Elio Berhanyer y su "increíble" historia de amor con Mercedes Lotero, su esposa

Elio Berhanyer solo se casó una vez en la vida. Y lo hizo en su estilo: se casó con una joven colombiana sin el permiso de su familia y de la mano de Camilo Torres, el cura guerrillero. Una historia que, como él mismo calificaba, es “increíble”. Berhanyer compartía piso con un joven colombiano, de Cali para más señas, y le presentó a la joven Mercedes Lotero, una amiga que terminaría siendo su mujer.

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“Mi vida está llena de historias increíbles como esta”, declaraba el diseñador en una entrevista en 'El País'. Y la contaba tal cual. Mercedes vivía en Madrid porque su familia había salido huyendo de la dictadura de Rojas Pinilla. Se hicieron amigos enseguida y no tardaron en prometerse. Pero el padre de la chica se opuso a la boda porque, según Berhanyer, “yo no tenía ni gorda”.

Pese a todo, pusieron la boda en marcha y se decidió que fuera un cura amigo de la familia el responsable de casarles. El sacerdote vino de Colombia a Madrid expresamente, pero Berhanyer se negaba a confesarse para la ceremonia. Una noche se fueron de copas, cura incluido, y entre los efluvios, Berhanyer le contó su vida al religioso. “Él empezó a contarme cosas de su vida y yo le conté de la mía. Después me dijo: "Ya te has confesado, como los antiguos cristianos’”.

El cura guerrillero

Ese cura era Camilo Torres, un sacerdote conocido en la historia por haber abandonado la Iglesia y unirse a la guerrilla colombiana. Conocido como el 'Ché Guevara de los católicos', Torres se alistó en la guerrilla, se sometió a entrenamiento militar, pero nunca adoptó las armas. Personaje adorado por la izquierda latinoamericana, objeto de incontables libros, su nombre ha quedado en un rincón y el gran público no lo recuerda. Y ese cura fue quien casó a Elio Berhanyer en 1956 en Colombia en una boda clandestina.

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Lotero, que falleció en 2011, era, según la describió el diseñador en 'Vanity Fair', “una mujer increíble. Menuda, simpática, muy divertida, como una ardilla. Y tenía un enorme don de gentes”. La pareja se separó al poco tiempo de la boda y ella se instaló en Marbella con sus dos hijos, Juan Carlos y Elio. A Lotero no le gustaban los diseños de Elio, al menos no para ponérselos ella: "Mi mujer se puso dos trajes míos en toda su vida. Era muy hippy y la moda no le interesó nunca. Era colombiana y decía que india, aunque no tenía nada de india", explicó en una entrevista con el diario 'Hoy'. Pese a la separación, siempre fueron amigos.