidad ubicada en plena Sierra de Tramuntana, cuenta con dos hotelazos perfectos para disfrutar de una escapada de diez. El espectacular Belmond La Residencia —el favorito de la top Kate Moss— y el novísimo hotel Corazón serán tu centro de operaciones para desde allí escaparte a darte un baño en las calitas de Deià y de Llucalcari, y también para asomarte a los miradores de Sa Foradada y Son Marroig y contemplar el Mediterráneo. No dejes de comer en restaurantes con mucho encanto, como S’Hortet o Ca’s Patró March. Eso sí, si lo que quieres es bailar y probar la famosa pomada mallorquina, entonces tendrás que venirte a Cafè Sa Fonda, donde cada fin de semana suena la mejor música.

15. El Hierro, Santa Cruz de Tenerife

placeholder El Hierro, Santa Cruz de Tenerife. (Cortesía)
El Hierro, Santa Cruz de Tenerife. (Cortesía)

La isla más recóndita del archipiélago canario es una de las menos turísticas y por ello una excelente opción a la hora de descubrir el sabor canario más auténtico. Aquí podrás bucear en uno de los entornos naturales más bellos, la reserva marina de La Restinga. Si subes hasta lo más alto de El Hierro, al Mirador de la Peña, diseñado por César Manrique, contemplarás unas vistas que te dejarán sin aliento. Si te acercas hasta alguno de sus pueblos pesqueros, podrás probar las recetas más típicas de la cocina herreña, como el potaje de berros, el rancho con papas y también su famoso queso isleño. Y si decides alojarte en el hotel Punta Grande, rodeado de formaciones volcánicas y golpeado por el oleaje atlántico y los vientos alisios, lo estarás haciendo en el hotel más pequeño del mundo. No lo decimos nosotros. Lo dice el libro Guinness de los Récords.

16. Zahara de los Atunes, Cádiz

Esta popular pedanía entre los municipios de Tarifa y Barbate se llena hasta la bandera durante los meses de más calor. Aquí se pesca y se come un atún espectacular gracias al centenario método de las almadrabas. No dudes en programar una excursión a alta mar para poder ver cómo se captura este preciado pescado. Sus playas casi salvajes, bañadas por el Atlántico y de fina arena blanca, gozan de una luz especial que no dudarás en inmortalizar con tu móvil. Las de Atlanterra, Arroyo del Cañuelo a la de Los Alemanes te enamorarán. Para comer no lo dudes: El Refugio es una apuesta segura. Y si lo que quieres es relajarte y disfrutar con un buen combinado después de una intensa jornada de playa, déjate caer por la piscina del hotel Zahara Beach & Spa. No te arrepentirás.

17. Marbella, Málaga

placeholder Marbella, Málaga. (Cortesía)
Marbella, Málaga. (Cortesía)

El glamour patrio tiene un nombre, y ese es Marbella. La popular ciudad de la Costa del Sol es, desde hace años, un auténtico hervidero de vips que acuden a este rincón de la Costa del Sol con la llegada del estío. Y razones no le faltan. Cuenta con un festival, Starlite Occident, con un gran cartel de artistas internacionales; sus hoteles y restaurantes de alto nivel —Puente Romano, Don Pepe o el renovado El Fuerte son claros ejemplos— atraen a celebrities y royals de medio mundo, mientras Playa Padre o Nikky Beach se convierten en los escenarios perfectos para las fiestas más sofisticadas; asimismo, las tiendas más exclusivas abren sucursal en uno de los puertos españoles más elitistas, Puerto Banús. Un destino que continúa brillando con fuerza desde aquella década de los 60 en la que el Marbella Club parecía una sucursal del mismísimo Hollywood.

18. Altea, Alicante

placeholder Altea, Alicante. (Cortesía)
Altea, Alicante. (Cortesía)

Uno de los pueblos, sin duda, más bonitos del Mediterráneo es Altea. Su casco antiguo, presidido por las impresionantes cúpulas de azulejo valenciano que coronan la iglesia de Nuestra Señora del Consuelo, bien merece una visita. Y es que esta joya del litoral alicantino, a muy poca distancia del masificado Benidorm, no defrauda. Sus calles blancas, con aires de isla griega, esconden infinidad de rincones altamente instagramizables que no querrás pasar por alto. En Altea, perderse por sus callecitas es el mejor de los planes. Tampoco deberías dejar de tomar el sol en alguna de sus playas más populares como la de L’Espigó o la de Roda. Tranquilo, aquí la arena no te molestará, ya que tendrás que extender la toalla sobre cantos rodados. Para comer un buen arròs a banda no te olvides de reservar mesa en el chiringuito El Cranc. Querrás quedarte a vivir aquí.

19. A Coruña

placeholder A Coruña. (Cortesía)
A Coruña. (Cortesía)

Bañada por el atlántico y presidida por la imponente Torre de Hércules, la ciudad gallega es una excelente alternativa si lo que buscas en un clima menos sofocante que en el resto de la península. Hasta este imponente faro de la época romana, hoy Patrimonio de la Humanidad, llegarás si recorres la famosa playa de Riazor. Además, aquí comerás marisco fresco como para quitarte el sombrero. La zona de Pescadería Vella está llena de bares y mesones, así que es todo un planazo acercarse hasta la plaza de María Pita y probar la famosa empanada gallega, acompañada de un buen albariño. ¡No olvides pasear por las famosas Galerías Coruñesas, en la avenida de la Marina! Y si recalas en la capital gallega en agosto, estás de suerte, porque se celebran las fiestas de María Pita, en las que no faltan batallas navales y de flores, conciertos, teatro o su popular feria de artesanía.

20. Sierra de Aracena, Huelva

placeholder Sierra de Aracena, Huelva. (Cortesía)
Sierra de Aracena, Huelva. (Cortesía)

Esta zona de la provincia de Huelva, considerada Reserva de la Biosfera, es una elección perfecta si lo que buscas es naturaleza y aire libre. Aquí podrás visitar pueblos con mucho encanto como Aracena, Linares de la Sierra o Jabugo, y comer estupendamente bien. Alójate en un antiguo convento del siglo XVII, en el hotel Aracena Convento & Spa. Visita la espectacular Gruta de las Maravillas, en la que podrás contemplar increíbles formaciones rocosas, galerías y lagos interiores en sus más de 1.200 metros de recorrido. Reserva mesa en la terraza del restaurante Casas y pídete un buen plato de jamón ibérico. Te lo has ganado. Recorre las dehesas donde los cerdos campan a sus anchas alimentándose de bellotas y visita la Bodega Cinco Jotas, en el corazón de Jabugo. Para acabar, no te olvides de darte un homenaje gastronómico en el restaurante Los Arrieros, en Linares de la Sierra.

21. Luarca, Asturias

placeholder Luarca, Asturias. (Diego Sánchez)
Luarca, Asturias. (Diego Sánchez)

Esta pintoresca e histórica villa marinera del Principado de Asturias es conocida como ´la villa blanca de la Costa Verde’. Si eres fan de los veranos en el norte, Luarca es una muy excelente opción, con mucho que ver y recorrer. Carga bien el móvil porque seguro que querrás inmortalizar alguno de sus siete puentes, el puerto pesquero o los antiguos barrios de pescadores: El Cambaral y La Pescadería. Las casas de arquitectura indiana del popular barrio de Villar también merecen la visita, así como la emblemática ermita de la Atalaya, el faro, la Mesa del Gremio de Mareantes y Navegantes o los Jardines de la Fonte Baixa. Por supuesto, no faltarán restaurantes y sidrerías donde degustar los mejores pescados y mariscos del Cantábrico. Ah, ¿sabías que el cementerio de esta población, ubicado mirando al mar, es uno de los más bonitos de España? No dejes de visitarlo. Te sorprenderá.

22. Sanxenxo, Pontevedra

placeholder Sanxenxo, Pontevedra. (Cortesía)
Sanxenxo, Pontevedra. (Cortesía)

Más allá de ser el destino elegido por el Rey emérito para sus recientes escapadas a España, la localidad marinera de Sanxenxo goza de un clima templado todo el año, perfecto para disfrutar de un verano relajado y no excesivamente caluroso. Su costa salvaje y escarpada, enclavada entre las rías de Pontevedra y Arousa, esconde playas de gran belleza con vistas increíbles al Parque Nacional de las Islas Cíes. Acércate hasta la punta de A Lanzada, dónde comenzó hace 3.000 años la historia de esta singular villa, y contempla un paisaje abrupto que te dejará sin respiración. Recorre su casco antiguo y visita la iglesia de Santo Estevo de Noalla, así como los famosos pazos de Miraflores o de Padriñán, cargados de historia. No te olvides de pasear por los pantalanes de su ya famoso Club Náutico ni de probar la empanada de zamburiñas (una de las favoritas de Juan Carlos de Borbón).

23. Finisterre y Costa da Morte, Coruña

¿Escaparse hasta el fin del mundo para disfrutar de un verano diferente? Es posible en Cabo Fisterra. En esta parte de la Costa da Morte los romanos pensaban que se acababa el mundo. Y eso nos parece cada vez que contemplamos uno de los atardeceres peninsulares más bellos desde su famoso faro, el más situado al oeste de toda Europa. Con Fisterra como centro de operaciones podrás recorrer esta bella región de escarpados acantilados en los que el mar ruge embravecido, como en la playa de Mar de Fora. Programar una ruta hasta lo más alto del monte Pindo, el olimpo celta de los gallegos, y conocer algunos de los pueblos que forman el último tramo del Camino de Santiago, como Sardiñeiro, Noia o Muros. Pueblos con mucho encanto en los que también comerás muy bien. Nuestras recomendaciones pasan por el centenario restaurante Casa Lestón, en Sardiñeiro, y Terra, en el mismo Fisterra.

24. Tarifa, Cádiz

placeholder Tarifa, Cádiz. (Cortesía)
Tarifa, Cádiz. (Cortesía)

El verano en Cádiz es más verano. Y Tarifa es uno de los destinos de la costa gaditana con más encanto. Si te gusta el sol, el mar y el surf, aquí serás feliz. Esta ciudad de origen medieval —aún conserva buena parte del antiguo trazado de sus murallas defensivas— cuenta con un interesante casco antiguo al que se accede por la antigua Puerta de Jerez, que bien merece la pena recorrer. Bares y tabernas con mucho encanto y cervecita bien fría, donde comer un atún espectacular y mucho ambiente es lo que encontrarás por sus calles más céntricas. Asimismo, si el viento de Levante nos da una tregua, uno no se puede ir de Tarifa sin pisar sus playas: Valdevaqueros, El Cañuelo o Punta Paloma son las más conocidas y en las que verás el cielo plagado de cometas de kitesurf. El atardecer solo se puede ver desde un sitio: El Tumbao.

25. Ribeira Sacra, Orense y Lugo

placeholder Ribeira Sacra, entre Orense y Lugo. (Cortesía)
Ribeira Sacra, entre Orense y Lugo. (Cortesía)

Entre Lugo y Ourense, a lo largo del curso fluvial de los ríos Miño, Sil, Cabe y Bibei, encontrarás esta bella región de la Galicia interior que se ha convertido en todo un reclamo para aquellos amantes de la naturaleza y del enoturismo. Porque la Ribeira Sacra es una perfecta combinación de ambas cosas. Más de 1.500 hectáreas dedicadas a los viñedos en donde se producen excelentes vinos jóvenes entre los que no faltan godellos y albariños. Actividades al aire libre como rutas de senderismo, paseos a caballo o recorridos en kayak por los embalses de la zona son solo algunas de las muchas cosas que ofrece esta hedonista región vitivinícola. Y si lo que quieres es disfrutar de una escapada con la que desconectar del mundo exterior, alójate entre murallas del siglo VII y los preciosos jardines de Áurea Palacio de Sober, un hotel boutique que a nadie deja indiferente.

El jurado

Albert Falcó Periodista de viajes y director del suplemento ‘Destinos’ de ‘El Periódico’. Álvaro Castro Periodista y consultor especializado en gastronomía, viajes y estilo de vida. Carolina Ferrer Fotógrafa y creadora de contenido especializada en gastronomía, viajes y familia. Cristina Oria Chef, empresaria y creadora de la marca gourmet que lleva su nombre. Gala González Creadora de contenidos, empresaria y fundadora de la marca de moda Amlul. Inés de Cominges Especialista en moda y estilo de vida, creadora de contenido e it girl. Juan Avellaneda Empresario y diseñador de moda, fundador de la firma Avellaneda. Lorenzo Castillo Interiorista y decorador de prestigio internacional. Noelia Ferreiro Periodista especializada en viajes, cultura y lifestyle, colabora en medios como 'Vanitatis', ‘El País’, ‘La Vanguardia’, ‘Viajar’ y ‘National Geographic’. Paloma Méndez Directora general de Utópica, atelier de viajes. Y Nacho Gay Director de Vanitatis.

En España tenemos muy buenas y variadas opciones para combatir las altas temperaturas. Desde las propuestas más exclusivas hasta las más accesibles, sea cual sea nuestro objetivo. Escapar de la rutina, evadirse y desconectar, disfrutar hasta el amanecer, ligar bronce o practicar el arte del buen yantar, lo que realmente queremos es hacer de este un verano memorable.

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