Victoria de Hohenlohe en cifras: 21 años, 44 títulos, 10 grandezas y 54.220 euros en tasas
La hija de Marco de Hohenlohe ha recibido la última tanda de títulos. Su poder haría temblar a cualquier rey medieval. Ella, ajena a las cuitas familiares, solo quiere ser una chica normal
Victoria Elisabeth von Hohenlohe-Langenburg pasa desapercibida tanto en Madrid como en Sevilla. Comparte piso con una amiga y viste con la despreocupación característica de cualquier chica joven de 21 años. "Es muy prusiana y austera, no como el resto de su familia. Se parece mucho a su padre", dicen conocidos de su padre Marco von Hohenlohe-Langenburg y de Medina, que falleció en agosto de 2016 y consiguió inculcarle tanto su amor por España como su pasión por los libros. Su madre, la alemana Sandra Schmidt-Polex, tiene que ver mucho con su carácter reservado que maduró en su adolescencia en Múnich.
Quien la vea pasear por la ciudad con sus libros, con su carpeta o hablando con una amiga en un banco cerca del Instituto de Empresa, donde estudia Relaciones Internacionales, difícilmente podrá llegar a imaginar que es la mujer española con más títulos nobiliarios de España, una concentración de poder que hubiera hecho temblar a cualquier monarca de siglos anteriores y ahora mantiene tranquilo (e indiferente) a la Casa de Felipe VI. Lo que está claro es que, aunque no ha dejado de reclamar títulos, desea llevar una vida normal (dentro de lo posible) y dedicarse a la profesión para la que se está preparando. Un esquema similar al seguido por Carlos Fitz-James Stuart y Solís, conde de Osorno y futuro duque de Alba.
La noble acaba de recibir, justo antes de que se forme el Ejecutivo de Pedro Sánchez, quince designaciones más, que se suman a las 44 que ya tenía. Se trata de los títulos del condado de Aramayona, el de Buendía, el de Castellar, el de Cocentaina, el de los Molares -Adelantado Mayor de Andalucía-, el de Medellín, el de Moriana del Río, el de Valenza y Valladares, el de Villalonso, el del Castellar, el marquesado de Villa Real, el de Villafranca, el vizcondado de Bas, el de Cabrera, el de Linares y el de Villamur.
Un detalle con su hermano Alex
Por cada una de estas nuevas credenciales que la sitúan en la cúspide de la aristocracia española, la hija de Marco de Hohenlohe ha tenido que desembolsar 2.753 euros, pues esa es la cifra que maneja la Diputación de la Grandeza. Es decir, que esta última oleada de (quince) títulos nobiliarios le han supuesto un gasto de 11.775 euros. Desde que comenzó a recibir las credenciales solicitadas tras el fallecimiento de su progenitor, la duquesa ha ido tributando religiosamente. Hay que destacar aquí que hay dos que ya tenía: la de duquesa de Ofalia y la de Medinaceli. Lo que suma un total de 44 títulos.
Eso sí, no ha reclamado el ducado de Ciudad Real, que tiene grandeza de España, y este título ha pasado a su hermano Alexander, que también es duque de Navahermosa. La relación entre Alex y Victoria es muy estrecha y ella ha querido que tuviera este título de su bisabuela Victoria Eugenia Fernández de Córdoba, Mimi, íntima amiga de la reina Sofía.
La guerra silenciosa con su tío
Así lo explica José Miguel Mayoralgo y Lodo, conde de los Acevedos y letrado de la Diputación de la Grandeza. Precisamente para guardar respeto al fallecido, "el título se reserva durante un año al inmediato sucesor". Para reclamar un título, hay que presentar una solicitud al Rey y el árbol genealógico de la familia enlazando con el último poseedor, fechado y firmado. También es necesaria una certificación de defunción del último poseedor, una certificación de nacimiento del solicitante y, por último, las certificaciones de nacimiento y matrimonio de todos los enlaces que figuren en el árbol genealógico presentado.
A continuación se publica un edicto en el Boletín Oficial del Estado (BOE) en el que dan 30 días hábiles para oponerse a que el solicitante herede el título. Tras ese tiempo, se expide una orden ministerial y se paga la tasa correspondiente: 2.753 euros para títulos con grandeza y 785 para títulos sin grandeza. Este último es el importe para línea directa, que es más económico que cuando el parentesco es más lejano.
Victoria de Hohenlohe continúa (con éxito) con la causa abierta por su antecesor después de que el tío de este, Ignacio de Medina, duque de Segorbe, solicitara algunos de los títulos que habían sido reservados para su padre. Una guerra, la de Victoria con su tío, sobre la que hay un silencio absoluto en la Casa de Medinaceli. Por cierto y hablando de prioridades, Segorbe está más preocupado de mantener en números verdes sus negocios de hoteles de lujo que en enzarzarse en guerras familiares por títulos, que luego tienen un coste.
Victoria Elisabeth von Hohenlohe-Langenburg pasa desapercibida tanto en Madrid como en Sevilla. Comparte piso con una amiga y viste con la despreocupación característica de cualquier chica joven de 21 años. "Es muy prusiana y austera, no como el resto de su familia. Se parece mucho a su padre", dicen conocidos de su padre Marco von Hohenlohe-Langenburg y de Medina, que falleció en agosto de 2016 y consiguió inculcarle tanto su amor por España como su pasión por los libros. Su madre, la alemana Sandra Schmidt-Polex, tiene que ver mucho con su carácter reservado que maduró en su adolescencia en Múnich.
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