Mayte Spínola nos abre las puertas de la mansión que le quiso comprar Beckham
Hablamos con la viuda de Graciliano Barreiros sobre cómo ha sido su vida, cómo se enfrentó a la norma establecida y su relación con alguno de los grandes nombres de nuestro país
Mayte Spínola vive en medio del campo en una finca a las afueras de Madrid, concretamente en El Plantío. Un lugar privilegiado donde no se escucha el ruido de la autopista y sí el de la naturaleza. El matrimonio Beckham quiso comprar la casa cuando el futbolista fichó por el Real Madrid, pero no llegaron a un acuerdo.
Para acceder al Romeral, la casa familiar en la que vivió con su marido Graciliano Barreiros hasta que falleció y sus tres hijas -Mayte, Rocío y Gracya-, hay que atravesar una carretera donde los jabalíes cruzan con total tranquilidad delante de sus ojos. La artista y mecenas, creadora del grupo Pro Arte y Cultura, es una mujer abierta, simpática y libre que no pone pegas para que recorramos su casa, donde está colgada su obra y la de muchos de los artistas a los que echó una mano al creer en ellos. Tiene esa visión para saber quién llegará lejos y siempre acierta.
Nos abre la puerta Isidro, el mayordomo, que ha preparado una tarta de queso, una de las especialidades de la casa que entusiasma a los invitados de nuestra anfitriona.
Las horas van pasando mientras hace un resumen de su vida. Se casó a los 19 años con Graciliano Barreiros, ingeniero industrial que, junto con sus tres hermanos, revolucionó el mundo automovilístico. La educaron para ser madre de familia y participar en la vida social del Madrid de aquellos años con fiestas y cenas casi diarias. Se reveló contra las normas establecidas y se dedicó a pintar, una actividad que estaba bien para estar por casa, pero no para exponer en galerías de arte, que es precisamente lo que hizo. Su obra empezó a cotizarse y así calló bocas. Ya no tuvo que pelear más y la dejaron tranquila. Una de sus aficiones es viajar y lo hace escogiendo lugares en los que pueda disfrutar de una actividad artística. Construyó su propio museo en Marmolejo y ha potenciado otros 14 por medio mundo, incluida Laponia.
Tiene amistad con la infanta Pilar y trata a los Reyes eméritos desde que eran príncipes. Sus hijas acudían a los cumpleaños de las Infantas y de don Felipe cuando eran niños. Uno de sus cuadros, 'Las gaviotas', adornaba una de las paredes del yate Fortuna.
Alicia Koplowitz, la princesa Ana de Orleans y la baronesa Thyssen comparten con ella su amor por el arte y asegura que “la colección de Carmen Cervera no se puede ir de España y el Ministerio de Cultura tendrá que llegar a un acuerdo con ella si quiere asegurarlo”.
Pasen a casa de Mayte Spínola... Y vean.
Mayte Spínola vive en medio del campo en una finca a las afueras de Madrid, concretamente en El Plantío. Un lugar privilegiado donde no se escucha el ruido de la autopista y sí el de la naturaleza. El matrimonio Beckham quiso comprar la casa cuando el futbolista fichó por el Real Madrid, pero no llegaron a un acuerdo.