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El pueblo del sur de España repleto de bosques dorados que parece sacado de una película romántica y que es perfecto para visitar en otoño
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PUEBLOS CON ENCANTO

El pueblo del sur de España repleto de bosques dorados que parece sacado de una película romántica y que es perfecto para visitar en otoño

Entre caminos serpenteantes y arroyos, cada paso ofrece una nueva perspectiva del paisaje malagueño más salvaje y auténtico

Foto: Ojén es uno de los pueblos más escondidos y bellos de la provincia de Málaga. (Instagram/@manamalaga)
Ojén es uno de los pueblos más escondidos y bellos de la provincia de Málaga. (Instagram/@manamalaga)

Entre la sierra y el mar, en un entorno donde el verde de los montes se funde con el azul del Mediterráneo, se encuentra Ojén, uno de los pueblos más bonitos y sorprendentes de la provincia de Málaga. En otoño, este pequeño enclave andaluz se transforma en un destino de postal: sus bosques dorados, el sonido del agua de los arroyos y sus calles blancas encaramadas a la montaña lo convierten en un refugio perfecto para una escapada romántica y tranquila.

Situado a escasos kilómetros de Marbella, Ojén conserva la esencia de los pueblos tradicionales de la Sierra de las Nieves. Rodeado de castaños, alcornoques y olivos centenarios, ofrece una de las estampas más mágicas del sur de España durante los meses de otoño. Su paisaje, salpicado de senderos y miradores naturales, invita a perderse entre el silencio y los colores cálidos de la estación.

El encanto de Ojén no reside solo en su ubicación privilegiada, sino también en su aspecto casi cinematográfico. Las casas encaladas, las callejuelas empedradas y los balcones adornados con flores crean una atmósfera de calma que recuerda a las películas románticas ambientadas en el sur.

Los amantes de la naturaleza encontrarán aquí un paraíso para el senderismo. Las rutas que parten desde el pueblo atraviesan bosques donde los tonos otoñales lo cubren todo, y permiten descubrir rincones tan singulares como el Parque Natural de la Sierra de las Nieves.

En otoño, Ojén también conquista por el paladar. Sus bares y restaurantes, muchos de ellos con chimenea y vistas al valle, sirven platos tradicionales como los guisos de temporada que llenan las calles de aroma a hogar. La combinación de gastronomía local, aire limpio y un entorno de montaña hace que cada visita se sienta como un pequeño descanso del mundo.

Visitar Ojén en otoño es descubrir un rincón que equilibra la serenidad del campo con la cercanía del mar, un pueblo que conserva su alma andaluza y que deslumbra por su belleza natural. Entre sus bosques dorados, su luz suave y su historia, este destino se convierte en una de las escapadas más románticas y encantadoras del sur de España.

Entre la sierra y el mar, en un entorno donde el verde de los montes se funde con el azul del Mediterráneo, se encuentra Ojén, uno de los pueblos más bonitos y sorprendentes de la provincia de Málaga. En otoño, este pequeño enclave andaluz se transforma en un destino de postal: sus bosques dorados, el sonido del agua de los arroyos y sus calles blancas encaramadas a la montaña lo convierten en un refugio perfecto para una escapada romántica y tranquila.

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